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La opinión de Sergio Pérez

La condena de Gabi y del Real Zaragoza y el mercado de delanteros de Txema Indias

Tras la victoria ante el Mirandés, el Real Zaragoza volvió a perder. Faltó otra vez faltó precisión en el área rival, temple, serenidad, capacidad para elegir bien y calidad en el remate. Faltó gol

Dani Gómez remata de cabeza un centro de Tasende sin éxito.

Dani Gómez remata de cabeza un centro de Tasende sin éxito. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Zaragoza

Para muestras, unos botones. En el minuto 9, Tasende colgó un balón en el área en un saque de banda lanzado con la mano sin mucha tensión. La pelota cayó sin peso en el área y, fruto de la pelea de Guti y Tachi, terminó en los pies de Marcos Cuenca, en una posición estupenda para intentar el gol. Su disparo se fue alto. En el 12, de nuevo Tasende botó una falta contra el viento, protagonista principal del partido contra el Córdoba, y Dani Gómez la peinó en una nueva ocasión que tuvo toda la intención y ningún resultado.

Cinco minutos después, Dani Gómez ganó la espalda de los centrales, corrió bien al espacio pero cuando tuvo que elegir entre chutar a portería en una posición de ventaja o entregar el balón a Cuenca se la dio a su compañero y la jugada perdió valor. Iker Álvarez tuvo tiempo de cubrir el espacio para hacer una buena parada. Una situación parecida se repitió en el minuto 33. Después de un buen robo en altura en el centro del ataque tras una presión en banda, Dani Gómez sirvió en profundidad al lateral izquierdo, que también chutó pero tampoco encontró el gol. Ni Marcos Cuenca en el 38 cuando se escoró demasiado hacia un lado antes de disparar de diestra.

Antes del descanso, Francho puso un excelente centro desde la derecha que recorrió el área en la zona donde los pases se convierten en goles sin que nadie acertara a llegar y a tocar la pelota. A la vuelta de los vestuarios, una equivocación de Vilarrasa tampoco la aprovechó Cuenca a pesar de su posición ventajosa y de haber tocado la línea de fondo. En un córner en el minuto 68, Dani Gómez remató de cabeza cerca del palo derecho de la portería del Córdoba. El centro daba para más.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis aproximaciones, algunas más cerca del éxito que otras, pero todas acabadas de la misma manera: sin nada que llevarse a la boca. No es que el partido fuera un aluvión de juego del Real Zaragoza ni que el Córdoba estuviera contra las cuerdas, pero sí que el encuentro estaba inclinado hacia la portería visitante. El precio de no acertar lo pagó bien caro el equipo de Gabi Fernández. En un córner recibió el 0-1. Entre Francho y Saidu la metieron en la meta de Andrada, que se quedó en tierra de nadie. En el penúltimo minuto, Bazdar la mandó donde comen los conejos a un metro de la línea de gol.

Tanto Txema Indias como Gabi pusieron en verano un empeño especial en reformar la defensa y la portería. Era una buena decisión porque falta hacía. Entre tanto, el Real Zaragoza descuidó reforzar la delantera. Contra el Córdoba, el entrenador los probó a todos menos a Bakis. Pero otra vez faltó precisión en el área rival, temple, serenidad, capacidad para elegir bien y calidad en el remate. Faltó gol. Como toda la Liga. Porque el gol es un don que no abunda en la plantilla.

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