La industria cárnica de Aragón alcanzó una cifra de exportaciones de 1.435 millones de euros en los diez primeros meses de 2021, lo que supone un incremento anual del 4,5%. De esta manera, el sector prevé cerrar el ejercicio completo por encima de los 1.700 millones, una barrera que ya superó en 2020, lo que representará más del 10% de todo lo que la comunidad vende en el exterior. La mayor parte de esta facturación corresponde al porcino, que ha experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos años hasta el punto de haber triplicado el volumen de ventas desde 2016.

El auge de la ganadería y la industria porcina se produjo sobre todo por que se multiplicaron las exportaciones a China, un país que redujo su producción de cerdos drásticamente al verse acechadas sus granjas por una enfermedad (la peste africana). No obstante, las tornas podría cambiar ya que las autoridades sanitarias del gigante asiático han trazado un plan para recuperar su cabaña, algo que ha empezado a hacer mella en las exportaciones españolas del sector.

Aragón, de momento, mantiene la senda ascendente en las ventas del porcino al exterior, aunque se ha moderado el ritmo de crecimiento. Entre enero y octubre de 2021, registró un incremento interanual del 4,3%, hasta los 1.271 millones de euros, un repunte que llega al 9,1% en cuanto a volumen de carne tras comercializar un total de 574.959 toneladas, según datos de la patronal nacional del sector, Interporc.

Tamaño de las granjas

La ganadería aragonesa supone en su conjunto un valor comercial de 2.900 millones de euros y la mayor parte es intensiva. Cuenta con 6.992 explotaciones que suman un total de 1,34 millones de unidades de ganado mayor (UGM). El tamaño medio de las instalaciones es de 196,88, que tan solo supone el 22,88% del tamaño máximo permitido actualmente para el porcino (864 UGM) y que también se plantea establecer en Aragón para el resto de las especies a través de la Ley de protección de la agricultura familiar, según los datos aportados por el Ejecutivo autonómico.

El 79,64% de las explotaciones intensivas aragonesas tienen menos de 250 UGM y solo el 1,07% superan las 864, que es el límite establecido para el porcino desde el año 2000. La cabaña de cerdos es la más importante, con 4.300 granjas, el 59% del total. Además hay 2.300 de terneros, 500 de avicultura, 90 de conejos y 85 de vacas lecheras, según fuentes del Departamento de Agricultura de Ejecutivo aragonés.

La industria cárnica obtuvo unas ventas totales de 2.492 millones de euros en el año 2019, mientras que la fabricación de piensos alcanzó los 1.560 millones. Estas dos actividades suman 2.492 y 1.560 empleos, respectivamente. En 2020 las exportaciones de carne crecieron un 33,86% hasta los 1.721 millones, siendo China el principal destino por la fuerte demanda de productos porcinos, como se ha comentado anteriormente.

Un pilar económico

La ganadería intensiva, junto con el regadío, configuran la base fundamental de la agroindustria aragonesa y del crecimiento, tanto en términos de ventas como de exportaciones y de empleo, cifras que el Gobierno de Aragón prevé que se dupliquen durante los próximos tres o cuatro años.

El complejo cárnico –ganadería, cereales y forrajes, fabricación de piensos, industria transformadora, logística y servicios conexos– representa entre el 6% y el 7% del producto interior bruto (PIB) y del empleo total de Aragón. Es por tanto uno de los pilares del complejo agroalimentario de la comunidad que, con una aportación de más del 10% del PIB y del 12 % de la fuerza laboral, es uno de los motores de la economía de la comunidad.