Real Zaragoza

La presencia de canteranos en las alineaciones del Real Zaragoza: tierra mojada

El equipo formó de inicio el domingo con un solo canterano (Francho), algo que únicamente había pasado una vez esta temporada y fue hace cuatro meses

Francho controla el balón durante el partido ante el Burgos.

Francho controla el balón durante el partido ante el Burgos. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Jorge Oto

Jorge Oto

Zaragoza

La cantera viene siendo el pilar básico que sostiene al Real Zaragoza, al que ha mantenido vivo y rescatado de la perdición en numerosas ocasiones a lo largo de las últimas temporadas. Los jugadores de la casa han sido clave en la supervivencia del club gracias a la liquidez procedente de la venta de algunos de ellos y también por su aportación en el terreno de juego. La cantera, una de las piezas maestras del proyecto diseñado por los propietarios del Real Zaragoza, se erige en una de las escasas esperanzas e ilusiones de un zaragocismo de nuevo maltratado por el desencanto y la desazón. 

La presencia de jugadores de la tierra viene siendo una constante hace tiempo. De hecho, siempre hay al menos uno en las alineaciones del Real Zaragoza desde el 24 de septiembre (con Juan Carlos Carcedo en el banquillo) ante el Mirandés en Anduva (2-0). A partir de ese momento, siempre ha habido representación aragonesa en las formaciones iniciales de un conjunto aragonés que, desde enero, ha perdido identidad como consecuencia de la salida de hasta tres efectivos de la casa, sobre todo dos de ellos (Azón y Marc Aguado) desvinculados ya del club en enero para enrolarse en las filas del Como italiano y el Elche, respectivamente. 

La tercera pérdida fue la de Borge, si bien, en caso la baja es solo eventual ya que fue cedido al Arenteiro, de Primera RFEF, en un viaje de ida y vuelta ya que regresará al Zaragoza a final de temporada. A esas ausencias se une también la de otro de la casa, Víctor Fernández, que presentó su dimisión poco antes de Navidad tras verse incapaz de revertir la dinámica que había apartado al equipo de la zona noble.

Solo uno

Esas salidas, unidas a las bajas por lesión (Guti, Nieto y Luna) y a un irregular rendimiento (Liso y Clemente) o a la falta de continuidad (Pau Sans) provocaron que en la alineación zaragocista del pasado domingo ante el Burgos tan solo hubiera un jugador de la casa: Francho Serrano, un hecho casi sin precedentes en los últimos tiempos. De hecho, era la segunda vez en todo el curso que la presencia aragonesa era tan reducida y la anterior se remonta a hace cuatro meses (11 de octubre en Tenerife, donde solo Marc Aguado formó de inicio).

Las salidas, las lesiones y bajos estado de forma afectan a los aragoneses, que fueron mayoría (7) en el banquillo zaragocista ante el Burgos

Porque, durante la temporada, la presencia de efectivos de la tierra ha sido una constante hasta el punto de que en varias ocasiones medio equipo ha estado integrado por ellos. Fue el caso, por ejemplo, de los partidos en Eibar (Luna, Clemente, Francho, Marc Aguado y Azón), en El Alcoraz contra el Huesca y en La Romareda frente al Granada (Luna, Francho, Marc, Liso y Azón), con Víctor Fernández al mando; o esos cinco efectivos en el primer y único duelo dirigido por David Navarro frente al Racing de Ferrol.

El domingo, los aragoneses fueron mayoría en un banquillo integrado por siete jugadores de la casa

Con Ramírez, también jugaron cinco aragoneses en casa ante el Tenerife (Luna, Clemente, Nieto, Marc y Azón) y cuatro en Málaga (Luna, Clemente, Liso y Azón) y Albacete (Clemente, Pau Sans, Francho y Liso). Sin embargo, los dos atacantes y el defensa se cayeron del once una semana después frente al Burgos para dejar solo a Francho. 

De este modo, los aragoneses fueron mayoría en un banquillo integrado por siete jugadores de la casa (el meta Acín, Clemente, Pau Sans, Vallejo, Liso, Cuenca y Terrer). Solo Pau y Liso saltarían al campo durante la contienda, pero no pudieron evitar una nueva derrota, en casa y ante su gente, que sigue escociendo de lo lindo. 

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