La opinión de Sergio Pérez
Las expectativas con el Zaragoza de Gabi y la rebeldía de sus jugadores
El técnico pondrá en escena este lunes ante el Córdoba su plan para llevar al Real Zaragoza hasta la salvación. La reacción de sus jugadores será clave. Y el papel de La Romareda, importante.

Gabi observa un entrenamiento de sus jugadores en la Ciudad Deportiva. / JOSEMA MOLINA

En el fútbol, los triunfos son de los jugadores y de los entrenadores. Sobre todo, de los jugadores. Este juego siempre les ha pertenecido más que a nadie. A ellos y al pueblo. Para alcanzar los objetivos es imprescindible contar con una plantilla de nivel y con un buen técnico. Si falla alguna de esas dos variables, el éxito es imposible. Sin embargo, a tocar techo ayuda mucho un clima social adecuado, sano y una afición entregada a su equipo. No es el factor más determinante, lo significativo es lo que sucede en el campo, quién hace goles, quién los para y quién los da, pero sí de gran importancia y un componente de peso que suele decantar balanzas en un sentido o en el contrario.
En esta etapa de Segunda, La Romareda ha sido un escenario espectacular, capaz de poner los pelos de punta al más insensible y de generar una atmósfera única en la categoría. Un verdadero teatro para soñar, un coliseo donde la electricidad y la energía han corrido de asiento en asiento. En varios momentos decisivos a lo largo de estos doce años en Segunda División, con el equipo disparado hacia arriba, la grada cumplió su papel con creces. Falló lo que sucedió sobre el césped, con un muy especial recuerdo para aquella tarde aciaga ante el gol frente al Numancia con el equipo en un estado de forma fantástico.
Esta temporada, el Real Zaragoza ha disputado ya 15 partidos en casa, donde solo ha sumado 16 puntos. Es decir, han volado 29. Solo ha ganado cuatro veces ante su gente, la última a finales de 2024. A su llegada, Gabi hizo muchas cosas. Se mostró como siempre ha sido y asumió el liderazgo del grupo con personalidad, carácter y valentía. Y prometió conseguir la salvación.
Ha tenido una semana para trabajar con sus futbolistas, de los que hay que esperar una reacción profunda y un acto de rebeldía individual y colectiva. Para llegar a la meta de la permanencia será imprescindible que Gabi dé con las claves emocionales y tácticas, pero también que los futbolistas mejoren su rendimiento y den un paso adelante, cualitativo y cuantitativo.
El entrenador también hizo un llamamiento a La Romareda. “Creo que son capaces de llevar al equipo en volandas. Yo lo he vivido y no tengo ninguna duda de que lo van a hacer”, dijo. Durante la recién terminada etapa de Miguel Ángel Ramírez, el ambiente en el estadio estuvo enrarecido con el canario desde el primer día. Aquel ‘Ramírez, vete ya’ en su debut ante su gente quedará para la historia.
Al Real Zaragoza le restan seis encuentros en su estadio, donde debería fortalecer su rendimiento si no quiere llevarse el susto más grande de su historia. Gabi llamó a La Romareda, a la vieja Romareda de siempre. Al Zaragoza lo volverá a defender su gente. Pero el técnico necesita sobre todo que lo defiendan sus futbolistas.
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