Entrevista | Jugador del Real Zaragoza entre 2020 y 2025. 164 partidos oficiales
Jair: "Pensé en dejar el fútbol porque no acababa de aceptar ser tratado de esas maneras"
El central habla de su etapa en el Zaragoza, de la dureza del último año, donde se le descartó y no se le dejó salir, del comportamiento de Víctor, de la permanencia y de aquel gol al Mirandés que "es el momentazo de mi carrera", además de reconocer que en caso de oferta para renovar no habría seguido: "Hubiera sido un no con mucho dolor, pero era lo más sensato por la dureza de lo vivido en la última etapa"

Jair Amador posa en la Ciudad Deportiva zaragocista. / JAIME GALINDO
Tras 164 partidos oficiales en el Zaragoza y cinco temporadas dice adiós. ¿Cuál es su primera sensación?
La despedida es agridulce por cómo ha sido esta última temporada, no puedo quedarme solo con la sensación negativa de lo reciente porque he tenido cuatro años antes de participar mucho, con rol importante, con el cariño de la afición y de los trabajadores del club. He estado muy a gusto y creo que han estado contentos con mi aportación. Me quedo con la parte positiva de conocer a tanta gente buena, de vestir esta camiseta y de defender este escudo. Esta última temporada ha sido dura y de todo se aprende, también he aprendido mucho, muchísimo, de lo vivido en los últimos meses.
Cuando llega desde el Maccabi de Tel Aviv en 2020, ¿pensaba que iba a estar tanto tiempo, que se iba a consolidar tanto?
Pues no, la verdad es que ni por asomo, pero es que aquí me he encontrado muy a gusto, al principio recuerdo con las gradas de La Romareda vacías tras la pandemia, después al notar ese calor de la grada, ese empuje que siempre notas cuando las cosas van bien. Eso es espectacular. Siento que he dejado mucho cariño en el Zaragoza y en Zaragoza, ha sido una etapa larga en mi carrera, que no me esperaba que lo fuera tanto, pero agradable, importante y muy positiva para mí. Allí yo he tenido a mi hija, mis hijos se han criado en esa ciudad, han sido felices, mi mujer también ha estado muy bien, con muchas amistades y gente que nos llevamos para siempre en el corazón y todo eso hace que sea muy complicado tener que marcharte, sabiendo que es parte del fútbol y que más tarde o más temprano tenía que tocar.
"La espina de no subir o de al menos estar cerca, en el 'playoff', va a estar ahí en mi caso para siempre. Recuerdo que lo hablaba sobre todo con Cristian, Francho, Nieto, con Gámez o Bermejo cuando estaban, es que se me ponía solo la piel de gallina de pensar en ascender, lo que significaría para la ciudad y para cada uno de nosotros"
En su carta de despedida destacó a tres entrenadores por encima de todos los que tuvo en el Zaragoza: JIM, Fran Escribá y Gabi. ¿Con quién Jair alcanzó su mejor versión? ¿Cuál fue su mejor momento en el equipo?
Diría que con Fran, cuando llega en la 22-23, en esa temporada y en el principio de la siguiente. Me sentí muy a gusto con él, me dio mucha confianza, cada entrenador implica una adaptación a su forma de ver el fútbol y tanto él como David (Generelo) depositaron mucha fe en mí y creo que eso se acabó notando en el campo.
La espina en estos años ha sido el no subir, ni siquiera estar cerca.
Sí y va a estar ahí en mi caso para siempre. Ya no hablo de ascenso, que es algo muy difícil en esta categoría con tanta igualdad y con equipos recién descendidos que son tan fuertes, es la espina de no haber estado en al menos el playoff y haber vivido algo tan bonito como habría sido el poder jugarlo. Subir con el Zaragoza, recuerdo que lo hablaba sobre todo con Cristian, Francho, Nieto, con Gámez o Bermejo cuando estaban, es que se me ponía solo la piel de gallina de pensarlo, lo que significaría para la ciudad y para cada uno de nosotros. Es que no se puede ni explicar, pero no pudo ser. Eso sí, el día que pase eso me alegraré como el que más, como si estuviera en la plantilla, porque voy a estar ahora siempre ahí apoyando como un aficionado más, por los compañeros, por el cariño y por todo lo vivido .
"Apelar a la prudencia en el discurso no significa que en el primer año no se pueda subir, ojalá se logre, sino que se trata de ser conscientes de lo difícil que es y lo importante que es ir construyendo esos cimientos, con la sensatez de saber lo que ha pasado en los años anteriores, del lugar del que viene el club"
El equipo se ha quedado lejos estos años de rozar esa vía, incluso en esta temporada última se sufrió más que nunca. Ahora, los discursos de Txema Indias y Gabi están presididos por la humildad en el objetivo, se habla de no sufrir primero.
