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El Real Zaragoza elige a Larraz sobre otras opciones ante la negativa de sus preferidas

El club renuncia a los numerosos ofrecimientos de entrenadores y recurre al aragonés, que podría seguir más allá del sábado si los deseados (GarcÍa Plaza, Sergio González o alguien de ese escalón) siguen rechazando la propuesta blanquilla

Emilio Larraz, a la izquierda, se dirige a la plantilla antes del primer entrenamiento del técnico aragonés.

Emilio Larraz, a la izquierda, se dirige a la plantilla antes del primer entrenamiento del técnico aragonés. / Jaime Galindo.

Zaragoza

Está claro que Emilio Larraz no era la primera opción para relevar a Gabi en el banquillo del Real Zaragoza. Pero tampoco era la última. De hecho, la entidad ha elegido al aragonés por encima de numerosas opciones que han llegado a la mesa de Txema Indias, director deportivo, en forma de ofrecimientos de técnicos que, por ahora, ni convencen ni encajan. Antes que cualquiera de ellos, el club ha preferido a Larraz, avalado por sus más de mil partidos dirigidos a lo largo de su extensa trayectoria en los banquillos, que, incluso, podría mantenerse en el cargo más allá del partido del sábado ante la Cultural si consigue revivir a un equipo que actualmente es colista a tres puntos ya de la permanencia.

En este sentido, se impone hablar de nombres. Por ahora, el Zaragoza ha preferido a Larraz antes que otros como Rubén Albés, Abelardo, JIM o Nafti, que, por unas razones u otras, no encajan en lo pretendido. Porque el club, una vez decidida la destitución de Gabi, se lanzó al mercado con un par de objetivos claros. El primero era Luis García Plaza, un técnico de reconocido prestigio que acumula ascensos a Primera División y que gozaba de consenso absoluto en el club. Sin embargo, el madrileño declinó pronto la opción de llegar a la capital aragonesa con la intención de esperar la previsible llegada de una oferta de Primera División, con la Real Sociedad como epicentro de una potencial propuesta si el equipo donostiarra no es capaz de enderezar en las próximas jornadas el errático rumbo en el que lleva inmerso desde el inicio del curso.

La negativa de García Plaza situó a Sergio González como objetivo prioritario. El técnico, muy bien considerado en el club por su capacidad de gestión de vestuarios y con experiencia en la categoría (ascendió de forma casi milagrosa al Valladolid tras una gran recta final de temporada y lo mantuvo dos años más en Primera), entabló conversaciones con Indias, pero las dudas en torno al proyecto o la capacidad de la plantilla también le llevaron a declinar la propuesta a la espera de otras, que, en su caso, no estarían sujetas únicamente a la Primera División, sino también a la Segunda.

Así que, una vez frustrado el deseo de contar con alguno de los entrenadores deseados y acotado ese escenario, el Zaragoza estudió el panorama y llegó a la conclusión de que no valía la pena entregarse a un técnico de perfil más bajo y que no gozara de consenso, lo que colocó a Larraz debajo del foco. La reunión con el técnico zaragozano fue larga y presidida, seguramente, por un cambio de impresiones en torno a la plantilla o el protagonismo de la cantera, hasta que el club anunció, de forma algo ambigua y sin determinar plazos, que Emilio Larraz tomaba las riendas del primer equipo, ya veremos hasta cuándo.

Porque no es ni mucho menos descartable que el aragonés se mantenga en el cargo hasta final de temporada, sobre todo, si los resultados acompañan. Si Larraz es capaz de revivir al equipo, sus opciones de acabar el curso crecerán de forma exponencial, porque, además, no parece probable que los entrenadores que han rechazado al Zaragoza vayan a cambiar de opinión al menos de momento.

Eso sí, si la tendencia no cambia y Larraz no consigue levantar al equipo, el club podría verse obligado a recurrir a una de esas opciones que ahora no contempla. Porque, entonces, la situación estaría envuelta en tanta emergencia que el escenario cambiaría sustancialmente.

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