La amenaza es Morci

Ya conoce el Real Zaragoza a la perfección la amenaza que supone Jon Morcillo. La campaña anterior, el extremo vasco, con esa zurda de seda, dejó vista para sentencia la etapa de Julio Velázquez en el club aragonés, con un gol de falta en el minuto 97 con el Amorebieta, que acabaría bajando, pero que dejó helada a La Romareda abriendo de par en par la mayor crisis del curso pasado para que la carta de despido del entrenador salmantino se empezara a redactar y se le entregara una semana después tras la derrota en Valladolid y que Víctor ocupara su lugar. Morci, de 26 años y nacido en Amorebieta, se vuelve a encontrar con el equipo zaragocista, pero ahora, y no en la primera vuelta, donde hubo triunfo manchego con gol de Quiles, está de dulce, on fire se diría, con cuatro goles en cuatro partidos, con los tres últimos anotados por el Albacete con su firma y siendo fijo para Alberto González.

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Hace unos meses la trayectoria de Morci en el Albacete era más irregular, de hecho en Zaragoza, en la victoria manchega, solo jugó 31 minutos y el elegido para la zona izquierda de la banda fue Juanma. Ahora, no hay color. Morcillo, con sus dos goles en la victoria ante el todopoderoso Almería hace dos semanas salió ovacionado por el Carlos Belmonte cuando se marchó en la recta final del choque, con su nombre coreado por la grada. «Está claro que no me he equivocado de venir aquí, estoy feliz y ojalá pueda jugar con el Albacete en Primera División», decía hace solo unos días en una entrevista en La Tribuna de Albacete.

Al final del curso pasado, el Athletic no ejecutó la opción unilateral para renovarlo y le dio la carta de libertad. Morcillo fue ofrecido a varios equipos de Segunda, el Zaragoza entre ellos, pero en La Romareda no se consideró esa vía y el jugador apostó por el Albacete

Morcillo, tras ese año de cesión en el Amorebieta, con 37 partidos de Liga, 25 de ellos como titular, con cuatro goles y dos asistencias, vio cerrada ya de forma definitiva la puerta del Athletic, que no ejecutó la opción unilateral para renovarlo y le dio la carta de libertad. Fue ofrecido a varios equipos de Segunda, el Zaragoza entre ellos, pero en La Romareda no se consideró esa vía y se apostó por otro perfil una vez que Liso ya estaba renovado y era la gran referencia para la banda izquierda. El Deportivo estuvo muy interesado en su fichaje, pero al final fue el Albacete el que se hizo con el jugador, con dos años de contrato de por medio.

Morcillo es el enésimo producto de la prolífica cantera de Lezama, donde además los extremos, la mayoría de mucho nivel, florecen como las rosas en primavera. Morci recaló en Lezama en la temporada 16-17 procedente de la Cultural de Durango y se incorporó al CD Basconia, que cuenta con un convenio de filialidad con el Athletic. Su buen nivel le permitió ganarse un puesto en el Bilbao Athletic, donde explotó a las órdenes de Joseba Etxeberria en la campaña 19-20 anotando 10 tantos en 29 partidos.

Su carrera en Lezama

Gaizka Garitano le hizo debutar en el primer equipo rojiblanco, con el que en total participó en 53 partidos entre Primera División, Copa del Rey y Supercopa. De hecho, Morcillo ganó la Supercopa 20-21 en la que, ya con Marcelino García Toral en el banquillo, jugó tanto en la semifinal contra el Real Madrid como en la final frente al Barcelona. En la 2021-22 fue cedido al Valladolid en el segundo tramo de la temporada y después Valverde aún le relegó más, por lo que en la 23-24 se marchó al Amorebieta y sus números allí no le reabrieron la puerta.

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“Fuera de España por lo general se gana más dinero y tenía propuestas con mayor sueldo en el extranjero, incluso también había equipos de España que me ponían sobre la mesa una mayor ficha. Prioricé otras cosas y si continúo haciéndolo bien seguro que el dinero llegará”, sentenció para explicar su decisión de jugar en Albacete, donde Alberto González fue clave para convencerle. De hecho, este enero ya ha tenido ofertas para salir a la MLS y a México, jugosas, además de que su nombre está apuntado en varios equipos de Primera, porque su nivel ahora es excelso y solo tiene un año más de contrato.

Empezó el curso con gol al Granada, pero le ha costado encontrar su mejor momento. Suma 23 partidos, pero solo 15 de titular, con seis dianas en Liga y otra más en Copa, además de dos asistencias, y ahora su zurda, su capacidad para el remate, su desborde y su talento en los centros, ya lucen en el Carlos Belmonte, donde su nombre ya resuena entre la afición y este viernes amenaza al Zaragoza.