La 20ª jornada de Segunda

Arriba y a vencer. La previa del Real Zaragoza-Oviedo

El Real Zaragoza está obligado a levantarse y ganar ante su gente para no agravar una crisis que amenaza con arrebatar la esperanza

Tasende, una de las novedades que presentará el Zaragoza, trata de levantarse en el duelo ante el Albacete.

Tasende, una de las novedades que presentará el Zaragoza, trata de levantarse en el duelo ante el Albacete. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Jorge Oto

Jorge Oto

Zaragoza

El insoportable deja vu en el que el Real Zaragoza lleva instalado una eternidad amenaza con dinamitarlo todo. Nada raro a estas alturas, cuando ni siquiera se ha celebrado el sorteo de Navidad. De nuevo, todo se ha torcido y aquel equipo poderoso y capaz que empezó la Liga como un tiro es ahora un alma en pena incapaz de ganar un partido. Más o menos, como casi siempre. Ni Víctor, emblema e institución, ha sido capaz de abstraerse de una tradición que ríase usted de los villancicos y el turrón en Nochebuena. El Zaragoza, por estas fechas, es el equipo caído de casi siempre. Fun, fun, fun.

Pero la inmediatez del calendario otorga cierta vía de escape. De poco sirve enfundarse en el drama, apelar al infortunio o llorar a moco tendido. Ese Zaragoza decaído y decadente dispone este martes (21.15) de una oportunidad que no tiene derecho a dejar escapar. Viene el Oviedo de derrotar al Granada, sí, pero las circunstancias y la delicada situación de los aragoneses obligan a encarar la cita con sangre en los ojos y el puño cerrado sea cual sea la talla de un rival al que debe transmitir furia desde la mirada inicial en el saludo previo al duelo. Orgullo. Rasmia, Coraje. Alma. Un león en el pecho al que honrar, no como hace unas horas en Ipurua, escenario de un Zaragoza impropio e impostor que ni siquiera fue capaz de competir. Y eso sí es imperdonable y obliga a tomar medidas. Y, de momento, Víctor es el que manda. A él le corresponde adoptarlas allá abajo. 

La Romareda, a la que no dejan de pedirle cosas cuando cada vez le ofrecen menos, vuelve a escena. Tras dos partidos consecutivos lejos, el Zaragoza regresa a casa para reencontrarse con su gente, de nuevo presa del desencanto, la desilusión y las promesas incumplidas. Como aquella que aseguraba que los malos resultados como local de las últimas temporadas se habían terminado. O que el mayor límite salarial convertían el ascenso como objetivo ineludible. Ahora, casi a la misma distancia del playoff que del descenso, diciembre sigue siendo diciembre.

No es un partido más

Lo de esta noche es algo más que un partido de fútbol. El Zaragoza está obligado a levantarse y ganar no solo el partido, sino credibilidad y confianza. Arriba y a vencer, como reza ese himno que, mala señal, cada vez suena más alto en La Romareda al término de los partidos. Con tres centrales o dos. Con un punta o un par de ellos. Con tridentes, rombos o trapecios. Con los mismos o con otros. Con indiscutibles discutidos o descartados rescatados. Con la grada entregada o expectante. Con todo. No hay otra.

Pero esto se sigue jugando en el campo, así que, más allá de lo emocional y lo intangible, el Zaragoza necesita recuperar identidad para tener opciones de reencontrarse. Y eso pasa por volver a ser creíble y fiable. Para ello, Víctor podría desterrar los tres centrales utilizados en los últimos partidos y recurrir a la doble punta. De hecho, ya reconoció ayer que su intención era juntar a Soberón y Azón en vanguardia pero la lesión del cántabro, el rigor de las desdichas, echa por tierra esa opción. Con Bazdar también fuera de combate, quizá Pau Sans o Liso pudieran ser los elegidos para jugar arriba si el técnico mantiene su idea de dotar de compañía a un Azón cada vez más solo.

Vital, en cambio, apenas tiene opciones de recuperar un sitio que Keidi Bare tiene seguro tras cumplir su sanción en Éibar, donde Aketxe tampoco fue el que se espera. El vasco, cuyo talento, de momento, ha servido para bien poco, podría volver al banquillo mucho tiempo después.

En el Oviedo, Calleja contará con la baja de Colombatto, sancionado, mientras que Fede Viñas se queda en la capital del Principado debido a su reciente paternidad. Pero el problema para el Zaragoza es la vuelta de Alemao, seguramente el mejor jugador del equipo asturiano. Además, Dotor regresa a una lista tras dos semanas quedándose fuera por decisión del entrenador, que hará rotaciones. Lucas Ahijado podría entrar en la derecha en detrimento de Luengo y Del Moral podría relevar a Colombatto. Ilyas Chaira, que dejó al Zaragoza con las ganas en verano, será otra gran amenaza.

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