Real Zaragoza
"¿Si me sorprende la elección de Gabi? Más me sorprendió la del anterior"
Gay y Lafita, técnico y compañero de Gabi en su etapa en el Zaragoza, subrayan su profesionalidad y compromiso. «Ya se veía que iba a ser entrenador», afirma ‘Lafi’

Gay da instrucciones a Gabi durante el partido disputado en Tenerife en la campaña 2009-2010. / SERVICIO ESPECIAL

Gabi es el ojito derecho de Ángel Torres, presidente del Getafe, que tiene claro que es el relevo natural de José Bordalás cuando este decida poner fin a su estancia en el primer equipo. En ese escenario, Gabi estaba llamado a ser su sucesor, una opción que, de hecho, ya llevó al madrileño a rechazar la posibilidad de recalar en el Real Zaragoza cuando el club sondeó su incorporación hace unos meses. Ahora, la situación es otra. Gabi, de 41 años, considera un desafío hacerse ahora con las riendas de un Zaragoza al que, como ha expuesto en varias ocasiones, se comprometió a ayudar en el futuro. Y ese momento ha llegado. El reto es mayúsculo, pero el técnico, aseguran los que mejor le conocen, está preparado.
Su salida ha sido un bofetón a mano abierta para el Getafe B, que se queda sin un entrenador que apenas ha perdido 9 de los 50 encuentros que ha dirigido al filial getafense, al que cogió en descenso el curso pasado y lo clasificó para el playoff de ascenso a Primera RFEF, la zona en la que se está moviendo durante toda la campaña actual.
La plantilla le adora. Su relación con los futbolistas, basada en la cercanía y el diálogo pero envuelta en disciplina y rigor, deja ahora un vacío notable. El disgusto es mayúsculo por la marcha del que voces autorizadas en el Getafe califican como un «súper entrenador», cuyo manual de estilo está encabezado por el control del balón pero siempre a través de un fútbol vertical, más directo que especulativo, con las bandas como sendas favoritas y el 4-4-2 como sistema más frecuentado, si bien se adapta a lo que tiene, como ha estado abocado a hacer ante el continuo e incesante uso de jugadores del filial por parte de Bordalás, con Coba y Keita como principales exponentes.
Gabi es un líder. Como lo era cuando jugaba. Capitán del Atlético y de aquel Zaragoza con el que vivió un descenso, un retorno inmediato y salvaciones milagrosas. «Siempre ha sido un líder. Un tío con mucho carácter y personalidad que derrocha compromiso y profesionalidad», recuerda Ángel Lafita, que compartió vestuario con él en el Real Zaragoza durante dos temporadas (desde 2009 a 2011). «Era de los que hacía grupo tanto en el campo como en el vestuario, y de los que ponía las cosas en su sitio. Un buen tío», incide.
Lafita: «Siempre ha sido un líder. Un tío con mucho carácter y personalidad que derrocha compromiso y profesionalidad», recuerda Ángel Lafita, que compartió vestuario con él en el Real Zaragoza durante dos temporadas (desde 2009 a 2011). «Era de los que hacía grupo tanto en el campo como en el vestuario, y de los que ponía las cosas en su sitio. Un buen tío»
Para el exatacante, será «la pelota» la que dicte sentencia en torno a si su llegada es apropiada. En todo caso, a Lafita no le inquieta demasiado la falta de experiencia de Gabi en los banquillos para lidiar con situaciones tan delicadas como la actual. «No tiene experiencia como técnico, pero sí como jugador y es el mismo deporte. Los conocimientos son los mismos y él ha vivido mucho desde dentro, así que mandarán los resultados».
En aquellas dos convulsas temporadas, ambos tuvieron como entrenador a José Aurelio Gay, relevo de Marcelino durante la 2009-10 tras la destitución del asturiano. El madrileño empezó la 2010-11 en el banquillo, pero fue sustituido tras la undécima jornada por Javier Aguirre. «Liderazgo tiene de sobras. Era un capitán que lideraba dando ejemplo y dispone de esa capacidad para convencer a los futbolistas de que ya han demostrado que no son tan malos. Tengo fe en que pueda sacar al equipo adelante y que se trata de una buena apuesta porque, si bien no tiene experiencia, sí tiene todo lo demás: disciplina, conoce bien el club y la afición, personalidad y profesionalidad», indica Gay, que asegura tener «muy buenos recuerdos» de Gabi.
Gay: «Liderazgo tiene de sobras. Era un capitán que lideraba dando ejemplo y dispone de esa capacidad para convencer a los futbolistas de que ya han demostrado que no son tan malos. Tengo fe en que pueda sacar al equipo adelante y que se trata de una buena apuesta porque, si bien no tiene experiencia, sí tiene todo lo demás: disciplina, conoce bien el club y la afición, personalidad y profesionalidad»
«Como futbolista ya pasó por situaciones tan delicadas como esta, por lo que sí dispone de esa experiencia. Y estoy convencido de que va a ayudar a los jugadores a competir mejor. Su Getafe B tiene sello de autor, aunque ahora no va a tener tiempo para instaurar demasiadas novedades tácticas, sino que se impone el aspecto anímico. Es un gran desafío para él, pero está capacitado para sacar a los jugadores del agujero", explica. "¿Si me sorprende? Más me sorprendió la elección del anterior entrenador, que no tenía relación alguna con la entidad. Gabi es joven, pero ha sido capitán del Zaragoza y vivió como jugador una situación muy parecida a esta", remarca el entrenador.
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