Por Cristian y por las urgencias
El Real Zaragoza necesita ganar al Burgos para mejorar su gris caminar con Ramírez y poder pensar de verdad en acercarse a los puestos de arriba en un partido marcado por la despedida del portero, ya leyenda del equipo

Ramírez saluda a Bazdar, que ha estado al margen en algunas sesiones esta semana, en un entrenamiento. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA
El partido ante el Burgos de este domingo (18.30 horas) está marcado por la despedida de Cristian Álvarez, el adiós de uno de los últimos héroes, de una leyenda de 236 partidos oficiales, que antes y sobre todo después del choque, recibirá el cariño de La Romareda, que entremedias, vivirá un encuentro vital, repleto de urgencias para este Real Zaragoza de Miguel Ángel Ramírez, que ha logrado amortiguar la caída que se vivió en la última etapa de Víctor, pero que está muy lejos de llevar un ritmo que conduzca a recortar distancias y a acercarse a unos puestos de ascenso, de la sexta plaza, que andan a 10 puntos, cuando quedan 48 por disputarse. La hazaña de engancharse ahí parece del todo fuera de las posibilidades de este Zaragoza de mitad de tabla de Ramírez, que suma 5 puntos de 15, pero si hay alguna, esta pasa por cerrar ya La Romareda, un terrible sumidero de puntos en este curso.
De hecho, los actuales datos en el estadio, el promedio sumado, son los peores en las 12 campañas en Segunda, aunque en casa restan 9 citas, por 7 fuera, y por ahí está la esperanza para cambiar el paso de este caminar tan gris y mediocre, empezando por el Burgos, que es el tercer peor visitante de la categoría y que suma nueve salidas sin ganar, con 2 puntos de 27. Una víctima propicia. O debería serlo para este Zaragoza de Ramírez, que necesita resultados y victorias para refrendar el buen trabajo que, en teoría, y así se dice de puertas adentro, se hace. Pero el fútbol solo entiende el idioma de los resultados. Y ese no le ayuda al técnico.
Cambio de esquema
En el mundo de las estructuras y los comportamientos en el que habita el canario para no hablar de sistemas se intuye un cambio táctico que ensayó el miércoles en La Romareda y que provocó su enfado por la filtración, demostrando cuanto menos que anda despistado y pendiente de otras cosas, porque debe sumar puntos y victorias, y solo en base a eso se le juzgará. En ese nuevo rediseño del Zaragoza, donde Poussin, pese a su grave error en la derrota en Albacete, apunta a seguir, aunque ya con la amenaza que asoma con Femenías, el míster apearía la defensa de tres centrales y jugaría con zaga de cuatro, con el retorno tras la sanción de Tasende al lateral zurdo y con Arriaga por delante de los centrales, escoltado por Keidi Bare y Francho y dejando a Dani Gómez y Liso en ataque con Bazdar de enlace. Tanto Keidi, que no jugó en el Carlos Belmonte, como Bazdar han estado entre algodones, pero jugarán.
Con Soberón y cuatro del Aragón
Ramírez dará la lista este domingo al mediodía, para concentrarse después hasta la hora del partido, donde estarán cuatro jugadores del Aragón, con el meta Acín, Vallejo y Cuenca, que ya viajaron a Albacete, y regresará Lucas Terrer, en este caso por las bajas en el medio, donde no están los lesionados Toni Moya y Guti. Nieto y Luna completan la nómina en la enfermería. Vuelve Soberón, tras dos meses de baja por la lesión en el cuádriceps en Eibar, a la que precedieron otros dos meses fuera con tres dolencias más, y en principio Ramírez esperará una semana más con Kosa, que ha empezado a entrenarse tras su fractura de tobillo en octubre.
Anda el Zaragoza también con bajas, en una semana en la que Toni Moya y Guti han caído con lesiones musculares en una enfermería repleta de la que sale Soberón, que vuelve a una lista tras dos meses fuera. El Zaragoza debe sobreponerse también a sus muchos problemas de dolencias y sobre todo debe enseñar una mejoría apoyada en resultados, porque hasta el momento y con Ramírez el equipo ha perdido filo en ataque y no logra ser del todo sólido en defensa, puesto que solo no encajó ante el Cádiz en casa, entonces con tablas, como también las hubo con el Tenerife (2-2). Así, Ramírez aún no sabe lo que es ganar en una Romareda que ya le cantó en su estreno que se marchara, un disparate sin duda, pero que refleja cuál es el caldo de cultivo de la afición con el club y con el equipo.
Cuatro bajas y una duda en el once en el Burgos
El Burgos llega a La Romareda con la baja de Fer Niño, autor de un gol ante el Racing la semana pasada, por ciclo de amarillas y con Appin, Konan y Raúl Navarro, con diferentes molestias, también fuera. Mientras, Dani Ojeda e Íñigo Córdoba pugnan por una plaza en el carril zurdo y Edu Espiau se mantendría arriba.
Un rival necesitado
El Burgos, sin Fer Niño por sanción, llega con una amplia remodelación en enero, de ocho fichajes y seis bajas, con la necesidad de sumar para alejarse de un descenso ahora a 5 puntos. Tras un inicio deslumbrante, en ascenso directo en la séptima jornada, el equipo de Bolo se cayó y Ramis, con un plan más austero, defensivo y con las líneas más juntas para buscar la rapidez a la contra, ocupó su lugar. Viene de derrotar al líder Racing y suma siete puntos de 15, en mejor dinámica que este Zaragoza que quiere ganar, que necesita ganar. Cristian y sus urgencias lo piden.
Alineaciones probables:
Real Zaragoza: Poussin; Calero, Lluís López, Vital, Tasende; Arriaga, Francho, Keidi Bare; Bazdar, Liso y Dani Gómez.
Burgos CF: Cantero, Arroyo, Córdoba, Grego Sierra, Florian, Alex Sancris, Atienza, Rubén Quintanilla, Dani Ojeda, Curro y Edu Espiau.
Árbitro: Sánchez Villalobos (Comité de Andalucía).
Estadio: La Romareda.
Hora: 18.30.
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