La eterna sequía de victorias del Real Zaragoza: Lo que el virus se llevó

Todo ha ido de mal en peor desde la maldita pandemia para un Real Zaragoza al que el virus dejó maltrecho y hecho polvo. Antes de la irrupción del covid, el conjunto aragonés marchaba directo hacia Primera, con una afición enloquecida de orgullo y un equipo instalado en lo más alto que transmitía tanta confianza como poderío. El Zaragoza era, al fin, un candidato firme al retorno a la categoría que jamás debió perder.

Pero el balón se paró y, con él, el corazón de un equipo que volvió de los tres meses de parón por la pandemia hecho unos zorros. Y hasta ahora. Porque, desde entonces, a lo único que ha sido capaz de aspirar es a salvar el pellejo. Y van cinco temporadas consecutivas.

El Real Zaragoza intensifica la batalla contra la fuga de sus canteranos

El virus también se llevó por delante las victorias. De hecho, en los 200 últimos partidos disputados por el Zaragoza (los 29 del curso actual, las cuatro temporadas anteriores enteras y los tres últimos encuentros de la 19-20), el equipo aragonés tan solo ha sido capaz de lograr 59 triunfos, es decir, ni siquiera un 30% (29%). Una ruina que pone de manifiesto la vulgaridad del equipo, el fracaso de los proyectos y la mediocridad en la que lleva instalado un club tan robusto en el aspecto financiero desde que la nueva propiedad asumió el mando como enclenque en el terreno de juego.

Incapaz de superar las 13 victorias (las firmó en la 20-21) en una temporada durante este periodo, el Zaragoza apenas acumula nueve en la actualidad, si bien tan solo ha celebrado una en los ocho últimos encuentros (los que lleva Ramírez en el banquillo), lo que impone al menos cuatro más (12 puntos) para asegurar la raquítica permanencia un año más en la categoría. En realidad, anda por la media, ya que tanto en la 21-22 como en la 22-23 y la 23-24 no pasó de 12 para fijar en 58 el número de triunfos sumados entre lo que se lleva de campaña y las cuatro anteriores. A ellos se suma el logrado (ante la Ponferradina) en la última jornada de la temporada regular previa a la disputa del playoff ante el Elche en la 19-20. Ahí se acabó la cuenta del Zaragoza, que, tras haber conseguido 18 victorias en las 42 jornadas de Liga y acabar tercero, era apeado del asalto al ascenso por un cuadro ilictiano que, finalmente, sería el que se llevaría el gato al agua.