Toni Moya, ante el espejo

«Me queda mucho para ser como él. Siempre ha sido un referente para mí por lo que ha sido y por lo que es. Intento calcar la trayectoria que ha tenido. Ojalá llegue a ser lo que él ha sido». Así hablaba, hace seis años, Toni Moya de Gabi Fernández. El ahora entrenador del Real Zaragoza había dejado el Atlético de Madrid un año antes y el centrocampista que milita actualmente en el cuadro aragonés era pieza clave en un filial colchonero que disputaba el playoff de ascenso a Segunda División contra el Mirandés. Para entonces, Moya era considerado por muchos el heredero de Gabi, que dejó huella y en el que lució galones y conquistó títulos como pieza maestra en el engranaje del cuadro dirigido por Simeone, que, a pesar de los 22 años de Moya, se había negado a dejarle salir cedido porque quería tenerlo cerca.

Moya (27 años) y Gabi (41) llegaron a jugar juntos. Fue en la campaña 2017-18 y durante apenas tres minutos, pero el emeritense cumplía un sueño que llevaba persiguiendo desde hace tiempo. La esperada reunión se produjo en los últimos compases del choque de la jornada 30 que enfrentó en la capital de España al Atlético con el Deportivo y que acabaría con victoria por la mínima de los colchoneros. Gabi, como casi siempre, había sido titular y Moya, del filial, accedió al campo en el minuto 87 para sustituir a Thomas. Era el debut del mediocentro en Primera División.

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Pero el extremeño no es el único jugador de la plantilla zaragocista que jugó con el que ahora es su técnico. También lo hizo Keidi Bare y, al igual que Moya, el Atlético de Madrid fue el escenario. En su caso, sin embargo, la coincidencia fue en el duelo de vuelta de la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey ante Las Palmas en la campaña 2016-2017 en la que la escuadra rojiblanca logró el pase a la siguiente ronda aunque no sin mucho sufrimiento. Tras un favorable 0-2 logrado en la ida disputada en tierras canarias, el Atlético, con muchos suplentes, cayó 2-3 en la vuelta en un choque en el que tanto Gabi como Keidi Bare, entonces en el filial, salieron al campo en la segunda parte. El mediocentro lo hizo tras el descanso para relevar a Lucas Hernández mientras que el albanés jugó los trece últimos minutos en sustitución de Correa.

Entonces, tanto Keidi como Moya recibían instrucciones dentro del campo de un compañero al que consideraban referencia y espejo. Ahora, las directrices proceden del banquillo. En otro equipo y en otras circunstancias totalmente distintas.

La cita es especial por muchas cosas. El Zaragoza afronta este lunes un encuentro trascendental que pone en juego mucho más que tres puntos. Y lo hará con un exjugador en el banquillo y, tal vez, en el campo con el que estaba llamado a ser sucesor. Toni Moya, que ya fue titular en Almería en la despedida de Ramírez, apunta a repetir en el once junto a Francho ante las ausencias del propio Bare, ahora lesionado, y de Arriaga, con su selección. Además, Guti, que jugó el pasado fin de semana sus primeros minutos tras haberse lesionado nada más llegar procedente del Elche, todavía no tiene el ritmo de competición necesario para aparecer de inicio. 

Moya, de hecho, está llamado a ser pieza clave con Gabi, con el que comparte algo más que pasado. De estilo similar, el extremeño, que no está realizando una buena temporada, será importante. Claro que, en cuestión de liderazgo, nada que ver con el que lucía Gabi cuando jugaba. Y también ahora.