La opinión de Sergio Pérez

La patita de Adu Ares y la nostalgia por unos mejores Aketxe y Toni Moya

Sobre el papel, Aketxe, Adu Ares y Moya fueron indudablemente tres buenos fichajes. En la práctica, su rendimiento está siendo bajo o inconstante

Adu Ares, en acción en un partido del Real Zaragoza en La Romareda.

Adu Ares, en acción en un partido del Real Zaragoza en La Romareda. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Zaragoza

Hay varios futbolistas del Real Zaragoza de los que es difícil esperar mucho más de lo que están dando porque en realidad tampoco lo tienen. Sin embargo, hay otros cuya temporada está lejos de donde su nivel teórico les debería haber situado a estas alturas, con la Liga encarando ya su recta decisiva. Muy especialmente, Aketxe, Adu Ares y Toni Moya.

Hablamos de tres jugadores con una calidad de base indiscutible, con buen pie y virtudes manifiestas, aunque diferentes. Aketxe firmó por el Real Zaragoza después de completar una campaña espectacular en el Eibar, con doce goles y seis asistencias, siendo un hombre fundamental en el circuito de pases del equipo vasco, que una vez más se quedó con la miel en los labios tras muchos meses estupendos.

Este año suma dos tantos y dos pases de gol. A pesar de que Víctor Fernández insistió mucho con él, Ager no se ha encontrado a sí mismo ni ha dado con su lugar ni con su espacio. Ha jugado muy poco tiempo con constancia. Ahora, ha acabado en el banquillo sentado junto a Miguel Ángel Ramírez y el equipo echando de menos lo que debería estar dándole. La lesión muscular de Moya, que ocupaba la zona de la mediapunta en las últimas semanas, le puede abrir otra ventana de oportunidad.

Sobre el papel en el que se dibujaron las proyecciones de la temporada, Aketxe era uno de los hombres clave en el medio y en la zona de tres cuartos para que el balón fluyera, llegara a los pies o a la cabeza de los puntas en buenas condiciones. También se esperaba de él una buena contribución de goles y peligro a balón parado. Un caso similar es el de Moya, que en este año y medio muchas veces ha parecido que sí pero en tantas otras se ha quedado a mitad del camino. Jugador muy limpio con el balón, con toque y gran disparo, desde que llegó del Alavés a su fútbol le ha faltado siempre algo de espíritu y contundencia. Ahora estaba siendo titular para Ramírez, pero ha caído lesionado.

Otra de las decepciones por el momento es Adu Ares, al que solo han otorgado la camiseta de la titularidad ocho veces. Intermitente, poco dado al esfuerzo continuado, no aprovecha sus buenas condiciones técnicas y físicas, su visión de juego y su capacidad para llegar al gol. Este pasado viernes en Albacete disputó poco más de diez minutos cuando el técnico buscaba el empate a la desesperada y dejó, otra vez, destellos de lo que puede hacer con preciosos balones entre líneas. Enseñó la patita con sus potencialidades. Ha sido un jugador de momentos contados, tremendamente dispersos y aun así ha hecho cuatro goles entre Liga y Copa. Y suma una asistencia. Ramírez apenas ha contado con él.

Los casos de Aketxe, Moya y Adu Ares son una perfecta metáfora de lo que le está ocurriendo al Real Zaragoza. Sobre el papel fueron tres buenos fichajes. En la práctica, su rendimiento está siendo bajo o inconstante. Tres futbolistas que deberían haber elevado el listón de calidad del Real Zaragoza esta temporada. Su discontinuidad ha rebajado las expectativas del equipo.

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