Gabi da el sí al Real Zaragoza

Gabi Fernández está muy cerca de convertirse en nuevo entrenador del Real Zaragoza. Con Miguel Ángel Ramírez y Juan Carlos Cordero ya destituidos de manera oficial tras el hundimiento del equipo desde Navidad con el canario al mando, la entidad está próxima a cerrar el fichaje del exjugador del club aragonés, de 41 años, actualmente técnico del Getafe B, que ocupa puesto de playoff de ascenso a Primera RFEF en el grupo quinto de Segunda RFEF. Gabi es la opción elegida por la propiedad, encarnada en la figura del consejero Mariano Aguilar, que ha tomado totalmente las riendas del proceso ante la caída en desgracia de Cordero, que también abandona el Real Zaragoza junto a todo su grupo de trabajo.

Gabi, que ya ha dado el sí al Zaragoza, llegó al Getafe B en noviembre de 2023 y antes trabajó en el fútbol base del propio club madrileño y en el Atlético Madrid B como entrenador asistente. Como futbolista militó en el club blanquillo entre 2007 y 2011. Era un centrocampista de mucho carácter y con un gran despliegue y nivel. Ese año regresó al Atlético, su club de formación, donde labró un gran palmarés con la conquista de una Liga, Copa, Europa League o Supercopa de Europa. Antes de la llegada de Ramírez, el club ya fue a por Gabi, que entonces no lo vio claro ante la delicada situación del primer equipo. Ahora, todo ha cambiado y, si no hay un giro radical de los acontecimientos y si el Getafe no pone impedimentos, será el cuarto entrenador de la temporada del Real Zaragoza.

Miguel Ángel Ramírez y Juan Carlos Cordero, despedidos

El nexo de Gabi con la ciudad es fuerte. Es un hombre con mucha personalidad, capaz de imprimir su sello personal a los equipos y con el que el club buscaría un shock emocional instantáneo. 

De fuerte carácter y temperamento, el madrileño estaba llamado a suceder a Bordalás al mando del primer equipo getafense, pero la llamada del Zaragoza apunta a reunir al exfutbolista con el equipo aragonés. De hecho, el madrileño siempre ha expuesto su deseo de reencontrarse con el Zaragoza: «Seguro que podré ayudar de alguna manera. Con las botas no creo que llegue a tiempo, ojalá pudiera, pero cuando estás tantos años en el fútbol hay otros mecanismos para poder ayudar», declaró en una entrevista concedida a este diario hace seis años. 

Brillante en el Getafe

La reducida hoja de servicios del entrenador madrileño es, hasta ahora, brillante. Cogió al Getafe B en puestos d e descenso a Tercera RFEF y no solo lo salvó sino que lo catapultó hasta terminar la campaña en posiciones de playoff de ascenso. Tras un empate sin goles ante el Marbella, el filial azulón cayó eliminado tras perder 2-1 en la vuelta con un gol en el último instante. Este curso, el Getafe B lleva mucho tiempo instalado en puestos de promoción y ayer derrotó a domicilio al Tenerife B (1-3).

Gabi siempre fue el preferido por la propiedad, un deseo favorecido por la relación y sintonía existente entre el Zaragoza y el Atlético de Madrid. La candidatura alternativa era la de Juan Ignacio Martínez ( JIM), que ya consiguió el milagro de salvar al Real Zaragoza en la temporada 20-21 en una situación muy delicada y dejó un gran sabor de boca en la afición.

Sin embargo, fue la actual propiedad la que decidió prescindir de él a su llegada a la ciudad en 2022 para apostar por Juan Carlos Carcedo. Esa apuesta también salió mal. JIM había finalizado la temporada 21-22 en la décima posición con 56 puntos, a doce de la zona de playoff y a 25 del ascenso directo.

Con Ramírez al mando, el equipo aragonés ha sumado 7 puntos de 30 posibles. Ya en la madrugada del domingo, la expedición fue recibida en el aeropuerto por un centenar de aficionados al grito de «jugadores, mercenarios», lo que obligó a las fuerzas de seguridad a emplearse a fondo para evitar males mayores. Ahora, Gabi apunta a ser el cuarto técnico de un curso que pasará a la historia.

Con Gabi, el Zaragoza busca el efecto inmediato de un entrenador con gran capacidad para motivar a sus futbolistas gracias a esa fuerte personalidad de la que también hacía gala cuando era jugador. Muy recto, directo y amante de la disciplina, el manual de estilo del madrileño pasa por la circulación dinámica, la huida de riesgos innecesarios y el dominio desde la pelota o, al menos, así lo ha llevado a cabo en el Getafe B, donde ha creado un equipo a su imagen y semejanza que ha cautivado a propios y extraños y que le ha colocado como uno de los entrenadores con mayor porvenir en el fútbol español.

Falta por determinar la fórmula a través de la que se abrochará la llegada de Gabi a La Romareda. Una improbable cesión desde el Getafe o un traspaso (con más opciones al terminar contrato el próximo 30 de junio) apuntan a propiciar el retorno de un entrenador llamado a salvar a un Zaragoza inmerso de lleno en una situación agónica, un terreno en el que el madrileño es experto desde que lucía el escudo del león en su camiseta.