Genma Asín es psicóloga y ha publicado Elijo vivir, un libro en el que narra su experiencia con el cáncer y en el que demuestra cómo la psicología le ayudó a superar una situación tan complicada._En unas semanas comenzará unos talleres para colaborar con pacientes oncológicos.

¿Este libro nace con un objetivo en concreto?

Mi principal motivación fue intentar ayudar a la gente que estaba atravesando un cáncer, pero me llegan muchos comentarios de personas que, sin sufrir esta enfermedad, también sacan algo positivo del libro. Recibir tantos mensajes positivos certifica que mi objetivo está cumplido.

¿Sintió que tenía mucha responsabilidad al afrontar un proyecto de este tipo?

No me lo he planteado así nunca. Este libro surgió sin querer, a raíz de un diario personal e íntimo que escribí durante mi tratamiento de quimioterapia. Cuando me repuse de los efectos y asimilé todo el camino que había por delante, decidí recuperar la escritura. Me consideré en todo momento una afortunada, porque gracias a la psicología he contado con recursos ideales para afrontar este tipo de situaciones. Escribir fue un desahogo para mí.

¿Hay un momento en el que tiene claro que va a publicar su diario?

Cuando repasé todo lo escrito, me di cuenta de que era un material que podía servirle a la gente. Cuando completé la estructura, quise dar un paso más y completar un libro que fuese también útil para personas que no tuvieran cáncer. Cualquier persona que tenga que afrontar un reto va a encontrar algo que le sirva en Elijo vivir.

¿Cambia la forma de escribir cuando se pasa de un diario personal a un libro que se va a vender?

Un poco sí, pero sigo siendo la misma. He tenido que quitar algunos momentos muy duros de mi día a día, porque siempre he querido publicar un libro positivo. Creo que esos fueron los únicos cambios.

¿Qué necesita especialmente el paciente oncológico?

Conocer la historia de alguien que antes que él ha tenido esta enfermedad. Si no lo has pasado antes, es imposible explicarlo. Yo describo cómo he vivido todo y cómo he superado las diferentes fases. El plus que da un libro como este es que, aparte de estar escrito por una psicóloga, lo hace una paciente de cáncer.

También le dedica un espacio al acompañante, a la persona que vive la enfermedad junto al paciente.

Es el gran olvidado y por eso se merecía un capítulo en exclusiva dentro de este libro. Todas las atenciones van al enfermo, como es lógico y normal en este tipo de situaciones, pero al lado tenemos a una persona cuya vida también ha sufrido un gran trastorno.

¿Hay un primer paso para mejorar nuestra situación psicológica?

Cuando un paciente entra en la consulta, lo primero que trabajamos es conocer su mente. Es prioritario que cada uno conozca cómo funciona su mente, los procesos que se dan en ella, conocer al comentarista interior que todos tenemos... Hay que perder un poco de tiempo en que la persona sepa cómo funciona. Luego todo va mucho más fluido.

En breve comienza un proyecto en esta misma línea.

Sí, aún estamos elaborando, pero ya estamos en ello. Es un trabajo junto a la Asociación Castellón contra el Cáncer en el que queremos crear grupos de apoyo junto a pacientes oncológicos y sus familiares. Es todo un reto, pero estoy muy ilusionada.