Fran Gámez vuelve a un hogar del que nunca se quiso ir

El lateral regresa con el Eldense y como rival a una Romareda que le pidió una continuidad imposible por la decisión de Víctor Fernández

Fran Gámez, en un partido con el Eldense ante el Albacete.

Fran Gámez, en un partido con el Eldense ante el Albacete. / LALIGA

Santiago Valero

Santiago Valero

El partido en Elda en octubre, en el que Dani Ponz optó por las rotaciones al ser entre semana, le negó a Fran Gámez la posibilidad de medirse su exequipo, al que llegó en 2021, en una pretemporada repleta de dudas, con la compra fallida de la SAD en ese verano y siendo el primer fichaje de un tiempo revuelto. Se enamoró Fran Gámez de Zaragoza y del Real Zaragoza, su hijo, el pequeño Mateo, siguió esa devoción y el futbolista quería quedarse sí o sí en La Romareda, pero pesó la decisión de Víctor para que no lo hiciera.

 «La propiedad y Cordero querían renovarme, pero Víctor no contaba conmigo». Con esta demoledora frase en este diario tras su salida dejó claro su visión de lo sucedido el lateral valenciano, que se marchó tras 106 partidos y 15 asistencias, el que más en estos tres años de zaragocista, y con el sabor amargo de no ver cumplida su idea de seguir, aunque con el cariño de la grada, que se hizo muy evidente ante el Albacete, en el epílogo del curso, con un «Gámez quédate» que se escuchó alto y claro.

Cordero, y esa es la versión que da el lateral, diferente, claro, de la de Víctor, le comunicó antes de la marcha de Velázquez que le iba a ofrecer la renovación y ambas partes esperaban un desenlace rápido. Pero llegó Víctor tras caer el salmantino y «desde el principio vi que no le gustaba».

Pasó por el banquillo, con Mouriño, un central, de lateral diestro, acabó jugando de carrilero cuando el técnico dispuso una zaga de tres y hasta en el costado izquierdo, pero la decisión del entrenador, según le consta al propio Gámez, fue la clave. Hizo las maletas y el Real Zaragoza tras tener la idea de fichar a dos laterales y abrir la puerta a Luna tras su cesión al Real Unión se quedó con el canterano y fichó a Iván Calero pagando un traspaso de 300.000 euros más objetivos al Cartagena.

Calero ha bajado el nivel y anda en una versión gris y a Luna le frenó una lesión que acaba de superar, mientras Gámez ha jugado mucho en el Eldense, 25 partidos de Liga (24 de inicio), casi siempre con Ponz y siempre con Oltra, que lleva seis partidos. Suma 11 titularidades seguidas y hace dos semanas regaló el gol a Juanto Ortuño que supuso ganar en Albacete.

A Gámez, de cada vez mejor rendimiento y formando una banda derecha incisiva junto a Víctor García, le está faltando que sus estadísticas lo reflejen. Lleva dos pases de gol y hasta siete firmó en su año más prolífico en el Zaragoza en esa faceta, en la 21-22, mientras que el curso de sus despedida lo selló con 1 gol, de chilena nada menos al Andorra, y cinco regalos. En Elda, donde ha firmado por dos años, pelea por la salvación y del Zaragoza se fue sin el sueño del ascenso que siempre proclamó como su deseo. 

«Me voy con la espina de no haber luchado por el ascenso en ninguna temporada, pero el poder jugar en La Romareda, eso no me lo quita nadie, lo he disfrutado muchísimo», dijo al decir adiós en este diario. Hoy regresa a la que fue su casa y la que quiso, sin lograrlo, que lo siguiera siendo. 

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