Urgencia central en el Real Zaragoza

El club solo tiene para el puesto a Kosa, que saldrá cedido, y el retorno de Borge, pendiente de lo que suceda con Lluís López, por lo que debe fichar al menos tres centrales. Pablo Tomeo estaba encarrilado hace unos meses, pero su llegada se ha complicado

Pablo Tomeo, en un entrenamiento con el Mirandés.

Pablo Tomeo, en un entrenamiento con el Mirandés. / LALIGA

Santiago Valero

Santiago Valero

El Real Zaragoza está, con solo seis días por delante para empezar la pretemporada, con el eje de la defensa en cuadro, con Sebastian Kosa, que ha jugado muy poco en su primera temporada tras ser una apuesta de futuro fichado del Spartak Trnava eslovaco y al que se le buscará una cesión, y Andrés Borge, que regresa del Arenteiro y al que su polivalencia de actuar en varias posiciones defensivas le da opciones, no demasiadas, de quedarse, pero que debe convencer a Gabi. Ni un central más tras no renovar Jair ni, por el momento, Lluís López, al que se ha pedido más tiempo para decidir si se le presenta una oferta, regresar a Las Palmas Clemente y ser traspasado Vital al Jagiellonia Białystok polaco por una cantidad cercana al medio millón de euros a repartir con el Estoril. En función de lo que suceda con Lluís, el Zaragoza necesita entre tres y cuatro centrales y alguno de ellos ya debería llegar antes de comenzar el trabajo el viernes. La urgencia, como se ve, es total.

En ese comienzo de la preparación es seguro que Gabi tendrá efectivos del filial en el eje, que bien podrían ser Hugo Carrillo y Hugo Barrachina. Sin embargo, ese puesto tras vivir un año tremendo en la faceta defensiva todo el equipo, con 63 goles encajados, la temporada que más en esta eterna travesía de plata desde el descenso en 2013, va a ser completamente nuevo o casi, eso si al final Lluís López sigue.

Al catalán, primer capitán tras la retirada de Cristian en enero, se le pidió más tiempo el lunes pasado y va a esperar un poco más al Zaragoza mientras busca otras vías que, si llegan antes, harán que la oferta zaragocista, de darse, lo haga tarde ya. Tiene opciones en Segunda que deben cristalizar y en el extranjero, donde no es tan partidario de salir, algo que sí ha hecho Vital, de buena irrupción el curso pasado a su llegada desde el Estoril, pero que bajó mucho su nivel y que no convenció a Gabi, aunque también el jugador era partidario de salir pese a que le restaba contrato, un año más y dos opcionales que apuntaban a ejecutarse solo hace unos meses.

El baremo económico

El Zaragoza busca efectivos en la parte central de su zaga y lo hace con unos condicionantes económicos, ya que pese a las salidas (Femenías y Enrich, ambos con indemnización de por medio, Vital, Liso y la inminente si nada se tuerce de Luna al Almería) hay una gran parte de masa salarial ocupada, ahora inferior a los siete millones tras esas despedidas, por lo que el club quiere reforzar su zaga con jugadores de un perfil medio en lo económico para la categoría. Las bases estarían en torno a 300.000 euros de salario y sin pagar por la cesión o traspaso, que si se hace sea a coste cero, ya que además el mayor desembolso siempre se destina a la zona de ataque, donde la intención ahora mismo es incoporar al menos a un delantero y a dos extremos.

El club, con la anterior dirección deportiva, dejó tanteada la llegada de Pablo Tomeo, central turolense de muy buena temporada en el Mirandés, donde ha jugado en 44 partidos de Liga, entre el torneo regular y el playoff, 39 de ellos de titular, siendo clave en la defensa del de Lisci. Entonces, hace unos meses, su llegada era factible para esta próxima temporada, pero la operación quedó en suspenso y ahora mismo el jugador, que conoce la intención del Zaragoza, tiene otras muchas opciones en la categoría de plata, aunque por salario y rendimiento la apuesta en Tomeo, que además puede jugar de mediocentro, encaja en todos los parámetros y está sin equipo tras no renovar en el Mirandés, donde llegó en 2023 tras salir del Huesca y formarse antes en la cantera del Andorra. El crecimiento del defensa de Alloza en esta última temporada ha sido exponencial y, por ende, su valor de mercado.

También se encuentran sin equipo Unai Egiluz (Mirandés), Sergio González (Leganés) o Aleksandar Sedlar (Alavés). El primero ha sido una quimera y ahora mismo es factible que el Athletic, aunque lo hace tarde, le intente renovar tras su exitosa cesión en el Mirandés, pero tiene propuestas de Primera, varias, y no va a jugar en la categoría de plata, mientras que Txema Indias llevó a Sergio González al Leganés en 2020 y lo conoce bien, ya que ha sido clave en la zaga pepinera en Primera y en Segunda, pero su idea es proseguir su carrera fuera de España y tiene ya propuestas en la mesa para ello, una de ellas sería de México. Con Sergio las probabilidades de que siga en la Liga española son casi nulas, como así admite su entorno.

Sedlar, que ha acabado contrato en el Alavés, estuvo cerca de venir al Zaragoza si rescindía en enero, pero al final el club vitoriano no le dejó salir y ahora está sin equipo, pero de momento solo es un alternativa más en este comienzo del mercado y el serbio está buscando un nuevo destino, preferentemente en España tras tres años en el club vitoriano y otros tres en el Mallorca.

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