REAL ZARAGOZA

Miguel Ángel Ramírez: una etapa tan breve como catastrófica

Ramírez ha estado dos meses y medio al frente del Real Zaragoza en los que solo ha hecho 7 puntos de 30 posibles, ha tenido a La Romareda en contra y ha abierto más frentes de los que ya tenía

Miguel Ángel Ramírez, en el banquillo de Almería este sábado.

Miguel Ángel Ramírez, en el banquillo de Almería este sábado. / CARLOS GIL-ROIG

Zaragoza

La etapa de Miguel Ángel Ramírez en el Real Zaragoza ha sido tan breve como intensa y catastrófica. El grancanario entró con mal pie, La Romareda lo sentenció el primer día y los resultados se le han ido volviendo en contra hasta acabar con él después de solo diez jornadas como entrenador del equipo del león. Los números son indefendibles: 7 puntos de 30 posibles, una sola victoria y lejos de casa, cuatro empates y cinco derrotas, 18 goles en contra y 11 a favor. Pero lo peor de todo es que deja al equipo con un solo punto de ventaja sobre los puestos de descenso, sobre un Eldense ante el que perdió el golaveraje.

Pero no solo ha sido el fútbol. Miguel Ángel Ramírez no ha encajado en el Real Zaragoza ni por su idea futbolística, ni por cómo la ha desarrollado ni por un discurso que le ha hecho abrir más frentes de los que ya tenía. El técnico fue anunciado como entrenador del Real Zaragoza el 27 de diciembre, tras la huida de Víctor Fernández, con todo el mercado de enero por delante y tres semanas para preparar el partido ante el Elche. Desde su llegada el grancanario habló de modernizar el club como gran prioridad, algo que chirriaba, sobre todo, por el momento y la urgencia de victorias por la que fue llamado.

Ante los problemas defensivos del equipo, Ramírez apostó por una defensa de cinco para su estreno. Consiguió maniatar al Elche durante muchos minutos... pero perdió con un tanto en el tiempo añadido. Una semana después fue protagonista de una situación inédita en La Romareda. De nuevo con tres centrales, el Tenerife se adelantó por 0-2 y la grada estalló. «Otro defensa, queremos otro defensa» y «Ramírez, vete ya» tuvo que escucharse el técnico en su estreno. El Zaragoza acabó empatando (2-2) pero Ramírez ya quedaba tocado públicamente.

Ante esta situación el club organizó un encuentro ante 300 aficionados en el que el técnico insistió en la necesidad de sacar del amateurismo al Real Zaragoza antes incluso de pensar en el ascenso y cargó contra la prensa en unas palabras que, posteriormente, tuvo que matizar y explicar.

Las aguas se aplacaron porque el equipo consiguió su primera victoria con Ramírez en La Rosaleda, teniendo que remontar el tanto inicial de Dioni. Pero la línea no fue ascendente. El Zaragoza no pasó del empate a cero en Cádiz en La Romareda y después el equipo cayó en barrena. La idea del grancanario de reforzar la defensa con cinco centrales no hizo al Zaragoza defender mejor ni dejar de encajar goles. Cada partido había uno, dos o más errores que costaban tantos y puntos. Ramírez cambió de sistema pero ni aún así.

Cambió también de portero tras la derrota en Albacete (2-1), dando la alternativa a Femenías por un Poussin que no hacía milagros pero que tampoco era el responsable de nada. Con el balear las cosas no han ido mejor: el Zaragoza no gana con él. El equipo rescató un empate de furia en el añadido en Granada, donde perdía pese a haber jugado contra diez casi una hora, y el día que pudo haber cambiado su suerte, frente al Sporting, recibió el empate en el tiempo añadido. Esa fue la puntilla. Después el Eldense le metió cuatro goles (2-4) y el Almería, otros tantos. En su último partido Ramírez volvió a la defensa de cinco, con idéntico pésimo resultado, pero mantuvo a Femenías, que había sido silbado en La Romareda. Ese ha sido el fin de trayecto de un entrenador que aseguraba cada semana no mirar la clasificación, que pensó antes en cambiar el césped de la Ciudad Deportiva que en ganar partidos de manera inmediata, que solo ha sacado 7 puntos de 30 posibles y que se ha llevado por delante también a Juan Carlos Cordero. 

Tracking Pixel Contents