Liso, una operación sin defensa

El Getafe y el Real Zaragoza tardarán unos días en hacer oficial la cesión del extremo, una salida pactada desde marzo para que llegara Gabi y que no es positiva ni en los términos actuales ni en los de futuro para el club aragonés

Liso posa en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza.

Liso posa en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza. / JOSEMA MOLINA

Santiago Valero

Santiago Valero

Se despidió en sus redes sociales el jueves por la noche Adrián Liso del Real Zaragoza, sin hacer mención al equipo al que va, que es el Getafe en forma de cesión y en un acuerdo que está cerrado desde la llegada de Gabi, tal y como reveló este diario el pasado 20 de marzo. En la negociación para que el entonces entrenador del filial azulón arribara a La Romareda Liso fue la llave para que se llevara a cabo y que el Getafe pudiera hacerse con un jugador que ya intentó, sin conseguirlo, fichar el verano pasado como una petición expresa de José Bordalás, su entrenador.

La misiva, sorprendente para los dos clubs, ya que se asegura que no la esperaban, si bien desde el entorno del extremo se afirma sin dudas que tuvo la autorización para hacerla, cerró de forma sorprendente a la espera del anuncio oficial, que no llegará hasta pasados unos días, probablemente lo que queda de mes, una operación sin defensa para el Zaragoza más allá de que posibilitó la llegada de Gabi al banquillo y con él se logró la permanencia. Ahora, el entrenador ha renovado por un año más, ya que la continuidad del técnico también quedó pactada a su llegada en marzo si se daba la permanencia, pero al final fue solo por un año y no por dos.

Las condiciones de esa cesión, ya expuestas por este diario hace tiempo, son de un préstamo con opción de compra por tres millones por el 50% del pase, de los derechos económicos, de carácter voluntario, no sujeta a ningún objetivo, ni individual por rendimiento, ni global por el club, como la permanencia, por ejemplo, y a ejecutar antes del 30 de junio de 2026. Si se ejecuta, firma en propiedad por el Getafe hasta 2030 y, si no, vuelve, al Zaragoza, donde tiene contrato hasta 2029 tras su renovación de hace un año.

Así, en el mejor de los casos, el Zaragoza ingresará dentro de un año la cifra que habría obtenido el verano pasado por el jugador en la oferta por escrito que tuvo el club zaragocista del Getafe y que rechazó remitiendo a la cláusula porque Víctor Fernández se negó con rotundidad a ese traspaso y en esa idea le secundó la entidad blanquilla. La cláusula del futbolista es de 15 millones.

Eso, teniendo en cuenta que el Getafe subió de formal verbal en agosto a 4 millones la oferta por el 60% del pase, por lo que ya ingresará menos de lo que pudo hacer el verano pasado, teniendo en cuenta que Liso, dentro de un año, con dos temporadas más de profesional, la pasada, donde su nivel se ha estancado con respecto a su gran irrupción en la 23-24 de la mano de Víctor, artífice también de su llegada al primer equipo, y la que será la 25-26 en la élite, esta previsiblemente en un buen nivel en Primera, ya que si no obviamente el club azulón no ejecutará la opción, aumentarán su valor de mercado, que ahora mismo en Transfermarkt está en dos millones por un futbolista que cumplió 20 años en abril.

Y hay otros factores que lo subirán, como su presencia con la sub-20, donde ahora está en la prelista del Mundial que se disputa entre septiembre y octubre en Chile, ya que fue citado a finales de mayo para unos entrenamientos en Alicante. Así, lo normal es que Liso dentro de un año, si el Getafe adquiere el pase, valga mucho más de lo que iba a pagar el verano pasado. Y, si la entidad getafeña no lo compra, será muestra de que su nivel en Primera no ha sido el esperado y regresará a Zaragoza con un valor posiblemente más bajo.

El efecto sobre el límite

Esa no obligatoriedad de la opción de compra ya deja al club aragonés con poco o nulo margen y, ahora, es margen salarial lo que necesita. El traspaso de Liso, de hacerse en este verano, aumentaría el límite salarial, en al menos el 25% de la cuantía y supondría más disponibilidad económica para Txema Indias, que como se ha reconocido, lo hizo el propio Gabi, tiene el límite casi agotado con los actuales contratos. Así, la marcha del canterano en forma de cesión solo libera su salario, que en el primer año tras su renovación rondaba los 150.000 euros en fijo, premios al margen, que los tenía casi en la misma cantidad que el fijo, y que lo normal es que subiera de forma progresiva en este segundo curso, pero ese ahorro es muy pequeño, muy leve, con respecto a las mayores posibilidades que habría traído su traspaso ahora.

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