Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

La contracrónica del Almería-Real Zaragoza. El Zaragoza de Gabi toca fondo

La nueva demostración de impotencia deja expuesto a un entrenador que no encuentra soluciones y que tiene al equipo colista, con unos números vergonzosos y con nulos argumentos futbolísticos. El Zaragoza se muere, se va por el sumidero, repleto de problemas y dudas, en una crisis total

Tachi cae ante Baptistao en una pugna durante el partido.

Tachi cae ante Baptistao en una pugna durante el partido. / CARLOS GIL-ROIG

Santiago Valero

Santiago Valero

Otra derrota, la quinta en nueve citas, seis puntos de 27 posibles, solo una victoria, seis goles con los dos marcados en el UD Almería Stadium, una posición de colista merecida por la concatenación de problemas que tiene el Real Zaragoza de Gabi, que toca fondo, con un discurso del técnico que pierde fuerza día a día, en el vestuario y de cara al exterior. Más abajo ya no hay nada para este equipo repleto de interrogantes y sin identidad y en el que su entrenador no halla soluciones y, cuando algo ya no es una solución, empieza a ser un problema.

Los números son de despido fulminante para Gabi, que dijo tras el choque que entendería su cese y al que a estas horas le sostienen su pasado, lo logrado en el curso anterior y como jugador y que el club le diera la bandera del proyecto en esta campaña y le prometiera paciencia. Sin embargo, alargar esta agonía en el tiempo ya parece más un error que otra cosa, porque el Zaragoza, que echó mucho de menos a Paul por su sanción y a Saidu por su indisposición antes del choque, no carbura. En absoluto, además.

No lo hizo en la mayor parte del partido en Almería, donde el Zaragoza fue un horror hasta que el equipo local le golpeó dos veces, con los tantos de Chirino y Embarba en tres minutos, del 48 al 51, para que el encuentro ya se pusiera del todo cuesta arriba para este Zaragoza que tampoco se sostuvo en defensa, la virtud que había mejorado en las últimas semanas.

Gabi, desde una cabina de prensa, pudo comprobar ese desastre de encuentro hasta que llegó ese doble golpe y su equipo despertó, también en parte porque el Almería lo vio todo hecho con ese marcador favorable. Pudo empatar el Zaragoza, más afilado con Kodro y Soberón arriba y con el talento de Pau Sans y de Pinilla, pero expuso el partido en la cornisa de la desesperación y fue capaz de golpear por dos veces para que el Almería también le diera otras dos más en el mentón. Llegados a este punto, con el Zaragoza en este grado de peligro, con un equipo que solo sabe jugar a correr, con el robo tras presión, y a ratos ni eso, la necesidad de un giro es absoluta, porque Gabi no ha logrado que su Zaragoza tenga mecanismos suficientes con el balón, donde el juego en estático es una pesadilla y a todo eso le añadió en Almería cuatro tantos encajados, en 22 remates del rival y con varias paradas de mérito de Andrada y un larguero de Embarba.

De Almería en marzo Ramírez se fue también con ese póker de goles, una imagen mortecina y el despido en la mano para que llegara el actual entrenador. Entonces, jornada 31, el Zaragoza se iba por el sumidero y arribó Gabi, que logró reconducir la nave en puntos, que no en fútbol, pero ahora la sensación de impotencia, con este equipo colista y repleto de problemas y de dudas, es como mínimo igual de preocupante. No puede tapar la reacción de la media hora final que este Zaragoza de Gabi se va muriendo, que queda mucho, pero que las jornadas pasan y que la sensación de hundimiento es total.

El club, de forma indirecta, ha tanteado ya sustitutos de para el banquillo, con Sergio González como opción, en una medida que ahora mismo parece la única posible y que debería ser inmediata, sin esperar al duelo ante la Cultural, porque el técnico ha demostrado que su plan no funciona y hasta reconoce que no se puede hacer nada con la falta de gol (marcó dos veces su equipo tras decir eso). Y este Zaragoza que no deja de equivocarse ha entrado ya en una crisis total cuando ni el calendario ha llegado a mediados de octubre.

Tracking Pixel Contents