El Zaragoza no gana ni a tiros. La crónica del Real Zaragoza-Sporting (1-1)

Esta vez, el descuento fue letal. Si hace apenas una semana, la Pilarica se vestía de corto para salvar al Real Zaragoza de la derrota con dos goles en la prolongación, esta vez fue la Virgen de Covadonga la que rescató a un Sporting que también anda de capa caída. Dubasin, el mejor futbolista, de largo, sobre el césped de La Romareda, dio un punto a los asturianos y dejó sin dos a un equipo aragonés que se queda sin el seis de seis impuesto por Ramírez en la sala de prensa de Los Cármenes. Es el sino de este Zaragoza cogido con alfileres y preso de una colosal negligencia en enero, cuando se volvió a quedar sin tapar el agujero negro defensivo que sigue engullendo a un equipo incapaz de cerrar la puerta.

El Zaragoza más ofensivo de la era Ramírez tampoco ganó. Acumuló disparos, llegadas e intentos, y puede que también más méritos que su oponente, pero no sentenció cuando pudo hacerlo y dejó con vida a un Sporting consciente de que la endeblez defensiva del rival le concedería opciones. Fue en el descuento, pero bien pudo haber sido antes. De hecho, Dubasin ya había empatado en el 63, pero el colegiado echó una mano anulando el tanto por una falta del belga sobre Keidi Bare en el remate. El del descuento, en el que, por cierto, Femenías evitó la derrota zaragocista con una buena intervención a Campu, sí valió.

Soberón no sostiene solo al enfermo

El partido fue entretenido, vistoso y a ratos divertido. Es lo que tiene defender mal, que abre huecos y encuentros y propicia ocasiones. Y Zaragoza y Sporting se descosen atrás y bien que lo están pagando. La acumulación de oportunidades para unos y otros lo dejó bien claro. Pau Sans, titular al fin, tuvo la primera con una media vuelta a servicio de Dani Gómez que Yáñez, otro que marca diferencias, mandó a la esquina con una gran intervención justo antes de que Femenías atajara un tiro con el que Nico Serrano cerró una galopada.

El Sporting explotaba los nervios del Zaragoza y de una Romareda al que Mallo Fernández comenzaba a sacar de quicio y estuvo a punto de adelantarse en el marcador con un disparo de Gelabert desviado por Femenías y que Arriaga sacó bajo palos. El meta también tendría que emplearse a fondo para mandar a córner un intento de Nico tras un error en el despeje de Calero.

No le vino mal el descanso a un Zaragoza que acabó zarandeado la primera parte. Nacho Méndez estrelló un remate en el palo poco antes de que Yáñez desbaratara sendos intentos de Dani Gómez y Francho, el mejor zaragocista sobre el verde.

Pero el paso de los vestuarios sentó bien a los aragoneses, que completaron un arranque de nivel. Liso, por partida doble, asustó primero para que Soberón desatara la algarabía con un disparo a la media vuelta ante el que nada pudo hacer Yáñez. El tanto premiaba el entusiasmo y el alto grado de intensidad del Zaragoza más ofensivo (y por tanto divertido) de la era Ramírez. 

Pero el Sporting, ya con defensa de cuatro, adelantó líneas, se sacudió el asedio del rival y se acercaba con peligro a las inmediaciones de Femenías, que vio cómo un intento de Nacho Méndez rozaba uno de sus postes. Albés movió ficha y recurrió a Campu y Pablo García en busca de más mordiente y amenaza.

La cuestionable calidad física de la plantilla zaragocista comenzaba a hacerse notar, sobre todo, en una medular en la que Keidi y Francho acusaban ya el desgaste. Ramírez, en cambio, solo tiró de Bazdar para relevar a un cansado Soberón poco después de que Tasende mandara alto un empalme con la derecha y justo antes de que el árbitro anulara el tanto de Dubasin por falta previa.

Bazdar encontró a Dani Gómez, cuyo remate no acabó en la sentencia por culpa de la inspiración de Yáñez, al que no le inquietó un cabezazo desviado del propio delantero bosnio. Pero la luz de la reserva lucía desde hace rato. El empuje del Sporting invitaba a reforzar la medular adelantando a Arriaga y apostando por un central, pero ninguno apareció en el triple cambio dispuesto por Ramírez en el minuto 82. Y, claro, pasó lo que tenía que pasar. Desajuste y gol de Dubasin. Y pudo ser peor, ya que Campu tuvo la victoria. Sigue el drama. También en Carnaval.