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La opinión de Sergio Pérez

El órdago a la grande de Txema Indias con Rubén Sellés y todo lo que el Real Zaragoza se juega en el envite

A falta de la firma, Rubén Sellés es el elegido. La propiedad y Txema Indias se la juegan con un entrenador con bagaje en Inglaterra pero desconocido para el gran público

Rubén Sellés dirige al Southampton en un partido frente al Arsenal en Inglaterra.

Rubén Sellés dirige al Southampton en un partido frente al Arsenal en Inglaterra. / EFE / NEIL HALL

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Zaragoza

Con el terremoto que comenzó con la dimisión de Víctor Fernández en diciembre pasado y siguió con la destitución de Miguel Ángel Ramírez y Juan Carlos Cordero de una tacada, el Real Zaragoza entró en un periodo de eventualidad en su estructura deportiva. Lo más apremiante, el puesto de entrenador, quedó inmediatamente cubierto con Gabi Fernández. El acierto fue absoluto. Al madrileño hay que atribuirle por completo el mérito de la permanencia de la temporada pasada.

Mientras tanto, el bastón de mando en la dirección deportiva se mantuvo huérfano durante varios meses. El objetivo número uno de la SAD desde que despidió a Cordero fue Txema Indias. Sin embargo, al ejecutivo vasco, que todavía estaba trabajando en el Leganés pero sabiendo que iba a dejar de hacerlo, le costó decidirse muchas semanas. Las personas que dirigen los destinos del Zaragoza tuvieron que emplear muchas horas de persuasión para convencerle.

Finalmente, lo hicieron en junio. A la ciudad, el nuevo director deportivo llegó con una hipoteca que él no había acordado: la continuidad de Gabi Fernández en el banquillo. Indias la asumió como suya y así lo verbalizó en público. La jugada no salió bien. Salió muy mal. Tras la novena jornada de la actual Liga, con un balance de 6 puntos de 27 posibles y el Real Zaragoza colista, el madrileño fue despedido como dictan las leyes no escritas del fútbol.

Lo que ha sucedido a lo largo de esta última semana está ya muy reciente. El club se echó en brazos de Emilio Larraz ante la falta de un relevo que convenciera a la propiedad: la decisión de quienes dirigen el club fue no firmar a alguien por firmarlo. El estropicio deportivo del sábado por la tarde en el Ibercaja Estadio escapaba a cualquier previsión. Fue una hecatombe histórica, una de las páginas contemporáneas más negras de la entidad blanquilla. El 0-5 dejó sentenciado a Larraz, que nunca dejó de ser un técnico provisional pero que tenía una mínima oportunidad de dejar de serlo.

Así ha sido como se ha llegado hasta este punto, con la pelota en el tejado de Txema Indias y la decisión más capital de las últimas décadas en sus manos: seleccionar al próximo entrenador del Real Zaragoza en un escenario crítico. Tras la debacle ante la Cultural, la SAD entabló negociaciones con Rubén Sellés, técnico valenciano de 42 años que ha dirigido al Southampton, al Reading, al Hull City o al Sheffield United en Inglaterra, entre la Premier, la Championship y la League One, en el primer, segundo y tercer escalón del fútbol británico. Ya de mañana, este diario les adelantó las conversaciones y cuál era el nombre del principal candidato al banquillo.

Ante la negativa de entrenadores como Luis García Plaza y Sergio González y la decisión de la propiedad de no volver a recurrir a JIM ni a apostar por perfiles de entrenadores que no le convencían, el Zaragoza subió la apuesta. Sellés es el órdago a la grande de Txema Indias. El club lo ha ido a buscar por sus conocimientos tácticos, por su método, por su exigencia en el día a día, por su trabajo durante años en Inglaterra, por su capacidad para soportar el estrés competitivo y por estar habituado a trabajar en contextos complicados como el que se va a encontrar. Estas son las razones teóricas. El resultado final dictará la calidad de su desempeño en la práctica. Si sí, o si no.

Sellés es un desconocido para el gran público, lo cual no es bueno ni malo ni todo lo contrario, aunque en esta época de juicios sumarísimos condicionará las primeras opiniones sobre él, antes incluso de que empiece a trabajar. Su apuesta puede tomarse como otro experimento de los que aquí han salido mal (Velázquez o Ramírez, por ejemplo) aunque las similitudes entre ellos son pocas o como otro 'caso Corberán', el entrenador que salvó al Valencia de una catástrofe la Liga pasada. Desde luego, es una elección arriesgada. O valiente, dependiendo de cómo uno vea el vaso. Al Zaragoza y a Indias les hubiera sido más fácil recurrir a un técnico de cierto consenso popular. No lo han hecho porque creían que este era el camino. El tiempo dirá si con acierto, la palabra que abriría las puertas al futuro, o con desacierto, la que las cerraría porque la montaña de errores encadenados sería inabordable.

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