Las claves de la (no) continuidad de Kervin Arriaga
El salario, más el coste de la amortización de 400.000 euros, es lo que el Zaragoza juzga inviable para que siga y el entorno del jugador ve prácticamente rota cualquier opción. Ese acuerdo es verbal y el firmado hasta el 30 de junio es por 600.000

Kervin Arriaga, en un entrenamiento con Honduras. / EFE
Fue tajante Txema Indias en su presentación como nuevo director deportivo del Real Zaragoza al hablar de la continuidad de Kervin Arriaga tras admitir que el acuerdo estaba cerrado, pero que era inviable para el club. "Si dejamos aquí al chico en la situación actual con el límite salarial como está ahora sería una irresponsabilidad, no estaría actuando bien", dijo el ejecutivo donostiarra, que no quiso cerrar la puerta a que siga, asegurando que hay tiempo hasta el 30 de junio para decidir.
«Tenemos una situación económica y deportiva que gestionar muy bien. Hay 20 días para tomar una decisión, pero debe ser una decisión equilibrada y con responsabilidad. Kervin nos sirve y mucho, pero debe haber equilibrio económico. Es verdad que en momentos de necesidad o ansiedad se hacen acuerdos, yo los he podido hacer, que ya veremos luego si se pueden asumir. El club se dejó la puerta abierta a que pudiera continuar con nosotros, pero además de valorar lo deportivo también hay que hacer lo mismo con lo económico. Van de la mano", añadió Indias.
Ahora mismo, desde el entorno del jugador se ve como prácticamente rota cualquier opción para que continúe, mientras que el Partizan de Belgrado sigue a la espera de que el Zaragoza le comunique la decisión sobre el futbolista, que esta pasada madrugada ha jugado los 90 minutos en el partido de clasificación para el Mundial ante Antigua y Barbuda, con victoria de La H por 2-0. Ahora, tiene por delante tres compromisos de la Copa Oro, ante Canadá, El Salvador y Curazao, del 18 a 25, y después comenzaría unas vacaciones que le llevarían a incorporarse más tarde a la pretemporada zaragocista. Si es que se incorpora claro está.
Kervin Arriaga llegó a principios de enero con un acuerdo de cesión con el Partizan, asumiendo su ficha y estableciendo una opción de compra de 600.000 euros y el 25% de la plusvalía de una futura venta. La compra era obligada en caso de ascenso y opcional si no se subía, con fecha límite en ambos casos del 30 de junio. Sin embargo, a finales de febrero y con el ascenso ya como quimera el Zaragoza negoció con el Partizan rebajar la cuantía de esa opción y hubo acuerdo verbal de 400.000 euros y el 25% de la plusvalía (300.000 en un primer pago y 100.000 en el siguiente) que se ejecutaría en cuanto se lograra la permanencia.
En ese acuerdo, Arriaga, con contrato con el club serbio hasta 2027, pasaba a firmar un vínculo por tres años, hasta 2028, manteniendo sus condiciones salariales, que en el Partizan rondan los 400.000 euros netos, una cifra mucho mayor en bruto. Una vez lograda la salvación, el Zaragoza habló con Arriaga, con sus agentes, para retocar ese contrato, tal y como adelantó este diario el 28 de mayo, bajando la cantidad económica y con algún año más de vínculo, y ahora mismo el acuerdo en ese punto se antoja imposible, salvo giro en la negociación y que una de las dos partes dé su brazo a torcer, que en el caso del futbolista no lo parece.
Gabi, antes del partido ante el Castellón que cerró la Liga y donde el hondureño fue baja, juzgó importante la continuidad de Arriaga, pero sin hipotecar al club con ese fichaje. "Quiero que siga Kervin, pero no a cualquier precio y de cualquier manera. Es un jugador muy importante. Ha sido el mejor en ocho de los diez partidos que llevo aquí, pero los jugadores tienen que apostar por estar en el Zaragoza. Esto no es el Madrid o el Barcelona. Tienen que poner un punto extra por querer jugar aquí con la repercusión que tiene, con el momento que es y con lo que puede crecer el club. Pero digo que la implicación de Kervin (Arriaga) es de diez y espero y deseo que siga con nosotros", aseveró el 29 de mayo.
El problema es que los 400.000 euros del traspaso se suman al coste del salario (hay que amortizarlos en los tres años de duración del contrato, unos 133.000 por temporada), por lo que la continuidad del hondureño supondría un desembolso la próxima temporada que superaría de forma amplia los 800.000 euros.
El Partizan, donde no se desea su regreso tras ficharlo el año pasado del Minessota FC por medio millón de dólares y la denuncia por impagos de varios meses que hizo el futbolista, daba ya por resuelta la salida de Arriaga y, de momento, respeta el acuerdo verbal de 400.000 euros, aunque hasta el 30 de junio no puede buscar otra solución al futbolista, que es cuando expira la opción de 600.000 firmada. En todo caso, si el Zaragoza no abona esa cantidad pactada verbalmente menos lo hará con la opción más cara, puesto que los costes de amortización de Arriaga subirían.
Así, la solución solo pasa por que el centrocampista acceda a ese cambio contractual, que también bajaría la amortización al ser más años de vínculo y eso haría que su continuidad ya encajara en los parámetros económicos, o que el club serbio busque otro destino cuando expire la opción zaragocista, teniendo en cuenta que el gran nivel de Arriaga en el Zaragoza, con 17 partidos, 15 de titular y un gol, al Huesca, le puede abrir puertas en equipos europeos. El hondureño, que ha tenido en su rodilla derecha el punto débil en esta cesión, con aquel golpe ante el Eibar que hizo temer por una dolencia mayor, pudo terminar la temporada, aunque con la salvación ya amarrada en Castalia ya descansó, y sigue jugando con Honduras con total normalidad.
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