Real Zaragoza

Miguel Ángel Ramírez no quiere hablar de su futuro: "La responsabilidad es de todos, sabía que venía a algo sumamente arriesgado"

El técnico del Real Zaragoza esquiva las preguntas sobre su continuidad aunque reconoce que "no estamos siendo capaces ni siquiera de competir"

Ramírez, dando instrucciones durante el duelo ante el Eldense

Ramírez, dando instrucciones durante el duelo ante el Eldense / Miguel Ángel Gracia

Arturo Pola

Arturo Pola

Zaragoza

Ni la enésima decepción, quizá la más gorda y sin duda la más preocupante en años, consiguió cambiar demasiado el discurso de un Miguel Ángel Ramírez que esquivó todas y cada una de las preguntas sobre su futuro y reiteró en varias ocasiones que la responsabilidad de que el Real Zaragoza no le gane a nadie es compartida. «Lo que tenemos que hacer es mirarnos todos y ver qué parte de responsabilidad tenemos. Siempre optamos por señalar al entrenador, pero esto es de todos. Tenemos que cambiar cada uno lo que esté en nuestra mano», valoró el técnico zaragocista.

Ramírez aseguró que es «un día jodido» y reconoció con una frase (que puede ser lapidaria) el fatídico momento por el que atraviesa su equipo. «No estamos siendo capaces ni siquiera de competir», aseguró en un momento de franca sinceridad. «No podemos dar esas facilidades. Haces dos goles y no te sirve ni para empatar. O reaccionamos ya o lo vamos a lamentar», subrayó.

Aunque no dijo abiertamente ni si se le pasa por la cabeza su dimisión o si entendería su destitución, por sus palabras dio la impresión de que, a no ser que el club lo decida, él continúa con la idea de seguir en el banquillo zaragocista. «Soy el primero que hace autocrítica. Nunca señalo a nadie. Cuando analizo los partidos, cuando preparo los entrenos me pregunto...¿qué puedo hacer para ayudar al equipo?», explicó, para a continuación decir que «no soy de echar balones fuera» y en la siguiente frase contradecirse diciendo que «podemos hablar del entrenador, pero todos debemos tener ganas y meterle una marcha más», lanzando, o esa sensación dio, un pequeño dardo hacia sus futbolistas.

Siguiendo ese mismo discurso, Ramírez dijo que «no queda otra que seguir trabajando, siendo conscientes de lo que nos está penalizando y estar más presentes y más conectados en cada acción. Hacemos muchas cosas bien y el rival con muy poquito nos está convirtiendo. Eso lo tenemos que mejorar urgentemente».

El técnico zaragocista volvió a insistir en que no cree en finales a mitad de temporada, pero dijo que «esperemos que la reacción llegue ya. No tenemos margen para ir esperando. Tenemos que sumar ya. Va quedando menos y tenemos que cambiar la realidad que estamos viviendo. No nos está dando». Esa incapacidad la que la está sufriendo es la grada, que volvió a cargar contra el propio Ramírez, contra los jugadores, contra Cordero y contra la propiedad: «La reacción de la afición es normal. Es lo que les estamos ofreciendo. Han venido con la lluvia, nos han animado desde el primer minuto...».

Para terminar, ante una nueva pregunta sobre su futuro, el canario aseguró que «no me preocupa mi vida, por eso estoy tranquilo. Me preocupa la situación del equipo. Sabía que venía a algo sumamente arriesgado. Entendía que teníamos la capacidad de mejorarlo. Quiero ayudar a este club a ser mejor, a que dé un paso y a que estos años acaben cuanto antes. Esa es la obsesión que tengo», remató Miguel Ángel Ramírez.

Tracking Pixel Contents