Real Zaragoza

Ramírez se cubre de gloria

El canario es el primer entrenador en la historia del Real Zaragoza que no gana en sus cinco primeros partidos en casa

Miguel Ángel Ramírez, durante el entrenamiento de este domingo en la Ciudad Deportiva.

Miguel Ángel Ramírez, durante el entrenamiento de este domingo en la Ciudad Deportiva. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Jorge Oto

Jorge Oto

Zaragoza

Miguel Ángel Ramírez sigue haciendo historia. El técnico canario luce números de descenso y su pírrico bagaje de siete puntos sobre 27 posibles y apenas una victoria en nueve partidos ya ocupan un lugar de privilegio entre los peores de un técnico del conjunto aragonés hasta el punto de que los dos puntos que ahora separan ya al Real Zaragoza del descenso a Primera RFEF suponen la distancia más corta a estas alturas en las doce campañas consecutivas que el club acumula ya en Segunda.

Pero es en La Romareda donde se instala la peor parte de esta pesadilla. Porque Ramírez ya es el único entrenador en la historia del Real Zaragoza que ha sido incapaz de ganar en casa en sus cinco primeros partidos como local. Algunos no llegaron porque los echaron antes (Lucas Alcaraz, por ejemplo, solo dirigió cuatro sin ganar ninguno, dos empates y otras tantas derrotas) pero todos los que ocuparon el banquillo local durante al menos cinco encuentros siempre lograron ganar al menos uno de ellos. Todos menos Ramírez, cuyo balance apenas alcanza los tres puntos sobre 15 posibles como consecuencia de los empates ante Cádiz (0-0), Tenerife (2-2) y Sporting (1-1). Los otros dos encuentros acabaron en derrota (0-1 contra el Burgos y el terrorífico 2-4 del sábado ante el Eldense).

Nadie más luce semejante hoja de servicios en los más de 90 años de historia de un club que atraviesa ahora uno de los momentos más delicados de su existencia. Con cada vez más partes del cuerpo asomadas al abismo y abocado a pelear por salvar el pellejo por quinta temporada consecutiva, la llegada de Ramírez, lejos de mejorar al Zaragoza, alejarlo del peligro y acercarlo a un objetivo decente, lo ha empeorado todo: resultados, sensaciones, rendimiento individual y colectivo, relación del equipo con la grada y un ambiente cada vez más enrarecido. El Zaragoza de Ramírez es un mal equipo que ya está entre los principales candidatos a irse a Primera RFEF tras lapidar la amplia distancia que le separaba del caos hace apenas unas semanas.

Porque la sensación generalizada tras la debacle ante el Eldense es la de que el equipo aragonés, que suma apenas 36 puntos en 30 jornadas, corre serio peligro. El cuadro alicantino, revivido por Oltra, va hacia arriba y su dinámica es radicalmente opuesta a la de un Zaragoza hundido en la miseria.

La Romareda, escenario de disgustos y desencantos, sigue siendo testigo de la caída en barrena de un equipo que lleva demasiado tiempo siendo un desastre en casa, algo que Víctor Fernández denunció y se comprometió a cambiar. Pero fracasó. Claro que más lo está haciendo Ramírez, al que la grada pidió que se vaya ya en su primer partido en casa como consecuencia de su negativa a salir de la defensa de tres centrales aun con un 0-2 en contra. Desde entonces, el canario está con la cruz puesta y, lejos de quitársela a través de los resultados, todo ha ido a peor. Mucho peor.

Tracking Pixel Contents