La opinión de Sergio Pérez

De la reconstrucción masiva de Víctor a la de Gabi y el kilómetro cero del Real Zaragoza

Hace un año, Víctor Fernández reclamó una reconstrucción masiva. Ahora, Gabi pide empezar el proyecto desde cero. La SAD sigue estancada en el mismo sitio: en el kilómetro cero en Madrid

Jorge Mas, en el palco de La Romareda, donde presidió el partido contra el Deportivo.

Jorge Mas, en el palco de La Romareda, donde presidió el partido contra el Deportivo. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

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Zaragoza

Hace justo un año por estas mismas fechas, semana arriba, semana abajo, Víctor Fernández acuñó una de las frases de la temporada que está a punto de terminar. “Habrá una reconstrucción masiva del equipo”. El Real Zaragoza 24-25 estaba empezando a gestarse y el entrenador aragonés verbalizó con su habitual tino en el uso de las palabras cuál iba a ser el camino emprendido por la SAD. Tabla rasa en la plantilla.

Era el inicio de todo. A lo largo de los meses hemos ido viendo cómo ha sido el desarrollo de aquella idea y cuáles han sido sus resultados. El equipo aragonés consiguió este pasado domingo la permanencia matemática en Segunda División tras ganar al Deportivo en el último partido de la vieja Romareda, después de un invierno malo y una mala primavera. Por el medio, jornadas y jornadas de sufrimiento extremo, peligro real de descenso y una sucesión de noticias no planificadas: la dimisión irrevocable de Víctor Fernández y las destituciones conjuntas de Miguel Ángel Ramírez y Juan Carlos Cordero, el director deportivo, que había unido su destino al peor compañero de viaje.

De quienes gestaron el Real Zaragoza 24-25 no queda casi nadie. Solo Mariano Aguilar, el consejero que se encarga del área deportiva y que hace de vaso comunicante con quienes de verdad mandan en la SAD. Están todos en Madrid. De la Primera División tampoco ha habido noticias esta campaña, objetivo fijado públicamente por Fernando López, nuevo director general tras la marcha de Raúl Sanllehí. Fue la segunda frase de esta Liga: “Es hora de que nos quitemos la careta, el ascenso es el primer objetivo”. En realidad, lo era desde que la actual propiedad desembarcó en la ciudad, pero la declaración expuso los planes sin trampa ni cartón. Quedará en la historia de una campaña en la que el equipo ha estado más cerca de la Primera RFEF que de la Primera División.

Un año después de todo aquello, de la fotografía en un restaurante de Madrid, la estructura deportiva del Real Zaragoza está por rehacerse. Solo quedan Jorge Mas, el presidente ausente, Aguilar y López. Hay que tirar poco del hilo para saber qué hay detrás de ambos. En mitad de la temporada llegó Gabi Fernández, con nexos comunes con los dos y también con el club blanquillo, donde ya había sido un jugador importante. La salvación le pertenece. A él y a la afición.

En la rueda de prensa posterior a la victoria ante el Deportivo, Gabi pareció el Víctor Fernández de hace un año. Cuando fue preguntado si se puede aventurar otra revolución, respondió: “Sí. Igual que va a hacer un estadio nuevo y lo va a tirar abajo para poner los cimientos nuevos, el club necesita eso también. Si queremos ser un club importante y luchar por cosas mayores tenemos que empezar desde cero”.

Después de doce meses, en realidad 36, los tres años que la actual propiedad lleva como dueña del club, el Real Zaragoza no ha sido capaz de dar ningún paso deportivo adelante y continúa en el mismo sitio: estancada en el kilómetro cero en Madrid.

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