Real Zaragoza

La recaída de Poussin

El francés ha bajado su rendimiento hasta fallar o tener parte de responsabilidad en algún gol en tres de los cinco últimos partidos

Poussin detiene un balón durante el calentamiento previo al partido en Albacete.

Poussin detiene un balón durante el calentamiento previo al partido en Albacete. / CARLOS GIL-ROIG

Jorge Oto

Jorge Oto

Zaragoza

No está bien Poussin. La sentencia quedó confirmada el viernes en Albacete, donde el meta del Real Zaragoza volvió a acaparar focos como principal responsable del segundo gol del cuadro local para dejar el encuentro muy encarrilado. Poussin, poco dado a abandonar el marco, lo hizo cuando no tocaba para alejar a los suyos antes de una falta lateral que se disponía a botar Agus Medina. Pero el cancerbero no se percató de que ningún compañero suyo se había puesto delante del balón y que Agus no había pedido distancia al árbitro, así que la portería quedaba desguarnecida para que el jugador del Albacete marcara prácticamente a placer para disgusto del zaragocismo, incrédulo ante lo que estaba presenciando.

El grave error recordaba inexorablemente al cometido el curso anterior en Gijón y que tanto daño hizo al francés, si bien aquel fue de mayor enjundia y abocó al galo a una difícil situación y a un ostracismo que parecía poner fin a su etapa en el Zaragoza. Sin embargo, y contra todo pronóstico, Poussin aguantó, se rehizo y convenció a Víctor Fernández hasta el punto de ganarse el puesto tras las lesiones de Femenías y Cristian.

Pero el buen nivel exhibido por Poussin durante buena parte del curso se ha reducido notablemente en las últimas jornadas. De hecho, el francés ha fallado en mayor o menor medida o ha tenido parte de responsabilidad en algún gol en tres de los cinco encuentros dirigidos por Ramírez. 

Quizá el más debatible sea el que pudo cometer en Elche, donde permaneció impasible y sin capacidad de reacción ante el cabezazo de Rashani que otorgaba el triunfo al cuadro ilicitano en el descuento. En todo caso, no ayudó la inseguridad del meta en los balones aéreos, principalmente centros laterales. Esa querencia de Poussin por quedarse bajo palos y no salir le puso en desventaja en una jugada en la que, quizá, pudo hacer algo más.

Más errores

También en los dos tantos endosados por el Tenerife en La Romareda. Waldo le burló por el palo corto en el primero y Diarra, mucho más atento y rápido, explotó su indecisión en el segundo para acentuar la sensación de que el portero titular del Zaragoza no atravesaba su mejor momento.

Y las sospechas se confirmaron en Albacete, donde Poussin volvió a mostrarse dubitativo en balones colgados y centros al área. Poco pudo hacer para evitar el primer gol, marcado por Pablo con un disparo ajustado a su poste derecho. Pero el segundo nunca debió llegar. Poussin, al que tanto le cuesta salir, lo hizo justo cuando no debía y el Albacete aprovechó el regalo para liquidar a su oponente y dejar patente que el francés ha bajado su rendimiento. Quizá en el peor momento posible. 

Tracking Pixel Contents