El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

MEDIDAS DE AHORRO ENERGÉTICO

La 'última' jornada de puertas abiertas en el comercio de Aragón

Las tiendas mantienen sus dudas ante la escasa información: "Me parece que al final tendré que pagar multa"

Las rampas son un obstáculo para instalar puertas. ANGEL DE CASTRO

El primer día en el que se anunció el paquete de medidas de ahorro energético, Víctor Gracia, el responsable de la tienda de moda deportiva Foot on Mars que se ubica en el paseo de Las Damas de Zaragoza, se interesó por la forma en la que se adaptaría a la nueva norma. Lo cuenta así, de forma atropellada, porque su interés se convirtió inmediatamente en preocupación.

«Me parece a mí que al final tendré que pagar la multa porque yo, hoy por hoy, no puedo invertir los más de 10.000 euros que me costaría ponerle una puerta corredera al establecimiento. Más aún después de la pandemia, que ha dejado Damas como lo ha dejado...». Aún le queda un mes para darle vueltas al asunto, pues los negocios tienen hasta el 30 de septiembre para adecuar sus infraestructuras. Mientras tanto, Gracia espera como agua de mayo –en agosto– una subvención que le ayude a sufragar la inversión.

La algarabía en torno al cierre de las puertas corresponde en realidad a la segunda fase del nuevo plan energético europeo. Pero será esta medianoche cuando comience el principio del fin del 'malgasto'. Las primeras medidas de ahorro impulsado por el Gobierno central a instancias de Europa serán de obligado cumplimiento desde las 00.00 horas de este miércoles hasta el 1 de noviembre de 2023. El paquete verde llega a los comercios aragoneses con más dudas que aceptación, en buena medida por los sobrecostes que se derivarían de la compleja medida que llevará a tabicar los accesos de todos los comercios a pie de calle.

Algunos establecimientos esperan ya la colocación de las barreras. | ÁNGEL DE CASTRO Ángel de Castro

Un buen termómetro de las sensaciones en el sector es el zaragozano paseo de Las Damas, otrora una boyante vía de la moda; ahora un escenario que no vive sus mejores días. «Desde luego, tener cerrada la tienda no invita a entrar», afirmaba ayer una trabajadora de un establecimiento de moda femenina, que añadía una frase que hacía eco en la famosa zona de moda: «Y trabajar a 27 grados no es de recibo».

A bote pronto, más de la mitad de los comercios de la calle no tienen cerramiento exterior. Algunas cuentan con portones abiertos de par en par, otras simplemente carecen de puertas. A estos últimos les tocará hacer obras en verano. A saber: las tiendas de ropa Inside, Foot on Mars o Pilar Prieto, la zapatería Ulanka o la óptica Miller y Mark son solo algunas.

En la tienda Foot on Mars, en el paseo de Las Damas, esperan que baste con su cortina de aire para evitar la instalación de una puerta. | ÁNGEL DE CASTRO

No obstante, en previsión de acontecimientos aún por concretar, no son pocos los que ya han comenzado a planear sus nuevas instalaciones. Es el caso de la óptica Miller y mark, que hace gala de responsabilidad sostenible y mantiene desde ayer el aire acondicionado a 27 grados. La dependienta Sheila Morón muestra el correo en el que la dirección de la empresa informaba de las medidas. «Cumplimiento a rajatabla», rezaba el e-mail. «Ya están trabajando para poner puerta, pero con la rampa está complicado», explica Morón, en referencia al desnivel de la entrada de una tienda que abrió en marzo de este año y tendrá que reestructurar su acceso menos de medio año después.

Entre venta y venta, Sergio Valdehita, el segundo encargado de Inside en la céntrica vía, incide en que van «recibiendo correos día tras día» para ver qué decisiones tomar. «Nos han dicho que tendremos puerta en un mes. Que por mí mejor, eh, que yo estaba deseando lo de la puerta hace años, porque paso un calor cuando me acerco... Pero es que va de un día para otro, porque yo creo que nadie sabe en realidad de qué va exactamente esto», comentaba ayer el joven mientras atendía a los clientes.

Y el gran apagón

Las informaciones se van cruzando en los comercios. Hay establecimientos que, aunque no cuentan con puertas, sí tienen cortinas de aire, que proyectan un flujo vertical que ejerce de barrera de entrada al calor en verano y al frío en invierno. Es así como algunos

Un desconocimiento semejante existe sobre la obligación de apagar los escaparates. «Es que el cuadro de luces está en automático. Nosotras ponemos el código para la alarma y la iluminación se queda encendida. Tendrán que venir a cambiarlo», razonaba Alejandra Ejea, dependienta de la tienda Oysho. En el caso de sus pórticos, dice la mujer, «de momento nadie nos ha dicho que los cerremos», aunque cuentan con una cortina de aire que solo funciona en invierno.

Quien se acerque por la plaza Aragón observará que el edificio de Ibercaja está mudando su aspecto exterior. Curiosamente, ayer, varios operarios desmontaban la puerta que da al paseo de Sagasta para montar una puerta giratoria. Justo a tiempo, que diría aquel.

Compartir el artículo

stats