REAL ZARAGOZA

La contracrónica del Real Zaragoza-Racing de Ferrol: 1-0 y Poussin de portero

El guardameta francés regresó a la alineación titular y fue clave para la victoria al detener con los pies un penalti lanzado por Álvaro Giménez en el minuto 72 de partido

Poussin repele con los pies el lanzamiento de Álvaro Giménez desde los once metros.

Poussin repele con los pies el lanzamiento de Álvaro Giménez desde los once metros. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Zaragoza

Al terminar el partido estaba feliz, radiante, con una sonrisa de oreja a oreja, tirando la camiseta al fondo norte, recibiendo el abrazo de sus dos compañeros, Femenías y Cristian Álvarez. Porque Gaetan Poussin volvió a ser protagonista, héroe para el Real Zaragoza, salvador con una única parada en todo el partido pero fue la parada, casi con mayúsculas. Por el momento, la importancia y la trascendencia. Era el minuto 72, el equipo ganaba con el gol de Aketxe y hubo penalti de Lluís López sobre Álvaro Giménez. Poussin no tembló, no dudó. Aguantó con el pie en la línea hasta el golpeo del delantero, se venció a su izquierda y repelió el lanzamiento con los pies. 1-0 y Poussin de portero. 

El guardameta fue una de las tres novedades de David Navarro en el once inicial después de que Víctor Fernández le hubiera quitado la titularidad las tres últimas jornadas sin motivo aparente. El francés había sido de lo mejor del equipo, protagonizando una redención nunca antes vista con un guardameta en La Romareda, y, desde luego, no era el responsable de la mala dinámica del equipo. Con Femenías el asunto tampoco había mejorado mucho.

La cuestión es que David Navarro volvió a confiar en Poussin, que no tuvo mucho trabajo durante el encuentro ante el Racing de Ferrol, la verdad sea dicha. En la primera parte apenas se le había visto, y lo más destacado que tuvo fue un resbalón sin ninguna consecuencia. En la segunda hubo más llegadas del conjunto gallego, pero ninguna le puso en aprietos. De hecho, solo hizo una parada en todo el partido. El penalti.

Y no es la primera vez que el guardameta galo evita un gol desde los once metros. Lo había hecho en agosto, frente al Nástic, en el clásico del verano blanquillo. Lo hizo ya en serio en la jornada 5, en septiembre, en Burgos. Ese día no paró un penalti. Paró dos porque tras detener el primer lanzamiento de Curro Sánchez, el árbitro ordenó repetirlo porque se había adelantado. Poussin repitió también la parada. Uno por la izquierda, otro por la derecha, el galo evitó el tanto, aunque el Real Zaragoza acabó perdiendo (1-0).

Ese día se completó la redención de Gaetan Poussin después de los errores de la temporada pasada que le abrieron de par en par la puerta de salida tanto en invierno como en verano. Pero el francés no cruzó esa puerta y la desafortunada lesión de Femenías en la primera jornada le devolvió a escena. Su regreso no pudo ser mejor, realizando paradas de mérito y ganándose a una grada que ha caído rendida a sus pies.

Igual que este sábado. Su parada a Álvaro Giménez desató la locura en La Romareda, en la grada y en el equipo. El empate a falta de un cuarto de hora para el final podía haber hundido de nuevo a un Zaragoza que no está para muchos sustos. Pero Gaetan Poussin cambió la suerte del equipo de la misma manera que ha cambiado la suya propia haciéndose con la portería de La Romareda cuando parecía imposible. Por eso al final del partido estaba feliz, con una sonrisa de oreja a oreja, por eso volvió a ser aclamado por la grada y le regaló la camiseta, por eso Femenías, al que ha quitado el puesto, se fundió en un abrazo de alegría, igual que Cristian, que sabe lo que son los milagros. 1-0 y Poussin de portero.

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