Es un discurso que para mí es creíble si lo piensas de verdad, es que es clave ir pasito a pasito, ir poco a poco y empezar el proyecto desde los cimientos, construir una base fuerte para estar cerca de lo que se pretende. Estoy en la línea de Indias y de Gabi, de que no puedes decir que vas a ascender cuando te has jugado la vida por no bajar. Es importante en el deporte ser ambicioso, creo que si no lo eres te tienes que dedicar a otra cosa que no sea la élite, pero hay que hacerlo con cautela, montar una buena plantilla, un entorno lo más sano posible, que todos remen en la misma dirección. Apelar a la prudencia en el discurso no significa que en el primer año no se pueda subir, ojalá se logre, sino que se trata de ser conscientes de lo difícil que es y lo importante que es ir construyendo esos cimientos, con la sensatez de saber lo que ha pasado en los años anteriores, del lugar del que viene el club.
"No significa que me cagara, pero sí que estaba preocupado, aunque confiaba en el grupo que había. Gracias a Dios, La Romareda estuvo apoyando en el momento que más falta hacía y no perdimos en casa, creo que la afición también vio las orejas al lobo. Fue un alivio inmenso la permanencia, no se puede imaginar cuánto. Lo último que quería yo era irme del Zaragoza con un descenso, me ponía malo solo de pensarlo"
En esta última temporada, ¿llegó a temer por esa posibilidad de bajar? Usted era de los más veteranos de la plantilla, de los líderes.
Nos veíamos lejos de esos puestos en la tabla al principio, cuando empezamos a encadenar rachas negativas y ahí, quieras o no, no eres tan consciente, pensabas que tenías que liarla muy gorda para bajar, que tenía que ser una catástrofe. Sin embargo, con el paso del tiempo, el miedo se te va metiendo, la preocupación, al menos en mi caso, por veteranía o por lo que fuera, ya que ves las cosas distintas a la gente más joven, estuvo ahí. Eso no significa que me cagara, pero sí que estaba preocupado, aunque confiaba en el grupo que había, sabiendo que iba a ser difícil, por la racha, por el aspecto psicológico… Gracias a Dios, La Romareda estuvo apoyando en el momento que más falta hacía y no perdimos en casa, creo que la afición también vio las orejas al lobo, notaron el peligro y entendieron de forma clara que había que poner toda la carne en el asador, eso ayudó muchísimo.
Y se logró la permanencia, sufriendo mucho, eso sí.
Fue un alivio inmenso, no se puede imaginar cuánto. Lo último que quería yo era irme del Zaragoza con un descenso, no me entraba en la cabeza, me ponía malo solo de pensarlo, no me lo podía permitir.
Con Gabi, en los 11 partidos con él, jugó en todos los minutos. ¿Le redimió un poco de lo vivido antes, de su descarte en verano y de empezar la temporada sin contar para Víctor tras no salir?
Me volví a sentir importante, está claro, pero tal y como yo lo he vivido y como ha sido no me cambia el valor de la temporada, estamos hablando de solo los dos últimos meses y lo restante fue complicado, sin jugar apenas, solo en algunas circunstancias, casi desaparecido en varios momentos. Es que fue muy difícil y me afectó hasta a nivel familiar, porque era una situación completamente nueva y era sobre todo por cómo se procedió conmigo. No es el hecho de jugar o contar menos, por considerar que otros lo tienen que hacer, sino por la forma y el trato hacia mí como jugador y hasta como persona, que es lo que más aprecio en el mundo profesional. Es ser personas, que te traten como a uno más, el tener la decencia de que te traten como a eso, como a personas.
"Víctor pudo hacer las cosas mejor conmigo, de forma diferente. No salí y a mí no me entraba en la cabeza: no juego, no cuentan conmigo, no quieren que participe porque él consideraba que mi etapa ya había terminado, que no daba el nivel suficiente, pero no puedo marcharme, no se me deja irme. Es que era muy difícil, por no decir imposible, de entender"
¿Cree que Víctor no fue justo con usted?
Pudo hacer las cosas mejor, estaba en su derecho de no contar conmigo, como cada entrenador, pero pudo hacer las cosas de forma diferente. Mucho más una vez que me quedo tras el verano, obviamente no por decisión mía, porque nunca lo fue. A mí antes de empezar la pretemporada se me comunica que debo salir, es un golpe duro, que tengo que aceptar, pero después porque no eran capaces de firmar a otros jugadores en mi puesto o no encontraban lo que querían o por lo que fuera, no me dejan salir. Ni en verano, ni después de acabar ese mercado, en septiembre, ni en enero. No salí y a mí no me entraba en la cabeza: no juego, no cuentan conmigo, no quieren que participe porque Víctor consideraba que mi etapa ya había terminado, que no daba el nivel suficiente y había otros compañeros por delante, pero no puedo marcharme, no se me deja irme. Es que era muy difícil, por no decir imposible, de entender.
