Real Zaragoza

Almería, la última bala para Ramírez

El Real Zaragoza tiene decidido a estas horas que el técnico se siente en el banquillo el sábado tras la debacle ante el Eldense, aunque su crédito está bajo mínimos y un nuevo mal resultado provocaría su despido

Ramírez, durante el entrenamiento de este domingo en la Ciudad Deportiva.

Ramírez, durante el entrenamiento de este domingo en la Ciudad Deportiva. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Santiago Valero

Zaragoza

Miguel Ángel Ramírez sigue.... al menos hasta Almería. El técnico del Real Zaragoza dirigió el entrenamiento posterior a la debacle ante el Eldense y el club se tomó por unas horas su tiempo para adoptar medidas en uno u otro sentido, sin dar por hecho esta mañana que el preparador canario fuera el que se siente en Almería el sábado. Ahora mismo, y tras no pocas llamadas y deliberaciones, todo apunta, o así se le ha transmitido, a que dirigirá al menos su décimo partido en el Zaragoza, con un balance hasta el momento de siete puntos de 27, una victoria, cuatro empates y las mismas derrotas, y una situación delicadísima, a dos puntos del descenso, que ya le pone al borde del despido. Un nuevo tropiezo en el UD Almería Stadion, con la vista puesta en la visita del Córdoba una semana después, el lunes 24 a La Romareda, le dejaría ya fuera del puesto. El Almería, la plantilla más potente de la Liga, suma ocho partidos sin ganar y 5 puntos dde 24 posibles, por lo que es un buen momento para acudir a su estadio buscando esa resacción.

La propiedad, Real Z LLC, con sus muchas ramificaciones, desde Miami a Madrid, sobre todo a Madrid, con el punto neurálgico del Atlético y el Fondo Ares, es la que decidió en esta situación límite, teniendo en cuenta que el complejo grupo empresarial dificulta a veces esas medidas a tomar. La entidad renunció en un principio a tomar decisiones en caliente y apeló a la reflexión y al análisis, sopesando que en los dos últimos partidos, ante Eldense y Sporting, el equipo ha estado muy vivo en el apartado ofensivo, no ha dado muestras de estar desenchufado, aunque le condene la debilidad defensiva.

Ramírez ha dirigido la sesión con aparente normalidad, con rostro muy serio, sabiendo, tanto él como su entorno, que su continuidad pende de un hilo, pero en ese entorno ya a estas horas del domingo ya se sabe que va a tener una oportunidad más al menos. El equipo descansa este lunes y volverá el martes al trabajo, si no hay otro giro, con el entrenador canario en su puesto.

Ramírez es una apuesta personal de Juan Carlos Cordero, director deportivo, que acaba su contrato en junio y que también vive expuesto estas horas, aunque en su caso la decisión no es tan urgente. El míster arribó por supuesto con el beneplácito de Mariano Aguilar, consejero y hombre fuerte de la propiedad, y firmó un contrato por año y medio en diciembre, no condicionado al logro de objetivo alguno y con un proyecto a largo plazo, y su despido es alto, puesto que sus emolumentos hasta junio de 2026 también lo son, teniendo en cuenta que llegó a finales de diciembre con cuatro ayudantes, Endika Gaviña como segundo, Cristóbal Fuentes de preparador físico y Beñat Labaien y Juan Giuffra de analistas.

Además, la dificultad de su relevo también está en el sustituto, el cuarto entrenador de la temporada, tras Víctor Fernández, David Navarro, que fue interino con un encuentro, y el propio Ramírez, porque no es fácil asumir la situación actual del equipo, con solo puntos de ventaja sobre el descenso a Primera RFEF y 12 jornadas por disputarse.

El técnico ya se ha tenido que escuchar peticiones de su marcha ante el Burgos y el Tenerife, esta en el primer partido que dirigió en La Romareda, donde no ha ganado aún, aunque la bronca peor fue ante el Eldense y después del cuarto gol. El preparador también escuchó reprobaciones muy subidas de tono y fuera de lugar por algunos radicales, una veintena, cuando abandonó el estadio el sábado tras el partido.

El canario, que solo ha sumado 7 puntos sobre 27 posibles con una sola victoria en nueve partidos, está en entredicho y seriamente cuestionado. A solo dos puntos del descenso, el Real Zaragoza ya está al borde del abismo y La Romareda, que el sábado cargó contra el entrenador, los jugadores y Cordero, exige cabezas, ya que también se giró hacia el palco con gritos de "fuera, fuera".

En todo caso, la situación es dramática y esta última bala bien puede responder solo a ganar un poco más de tiempo para decidir un relevo que es trascendental por lo que hay en juego, porque en la clasificación y en las sensaciones, en los números y en el fútbol, casi todo señala al Zaragoza como firme candidato a bajar, un descenso de dramáticas consecuencias para una SAD en la que la nueva propiedad ha inyectado 53 millones entre ampliaciones de capital y compra de acciones, un desembolso que no se ha correspondido con lo visto en el césped, con dos años de problemas dudas y un tercero, el actual, con la amenaza más clara que nunca del descenso. Ya La Romareda había señalado al palco en alguna ocasión, pero también lo hizo en la recta final ante el Eldense, no solo a Cordero sino también a la propiedad, a ese conglomerado llamado Real Z LLC

Ese manto de sociedades, hasta 5, que aglutinan Real Z LLC y con muchos inversores en ellas, si bien la voz cantante sale desde Madrid, desde Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético, y de sus socios, el Fondo Ares y Joseph Oughourlian, este propietario del Lens. Ellos tienen a sus peones en el consejo que preside Jorge Mas, el dueño del Inter Miami. Ahí están Mariano Aguilar y Emilio Cruz, hombres de confianza de Gil, Pilar Gil, de Oughourlian, y Cristina Llop, secretaria del consejo y socia en Écija Abogados, la empresa de Pablo Giménez de Parga, secretario del consejo del Atlético y el máximo accionista nominal del Zaragoza porque la sociedad mayoritaria, Global Tavira, la ostentan él y Oughourlian. Ese rápido dibujo, en el que hay que añadir a Juan Forcén, consejero y accionista de la anterior propiedad y de la actual, ayuda a entender el poder de mando en el club aragonés, un mecanismo complejo en el que todas las flechas miran a Madrid, al Civitas Metroplitano en particular. Y de momento, esas flechas dan una última oportunidad a Ramírez esperando que en Almería llegue el ansiado giro.

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