La 30ª jornada de Segunda
El Zaragoza se muere. La contracrónica del Real Zaragoza-Eldense
La situación es insostenible y La Romareda exige cabezas, con Ramírez, Cordero y numerosos jugadores como los más señalados. La acumulación de infamias y el serio peligro de muerte obliga a la propiedad a tomar decisiones

Pau Sans se lleva la mano a la cabeza durante el partido ante el Eldense. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Claro que era una final. Por supuesto que había que hablar de drama. Y tener miedo. Como se le tiene a la muerte. La de un ser querido, lo que es, ni más ni menos, el Real Zaragoza para todos los que eligieron estar cerca de él en una noche de perros para acabar soportando el enésimo bochorno bajo la lluvia. A quién se le ocurre salir a una rueda de prensa previa a un partido tan importante asegurando, pelo en pecho, que no mira la clasificación. Semejante irresponsabilidad se equipara al atrevimiento a la hora de señalar culpables y repartir carnés de zaragocismo siendo un recién llegado e incapaz de ganar partidos. Seis de seis exigió Ramírez para estos dos partidos disputados en casa. Un punto ha sumado. No es el técnico el más indicado para reproches y acusaciones. Se deslegitima él solo.
Y La Romareda, que no es tonta, no le aguanta. Bastante tiene ya como para soportar lecciones de alguien que no gana. Esta vez, de nuevo, pidió la cabeza del técnico, pero también del que lo trajo, Juan Carlos Cordero, que se ha vuelto a cubrir de gloria en la elección de un entrenador como ya hiciera antes con Julio Velázquez, que duró un cuarto de hora, y cuya negligencia en el mercado invernal se recordará durante mucho tiempo.
El Zaragoza no se merece esto. El maltrato es insoportable y amenaza seriamente la vida de un equipo empeñado en avergonzar a los suyos. Porque lo que está pasando no solo es culpa de Ramírez y de Cordero. Nada de eso. La Romareda lo dejó bien claro al cargar contra buena parte de los jugadores, especialmente Femenías, otra sorprendente elección de autor de Ramírez, cuyo registro de siete puntos sobre 27 posibles, por sí solo, ya es merecedor del despido. Si es por Cordero, desde luego, el técnico seguirá. Falta saber si la propiedad, entregada a ambos hasta ahora, respeta el organigrama o impone la jerarquía para asestar ese golpe de autoridad que el zaragocismo reclama. Ella es la que debe valorar si se corre más peligro así o con otro relevo en el banquillo (el tercero del curso), con la dificultad añadida de elegir un sustituto a estas alturas y con este panorama.
La Romareda, desde luego, ya ha dictado sentencia. ‘Ramírez, veta ya’, ‘Cordero, vete ya’ o ‘jugadores mercenarios’ atronaron durante un partido en el que el Zaragoza fue zarandeado por un rival en puestos de descenso. A solo dos puntos está ya el equipo aragonés, envuelto en sudores fríos y preso de una indigna incapacidad para despojarse de la vergüenza, el drama y la tragedia. Porque eso es, precisamente, lo que es ahora el Real Zaragoza: un alma en pena camino del infierno.
Asoma ya la siniestra figura de la guadaña que se ríe a carcajadas de la paciencia, la calma y de esos incautos que dan la espaldas a la muerte. No es el caso de La Romareda, a la que no le caben más lágrimas en el rostro ni más vergüenza en el corazón. Ambas cosas echó la afición en cara durante la ignominia y después de ella, desde la calle.
Se impone la autocrítica, dejar de señalar al de al lado y abandonar de una vez la autocomplacencia. Es hora de tomar decisiones, buenas a ser posible. Así lo exige un zaragocismo muerto de miedo y harto de que le oigan pero no le escuchen. Ustedes dirán.
- El precio de Gabi es Liso
- Las expectativas con el Zaragoza de Gabi y la rebeldía de sus jugadores
- El Real Zaragoza puede renovar de forma unilateral por tres años a los juveniles apartados
- La explosión de los ayudantes en el Real Zaragoza
- El alivio de Soberón, la omisión de Poussin y Calero y el primer Zaragoza de Gabi
- La alargada sombra de Víctor Fernández
- Gabi se queda solo con Saidu
- Real Zaragoza - Córdoba, en directo: ¡Gabi debuta con novedades en la alineación!