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La crónica del Real Zaragoza-Córdoba (0-1). Un batacazo contra todos los muros

El Real Zaragoza cae ante el Córdoba por su falta de eficacia en ataque, su escasez creativa y las decisiones arbitrales que sellaron una derrota y una nueva crisis tras un choque lleno de imprecisiones por el viento. El equipo de un gabi superado y expulsado debió adelantarse y tuvo ocasiones desde un fútbol directo y el gol del Córdoba le dejó sin argumentos

Francho Serrano se disculpa ante la afición entre Saidu y Juan Sebastián.

Francho Serrano se disculpa ante la afición entre Saidu y Juan Sebastián. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Santiago Valero

Santiago Valero

Nuevo tropiezo en forma de derrota del Real Zaragoza en el Ibercaja Estadio en un partido donde el equipo de Gabi volvió a mostrar su falta de eficacia y su ausencia de fútbol cuando tiene que llevar la iniciativa y marcado por el viento, que trajo infinitas imprecisiones. Y también, y no poco, por la actuación de Rafael Sanchez (10 amarillas a jugadores de ambos equipos y con Gabi y Paul expulsados), que no mostró la segunda cuando debió hacerlo a Vilarrasa en una jugada que cambió el devenir del pleito tras el descanso, porque después llegó el gol del Córdoba, en propia puerta de Francho tras un córner, y el conjunto aragonés se estrelló en sus propias limitaciones con Gabi metiendo delanteros y poniendo el énfasis en la falta de fútbol del equipo, que no mereció perder y lo hizo, pero que sigue en descenso y en pésima dinámica.

El árbitro condicionó y mucho el choque, pero no debe tapar el terrible arranque de Liga y que la victoria ante el Mirandés fuera un espejismo. Penúltimo en la tabla, derrotado por un enemigo que estaba por debajo, con un triunfo en ocho partidos y con la sombra del cese de nuevo sobrevolando a Gabi cuando se había liberado de ella. Cuando se le saca del fútbol directo y del robo tras la presión, su vulgaridad asusta, igual que su actual situación en la clasificación, que lo hace y mucho.

Con la misma apuesta que ante el Mirandés poblando la medular con Saidu y Guti escoltando a Paul en un 4-3-3 y la única novedad, obligada, de Tasende por Pomares saltó el Zaragoza ante un Córdoba con un guion muy similar y con más posesión de inicio para los de Iván Ania, mejores con el esférico. No se encontraba en todo caso incómodo el equipo de Gabi, ajustando la presión en el medio sobre la salida de Isma Ruiz, con Guti adelantándose para ello en un 4-2-3-1 en fase defensiva, pese a que el primer aviso, de Requena, fue del rival.

Ya los primeros compases avisaron del peligro del viento, que para el Zaragoza iba en ese primer acto en contra y se supo adaptar mejor que el enemigo. Cuenca, en un saque de banda de Tasende y a pase de Tachi, rozó el gol y Dani Gómez, de cabeza, en un envío a balón parado de Tasende también pudo marcar, aunque la mejor la tuvo un activo e incisivo Cuenca, una pesadilla para Villarrasa, y que no logró ejecutar con precisión un pase de Dani Gómez después de un envío de un certero Guti a la espalda de los centrales. Iker Álvarez le negó el gol a canterano.

El Zaragoza amenazaba más y era mejor mientras el partido se iba llenando de amarillas y el viento seguía condicionando mucho el juego, con dos remates de Jacobo que generaron dudas en Andrada por la fuerza de Eolo. Sin embargo, con un estilo mucho más directo y frontal, con el robo y el fútbol vertical, el Zaragoza tenía mejores ocasiones para anotar.

Iker Álvarez frenó el disparo de Tasende tras una combinación con Dani Gómez mientras Gabi se desgañitaba pidiendo un penalti por mano de Fomeyem que no existió y le supuso la cartulina para que en los últimos minutos Iker volviera a hacerse grande en un centro de Tasende tocado por Tachi y Cuenca fallara de nuevo en la ejecución, que mandó alta, tras otro saque de banda para que una rápida transición zaragocista tras un robo de Guti y el pase de Francho no encontrara rematador y se llegara al descanso con unas tablas con sabor injusto.

Con el viento a favor tras el intermedio, el Zaragoza redobló su apuesta por el fútbol directo y dos envíos en largo a Marcos Cuenca acabaron en una ocasión desbaratada por Alvés y en una mano de Vilarrassa que debió acabar con el jugador rival en la ducha ante el enfado del Ibercaja Estadio (Iván Ania no tardó nada en quitar a su jugador), que fue un clamor. Gabi cambió las alas con Valery y Pau Sans, quitando a Cuenca, de lo mejor del equipo pero ya agotado, y a un Moyano desacertado.

Roja a Paul

Dos ocasiones, un centro de Francho y un balón que Dani Gómez le quitó a Pau, fueron el preludio del gol del Córdoba en el 67, en un saque de esquina de Dalisson que Francho se metió en su portería sin que lo pudiera sacar Saidu ante la media salida de Andrada, mucho más dubitativo este domingo que en su estreno por ese viento.

El Zaragoza recurrió al 4-4-2 y se llenó de delanteros, con Kodro, Bazdar y Soberón, mientras sus posibilidades en ataque disminuían y el Córdoba apenas sufría. Paul, tras un error, frenó a Diego Bri y vio la segunda amarilla, que le dejará fuera en Almería el sábado en un partido vital, y Gabi la roja directa por patear una botella, muestra clara de nerviosismo, mientras Bazdar mandaba al limbo la posibilidad del empate tras una jugada donde Kodro no había acertado el remate previo. La acción final resumió la ineficacia de este Zaragoza (solo 4 goles en ocho paridos, una calamidad terrible) y el partido de nuevo mostró los escasos recursos futbolísticos de un Zaragoza que no gana en casa, que está en descenso y que vuelve a tener todas las señales de alarma tras sumar solo 6 puntos de 24.

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