¿Llegó a pensar en una solución más drástica?
Sí, en dejar el fútbol. Es que muy duro a nivel psicológico. Yo iba a cada entrenamiento a tratar de dar lo mejor de mí, a estar bien con todo el mundo, aunque tuviera días que no tenía motivos para sonreír. Yo buscaba dar mi mejor nivel en medio de una situación difícil y claro que pensé en coger las maletas, irme y dejar el fútbol para buscarme la vida de otra forma. El choque que tuve a nivel emocional fue tal que lo hablaba con mi mujer y le decía que lo dejaba, que no aguantaba más, que era como un fantasma, como el hombre invisible. Pensé en dejar el fútbol porque no acababa de aceptar ser tratado de esas maneras. Para mí lo más importante era estar bien conmigo mismo y con mi familia y esa parte era muy difícil, porque había muchos días de mal humor, de no sentirme bien y todo a raíz de mi situación personal.
Al menos, con Gabi vovió a ser vital y el fútbol le regaló un gran momento, ese gol al Mirandés. Si hay que señalar un instante que cambió el devenir del equipo fue ese, su cabezazo trajo luz por la victoria que implicó.
Es el momento más emotivo y bonito de mi carrera. Otros consiguen esos goles luchando por títulos o ascensos y este tenía el valor de un objetivo más humilde, pero igualmente valioso para el Real Zaragoza. Hubo compañeros que me vieron emocionarme y soy una persona en ese sentido bastante fría, de las que le cuesta demostrar un sentimiento de puertas afuera. Recuerdo que Clemente, Kervin o Dani Gómez se percataron de esa emoción mía por el momento y por lo que había vivido, la verdad es que me rompí un poco. Fue muy bonito y es el momentazo de mi carrera, el de enmarcarlo y tenerlo en primera línea en mi corazón.
"La renovación de Francho me parece muy importante, de cara al equipo y a la afición, es un referente del club. Que no siga Kervin es una putada gorda, pero se entiende que ha rendido a muy alto nivel y es normal que le salgan más 'novias'. Con Gabi, solo por el hecho de haber venido, con esa energía y esa valentía y lo que significa él en el Zaragoza pues para mí tenía que seguir en el equipo y me alegro de que así sea"
Sigue Gabi, renovó Francho, Kervin y Liso no estarán, además de usted. ¿Cómo está palpando un poco los primeros pasos del proyecto?
He tratado de desconectar y de evadirme aún más en estas vacaciones, aunque obviamente lo que me dice claro que lo sé. La renovación de Francho me parece muy importante, de cara al equipo y a la afición, es un referente del club. Que no siga Kervin es una putada gorda, pero se entiende que ha rendido a muy alto nivel y es normal que le salgan más novias y que las valore decidiendo qué es lo mejor para él. Kervin estaba muy a gusto, igual que su familia, en Zaragoza, pero tiene que mirar lo mejor para él y los suyos.
¿Y Gabi?
Solo por el hecho de haber venido, de hacerlo con tanta confianza, con esa energía y esa valentía y lo que significa Gabi en el Zaragoza pues para mí tenía que seguir en el equipo y me alegro de que así sea. Estoy contento por él y por su cuerpo técnico, son gente trabajadora, humana, que te tratan por igual que al resto, y se lo han merecido el seguir. A veces el fútbol y la vida no te dan lo que mereces, pero en este caso sí que se da eso, ojalá le vaya lo mejor posible.
Con 35 años, ¿hacia dónde encamina su futuro?
Espero que lo que salga sea lo mejor para mí y para los míos, ya que es una decisión de todos. Quiero estar a gusto donde vaya, priorizamos más en España por el tema de los niños y los colegios, porque es todo más sencillo, pero también puede ser que por cuestiones profesionales sea mejor salir fuera si lo que sale aquí no es lo suficientemente atractivo.
Por cierto, si el Zaragoza le hubiera planteado renovar, ¿cuál hubiera sido su visión?
No habría seguido por cómo fue el año, ya lo tenía decidido, creo que se había terminado una etapa, necesitaba un cambio de aires. Sin pasar lo de esta última temporada, estaría loco por firmar más años, porque mi familia estaba muy feliz aquí, pero todo lo sucedido te hace ver que necesitas otras cosas. Iba a ser un no, con mucho dolor, pero sopesando todo lo vivido, la dureza de esta última etapa, era lo más sensato.
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