Real Zaragoza

El Real Zaragoza tiene que acometer, al menos, una decena más de salidas

El club sigue teniendo en nómina a 21 jugadores y prácticamente la mitad están destinados a no formar parte de la platilla para la 25-26

Los jugadores del Real Zaragoza, durante el último entrenamiento del curso

Los jugadores del Real Zaragoza, durante el último entrenamiento del curso / Miguel Ángel Gracia

Zaragoza

Como si fuera el Día de la Marmota, un año más el Real Zaragoza, tras otra temporada horripilante y que por poco no acaba en tragedia, tiene que hacer una profunda remodelación en su plantilla para tratar de salir de este bucle de mediocridad en el que está instalado. Y un verano más, la dirección deportiva del club, liderada ahora por Txema Indias, tiene ante sí un delicado panorama en el que para poder acometer todos los movimientos volverá a imponerse una máxima muy escuchada en estas fechas para entrar, primero hay que dejar salir.

En ello están ya en las oficinas de la entidad, desde donde ya se han dado los primeros pasos de esa peliaguda tarea. Con Joan Femenías y Jair Amador ya como historia zaragocista y con el adiós de Liso al Getafe, el club busca fórmulas para que la operación salida no se atasque (aunque en muchas ocasiones es inevitable) y eso no comprometa las llegadas. De los 21 jugadores que tienen contrato para la próxima temporada con el Real Zaragoza, son casi mitad y mitad los que tienen asegurada su continuidad y los que apuntan a quedarse.

Aunque las particularidades del mercado puede hacer que las situaciones de algunos futbolistas puedan cambiar de la noche a la mañana, por el momento en la planificación de la plantilla del club cuenta con los siguientes nombres: Poussin, Tasende, Keidi Bare, Francho, Guti, Toni Moya, Pau Sans, Aketxe, Bazdar, Soberón y Dani Gómez.

En la posición del campo donde hay más dudas es en el lateral derecho. Calero y Luna tienen contrato, pero lo lógico es que al menos uno de ellos salga. El buen año de Juan Sebastián en Alcorcón ha provocado que el Zaragoza esté decidido a que vuelva a la capital aragonesa para que haga la pretemporada y después decidir si puede tener una oportunidad o vuelve a salir cedido. El Real Zaragoza puede ejecutar, y todo apunta a que lo hará, una prórroga unilateral de dos años. En esa misma situación está Alberto Vaquero, aunque sus opciones de seguir ligado al equipo aragonés son mucho menores

Dos de los fichajes del pasado año que vinieron para sellar la portería zaragocista, Kosa y Vital, también están en la rampa de salida. Kosa, con tres años de contrato, seguro que sale en forma de préstamo. El portugués sí que tiene más opciones de quedarse, pero su futuro está en el aire.

Si ya hay que crear huecos donde no los hay, los futbolistas que vuelven de cesión no tienen prácticamente ninguna oportunidad de formar parte del equipo el curso que viene. Bakis, Enrich, Borge, Gori, Carbonell y Cuenca, todos con contrato, deberán negociar con el club la forma de certificar sus salidas.

El dinero

Un lío, en todo caso, de grandes dimensiones en el que, además, el encaje de bolillos que hay que hacer para cuadrar la gestión económica lo complica todo. "Puedes tener un límite salarial alto, pero si ese límite está consumido en un porcentaje alto, pues no tengo las manos libres para gestionar como me gustaría", afirmó tajante Txema Indias en su presentación.

El director deportivo del Real Zaragoza ya ha planteado un escenario en el límite salarial casi copado y que, a expensas de lo que se pueda mover esa cifra vía algún traspaso inesperado, no variará mucho de los 11,7 millones del pasado curso. 

De los jugadores que se vayan y de los acuerdos a los que se lleguen, indemnizaciones incluidas, dependerá el oxígeno que el director deportivo gane para levantar su obra. Porque cambiar un verano más los cimientos del Real Zaragoza apunta a ser una complicada faena con muchos frentes que torear.

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