La crónica del Levante-Real Zaragoza (5-2). Un circo pasó por el Ciutat

Cinco goles, una colección de regalos y una imagen bochornosa... El Real Zaragoza decidió allanar el camino del Levante y le dio todas las facilidades del mundo para salir goleado del Ciutat, donde el equipo de Gabi, empezando por el plan del entrenador, muy equivocado, pero siguiendo por la intensidad defensiva y la manera de afrontar el duelo, fue un circo absoluto. La empresa de ganar en el campo del Levante no era sencilla, dar esta imagen de equipo apagado, sin espíritu apenas y que da todo tipo de concesiones, no tiene ninguna justificación. Absolutamente ninguna, es imperdonable.

La 'Poussinada', la 'Jairada' y el Real Zaragoza de la angustia interminable

En el 78 en el Ciutat y con 3-0 se escuchó el himno del Zaragoza por los alrededor de 1.000 zaragocistas en las gradas. Eso explica lo lejos que está el equipo de su gente. Estuvo, de hecho, a años luz en un partido impropio, uno de los peores del curso. Quizá el peor. Y tras ese esperpento los jugadores fueron a darle las gracias a su gente.... No aprovechó el Zaragoza el fallo del Eldense, que cayó en Ferrol y eligió seguir sufriendo. Y mucho... Mantiene los dos puntos de renta. Espera el Huesca, que llegará con mucha sbajas, y el derbi y después el equipo gallego y el Cartagena, tres duelos para dejar de padecer, pero para ello la actitud y la capacidad tienen que ser mayores, igual que la valentía que se necesita en estos casos, en el banquillo y en el césped, como sobre todo el trabajo defensivo. Al ridículo nivel del choque de este sábado no se le puede ganar a nadie. Ni al Levante ni a ninguno.

Con las bajas de Arriaga y Francho, que pesarían y mucho, Gabi movió el once con hasta cinco cambios, con Marí de retorno al ataque junto a Bazdar y con Luna y Calero ocupando los laterales, el segundo a pierna cambiada para que Liso y Adu Ares se encargaran de las alas dejando la sala de máquinas de Guti y Toni Moya. El Levante, con un ataque repleto de movilidad, con el talento de Carlos Álvarez y la confianza de Morales, no tardó en golpear al Zaragoza. Y por partida doble, sin casi despeinarse.

Salió el equipo de Gabi dormido, con la habitual flojera defensiva que le ha lastrado tantas veces este curo. El Levante no necesitó casi ni proponérselo. Una contra lanzada por Carlos Álvarez para Pampín, que encontró una autopista en su banda para dársela a Morales, que recortó con una facilidad extrema a Vital para ponérsela en la cabeza a Carlos Álvarez en el 1-0 a los cinco minutos. Coser y cantar, vamos.

Después, fue el turno de la Mujer Barbuda en el circo zaragocista. Una salida a destiempo de Poussin tras un pase de Carlos Álvarez a Brugui para que entre Jair y Vital con el meta galo fuera de sitio mataran el balón y Álex Forés, novedad granota en el once, anotara de vaselina. 2-0 y 12 minutos, el panorama era horroroso para un Zaragoza vergonzoso. Al menos, el equipo de Gabi se levantó. Toni Moya empezó a aparecer y el Zaragoza hacía sufrir algo por la banda de Luna y Adu Ares, aunque fue un error de Oriol Rey el que pudo meter al equipo en el partido, pero Andrés le negó el gol a Bazdar. Ignasi Miquel tapó un buen avance de Toni Moya y el balón era zaragocista, aunque la ventaja era granota.

Pudo ser mayor, pero Poussin ofreció la cara en su habitual tragicomedia sacando un remate de cabeza a Forés con Vital de nuevo despistado. El último cuarto de hora del primer acto fue del equipo zaragocista, que tenía el balón y que vivía cerca del área rival. Un disparo cruzado de Bazdar, un cabezazo de Jair en un córner, otro remate mordido de Adu tras una contra de Marí... El Zaragoza llegaba, pero solo eso y el Levante vivía bastante cómodo para que el descanso hiciera acto de presencia. Tiró Gabi de Soberón y Tasende en el descanso por Luna y Bazdar y el Zaragoza no tardó en ir a la lona otra vez, con un error en el intento de despeje de Jair que dejó solo a Morales para regatear a Poussin y hacer el 3-0 en el 50.

De ahí al final, solo pesadilla. Gabi recurrió a Aketxe y dio minutos a Pau Sans, que merece ser titular y casi nunca lo es. Soberón pudo hacer el 3-1, pero realmente no había partido. Calero permitió centrar a Pâmpín y Jair rematar a Espí para el 4-0, Pau Sans acortó distancias de cabeza a centro de Adu Ares, pero el Levante, con las concesiones zaragocistas, lo tenía todo muy fácil. Un torpe penalti de Calero supuso el quinto granota, de Iván Romero, y Soberón, en un córner ganado por Jair, cerró el marcador. Una vergüenza, un circo bochornoso, sin duda.