Real Zaragoza

Goles a la desesperada. El Zaragoza de Gabi solo marca al final

Los seis tantos marcados por el equipo aragonés desde que el técnico madrileño tomó el mando han llegado en los últimos 20 minutos y la mitad de ellos, a partir del 89. La única vez que el equipo se ha adelantado (ante el Mirandés) acabó ganando.

Pau Sans, Francho y Vital celebran con la afición un gol postrero del Real Zaragoza en La Romareda.

Pau Sans, Francho y Vital celebran con la afición un gol postrero del Real Zaragoza en La Romareda. / LAURA TRIVES

Jorge Oto

Jorge Oto

Zaragoza

El Real Zaragoza de Gabi no se está caracterizando por entrar a los partidos con sangre en el ojo y cara de malo. Lejos de encarar las contiendas como una batalla a vida o muerte, el conjunto aragonés elige el modo contemplativo para afrontar cada duelo, sin presión alta ni ese grado extra de intensidad que requiere la dramática situación actual.

Quizás condicionado por su deficiente calidad física, el Zaragoza de Gabi se está mostrando incapaz de marcar el ritmo, controlar los partidos y derrochar solidez, lo que le ha llevado a dejar la portería a cero solo una vez (1-0 ante el Mirandés). En el resto, siempre ha recibido algún tanto. Tanto en casa (1-1 contra el Córdoba y 2-2 ante el Eibar) como fuera (2-0 en Santander y 5-2 en el Ciutat de Valencia).

Si las cosas no están mejorando atrás, por delante tampoco se atisba una progresión clara. Solo en la victoria contra el Mirandés fue capaz de adelantarse en el marcador y lo hizo cuando el encuentro afrontaba su recta final, una tónica que se viene repitiendo desde que el madrileño tomó las riendas. Y es que los seis tantos marcados por el Zaragoza de Gabi han llegado en los últimos veinte minutos de los partidos y, en la mayoría de los casos, producto de un ataque a la desesperada como consecuencia de un marcador en contra. 

La tendencia la inició Mario Soberón, máximo goleador del equipo, con un tanto en el minuto 82 ante el Córdoba que igualaba la contienda. El marcador (1-1) ya no se movería en el estreno de Gabi en el banquillo ante una Romareda entregada y renovada tras el convulso paso de Miguel Ángel Ramírez, destituido junto al director deportivo que lo trajo (para dos temporadas), Juan Carlos Cordero.

No hubo goles del Zaragoza en Santander (el único de los seis partidos en los que el conjunto aragonés no ha sido capaz de perforar el marco contrario). La expulsión de Calero antes del descanso marcó un choque envuelto de nuevo en graves errores individuales (Liso y Tasende en el primer gol local y Jair en el segundo).

Sí hizo diana el Zaragoza en la siguiente jornada, cuando logró la única victoria hasta ahora con Gabi. Fue contra el Mirandés y por la mínima gracias a un gol de Jair a falta de doce minutos para la conclusión. De nuevo, el tanto llegaba en el tramo final, cuando las urgencias apretaban a una escuadra blanquilla que se jugaba no acabar la jornada en puestos de descenso.

La dinámica tuvo continuidad frente al Eibar en el segundo encuentro consecutivo en casa. El Zaragoza se tenía que conformar con un empate (2-2) con cierto sabor a victoria tras levantar, también en los últimos minutos, un 0-2 adverso. De nuevo Jair, en el minuto 72, y Poussin, al cabecear en el descuento (93) un saque de esquina con el Zaragoza volcado a la desesperada en busca del empate, acentuaban la cuestionable gestión de tiempos de un cuadro aragonés que, por ahora, solo ha sido capaz de marcar cuando no le ha quedado más remedio que despojarse del corsé y lanzarse hacia arriba.

Algo así sucedió también el pasado sábado, cuando el Levante explotó a la perfección los groseros errores individuales del Zaragoza (con Vital, Jair y Calero como principales exponentes) para golear a un conjunto blanquillo que solo fue capaz de ver puerta cuando se quedó sin opciones. De nuevo, el descaro de Pau Sans, cuya titularidad comienza a ser ya una cuestión de estado, fue determinante para llegar más y mejor a las inmediaciones del área contraria. El canterano, con un tanto en el 89, maquillaba algo el resultado de un encuentro que acabó con un doloroso 5-2 tras el gol de Soberón en el 93.

Así, el Zaragoza de Gabi ha logrado la mitad de sus seis goles a partir del minuto 89 y cuatro en los ocho últimos. Ni rastro de dianas en las primeras partes, una tendencia que se mantiene respecto al resto del curso.

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