La opinión de Sergio Pérez

Los grilletes de Miguel Ángel Ramírez y el Real Zaragoza que juega a no perder

Hasta el minuto 70, el técnico repitió el plan. Con el 0-0, la nada, dio rienda suelta a la ambición. Otra vez fue insuficiente

Jair y Keidi Bare protestan al árbitro en el partido frente al Cádiz.

Jair y Keidi Bare protestan al árbitro en el partido frente al Cádiz. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Si atendemos a lo que hace, Miguel Ángel Ramírez lo tiene claro: la mejor manera para que este Real Zaragoza se despliegue en el campo es desde una base de cinco defensas, con tres centrales y dos carrileros. En las cuatro jornadas que lleva dirigidas, el técnico ha repetido la fórmula, aunque con matices de medio del campo en adelante. También este domingo en La Romareda, donde hace dos semanas se generó un incendio considerable precisamente por jugar de modo muy conservador y apenas pisar el área del Tenerife.

Conforme la temporada ha ido consumiendo fechas y las cartas han ido quedando boca arriba, el Real Zaragoza ha manifestado problemas muy visibles, uno de los principales en el centro de la defensa. Ante el Cádiz, Lluís López, el capitán e indiscutible, no jugó por sanción. Su lugar lo ocupó Jair Amador, que en nada se parece a su yo de hace unos años. Le han abandonado el físico y la confianza y sin físico ni confianza es un futbolista en decadencia. Sufrió problemas, como también Clemente y Bernardo Vital.

Una vez más, Ramírez mantuvo la estructura táctica para proteger a su equipo ante la debilidad de los centrales de la plantilla. En la primera parte tampoco lo logró. El Cádiz desaprovechó varias oportunidades jugando constantemente balones a la espalda de la defensa local. Brian Ocampo tuvo mal pie en las definiciones. Luego se lesionó. Sin él y sin Alcaraz, el conjunto visitante empequeñeció. En el eje de la defensa tiene el Zaragoza un agujero negro que va a intentar tapar en el cierre del mercado este lunes, al menos en cierto modo. El ucraniano Dyachuk, jugador del Dinamo de Kiev de 21 años, es una de las opciones más latentes ahora mismo.

El plan de Ramírez ha dado buenos resultados fuera de casa, donde se encontrará más cómodo con esta idea: en Málaga, el Real Zaragoza jugó un partido notable y se llevó la victoria con merecimiento y en Elche estuvo sólido como colectivo aunque perdió en el descuento. Esa misma propuesta desafina como las malas orquestas en La Romareda, donde se necesita algo más de afán y hambre para vivir más cerca del gol y no fiar el destino a un golpe de suerte o a una carrera al espacio. En ausencia de Iván Azón, Liso fue el más incisivo, ganando esprints y percutiendo constantemente. Eso sí, le faltó rematar varias acciones.

El Real Zaragoza jugó de un modo claramente conservador hasta el minuto 70 cuando, con el 0-0 en todo lo alto del viejo marcador del estadio, qué estará pensando con lo que ha visto, Ramírez añadió alguna pieza en ataque. Veinte minutos de concesión a algo de ambición. Eso es todo lo que el canario entendió necesario. Entraron Pau Sans, Aketxe y Marí y se sentaron Bazdar, muy gris, Liso y Clemente. Como siempre, Sans tuvo un par de incursiones desde la derecha hacia dentro y creó el peligro suficiente para oler el gol aunque fuera a cierta distancia. No llegó y el Zaragoza sumó un punto, seguramente lo máximo a lo que puede aspirar un equipo que juega a no perder.

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