A tiro. La previa del Real Zaragoza-Cartagena

Diez puntos sobre doce posibles en los cuatro últimos partidos en casa y en tres de ellos con el candado puesto en la portería, otorgan al Real Zaragoza un aval suficiente como para afrontar con ciertas garantías el encuentro de este viernes (20.30 horas) ante el Cartagena. Porque, al fin, el equipo aragonés es fiable en La Romareda, donde no cae desde que Escribá estaba todavía al frente. El domingo se cumplirán, de hecho, tres meses desde la última derrota como local (0-2 en el derbi frente al Huesca), triste despedida ante los suyos del técnico valenciano. 

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Desde entonces, el Zaragoza no ha hecho sino crecer en casa, no así como visitante ya que Velázquez todavía no se ha estrenado lejos de una Romareda en la que el pucelano, en cambio, no sabe perder. Las victorias frente a Leganés (1-0), Andorra (2-0) y Sporting (3-0) y el doloroso empate (al descanso los aragoneses ganaban 2-0) ante el Levante (2-2) advierten de la fortaleza en su feudo de una escuadra blanquilla que, si es capaz de dar continuidad a esa buena dinámica, pillará la cama con el playoff a tan solo dos puntos a expensas del resto de partidos.

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Hace mucho que el sexto puesto no estaba tan a tiro, aunque sea de forma eventual. El recorte, además, se traduciría en la confirmación de que el Zaragoza se ha convertido en un enemigo de cuidado cuando juega en casa, donde, a tenor de su irregularidad como foráneo, deposita sus esperanzas e ilusiones en escapar de una vez de la mediocridad.

Para rescatar la sonrisa que el Eibar borró de un plumazo del rostro del zaragocismo, el equipo aragonés deberá solventar un duro escollo. Y es que el Cartagena llega a La Romareda con el guapo subido y en estado de gracia tras haber sido el mejor equipo de la categoría en las cinco últimas jornadas. El cuadro murciano se encuentra en plena escalada cuando casi nadie daba un duro por un equipo hundido en la misera hasta hace cuatro días y al que Calero ha obligado a creer hasta el punto de sacarlo de los puestos de descenso.

Así que confianzas, las justas ante un adversario que promete poner en serias dificultades a un Zaragoza que afronta la cita con el objetivo de recuperar el ritmo perdido en Ipurua, donde terminó una racha de ocho partidos sin perder. Se trata, en definitiva, de iniciar una cuenta nueva destinada a situar a los aragoneses, de una vez, entre los mejores de la categoría.

Protesta de las peñas

El choque volverá a ser fuera del fin de semana, lo que provocará la protesta de los aficionados en el minuto 12, pero, al ser el primero de la jornada, obligaría a la zona noble a mirar al retrovisor para ver acercarse a un Zaragoza que afronta la contienda sin bajas más allá de las consabidas de Nieto, Borge y Guti. Con Cristian y Bakis a disposición de Velázquez desde la jornada anterior, todo apunta a que apenas habrá cambios en el once respecto al que formó de inicio en Eibar, aunque Mollejo, si se sale del carril, podría volver a formar en ataque junto a Mesa. En ese caso, Lecoeuche o Valera (este con muchas menos opciones al salir de lesión) podrían actuar en la izquierda, donde el segundo ya jugó en la segunda parte en tierras vascas. 

En todo caso, no parece probable que se queden fuera del once los tres delanteros natos (Azón, Bakis y Enrich) que forman parte de la primera plantilla, lo que dejaría en evidencia a alguien más que a los afectados. Por eso, quizá Velázquez se incline más por mantener al canterano en punta y a Mollejo en la izquierda. En el otro carril, precisamente, es donde está prevista la única modificación respecto a la anterior jornada, ya que Zedadka dejará fuera del once a Fran Gámez.

Un rival lanzado

Será un reencuentro de viejos conocidos. Exzaragocistas como Alarcón u Ortuño regresan al municipal con el objetivo de mantener al Cartagena fuera de peligro. El cuadro murciano ha vencido en cuatro de sus cinco partidos, el último el pasado domingo por 1-0 ante el Mirandés, y empatado el otro. Sin duda, el efecto Calero, aunque ha tardado, funciona. El técnico mantiene las bajas del centrocampista Luis Muñoz y del exzaragocista Narváez; sumándose la del medio Mikel Rico, también lesionado. Sin embargo, el central Pedro Alcalá, que viene arrastrando molestias, está disponible y ha viajado a una Zaragoza en una convocatoria con 21 jugadores y con un once que apunta a ser el mismo que la última jornada, con la solidez de un trivote en el medio con Andy, Musto y Alarcón que ha dado rocosidad a un rival lanzado y ya fuera del descenso.