Hay mucho que aprender acerca de la principal hormona del estrés producida por el cuerpo. El cortisol, es conocida como la hormona responsable del estrés, es una hormona esteroidea o glucocorticoide, producida por la capa fascicular de la corteza de la glándula suprarrenal. Se libera como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre. Sus funciones principales son:

  • Incrementar el nivel de azúcar en la sangre (glucemia) a través de la gluconeogénesis.
  • Suprimir el sistema inmunológico.
  • Ayudar al mecanismo de las grasas, proteínas y carbohidratos.

Aprender a diferenciar los dos grandes tipos de estrés, es sin duda la mejor clave para conocerlo. La tensión necesaria para la realización de las actividades diarias y mantenernos en un estado vital, es lo que conocemos como estrés positivo o eustrés. Sin embargo, cuando se supera el umbral que cada persona tiene ­-depende de factores genéticos y personales-, cronificado en el tiempo, provoca efectos perjudiciales poniendo en riesgo a todos los sistemas del organismo, es lo que llamamos estrés negativo o distrés.

Efectos del estrés en el organismo EL PERIÓDICO

Efectos del cortisol

Un elevado nivel de cortisol crónico afecta a todos los sistemas del organismo, alterando los órganos de los mismos.

Problemas cerebrales

Según algunos estudios, dañaría las células nerviosas del hipocampo, el área del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memorización. Es decir, las altas dosis de cortisol pueden llegar a llevarnos a sufrir problemas de memoria y de concentración, así como la aparición temprana de enfermedades neurodegenerativas.

Empeora el sueño

Se altera la calidad del sueño ya que el cuerpo continúa liberando cortisol manteniéndonos en estado de alerta

Sobrepeso

Algunos estudios demuestran que existe una correlación entre el estrés, la falta de sueño y sobrepeso colaborando con la formación de depósitos de grasa y retención de agua.

Hipertensión

También se asocia la sobreproducción crónica de cortisol a las enfermedades cardiacas y de hipertensión.

Problemas bucales

Pueden incrementarse las caries dentales ya que aumenta la acidez en la saliva alterando el esmalte dental

  • Alteración del ritmo intestinal
  • Perdida del cabello
  • Fragilidad en las uñas
  • Problemas gástricos
  • Fragilidad ósea
  • Envejecimiento de los vasos sanguíneos

Disminuye la elasticidad de los mismos, pudiendo ocasionar ictus cerebrales e infartos coronarios para lidiar con el estrés primero hay que entenderlo y conocerlo en profundidad.

Depresión y ansiedad

Apatía, aburrimiento, sentimiento de culpa, baja autoestima, tensión, nerviosismo y soledad.

Cefaleas

Produce mareos, dolores de cabeza, dificultad para comunicarse, alteración del ritmo del sueño, pesadillas e insomnio.

Diabetes

Mayor incidencia de diabetes, dolor de espalda, mareos.

Efectos en la piel

Sarpullidos y picores en la piel, soriasis dermatitis seborreicas, agravamiento del acné.

Trastornos neuróticos.

Efectos cognitivos,

Incapacidad para tomar decisiones, incapacidad de concentración, olvidos frecuentes, hipersensibilidad a la crítica y bloqueos mentales.

Efectos conductuales

Predisposición a sufrir accidentes de todo tipo, consumo de drogas, exposiciones emocionales, comer en exceso, beber y fumar en exceso, falta de apetito, excitabilidad, conductas impulsivas, alteraciones en el habla, risas nerviosas, incapacidad de descansar, temblores.

Efectos fisiológicos

Se produce un incremento en los niveles de catecolaminas en sangre y orina y un aumento de corticosteroides en sangre y orina. También se elevan los niveles de azúcar en sangre, y se puede disparar el ritmo cardiaco. Elevación de la presión arterial, sequedad en boca, sudoración intensa, dilatación de pupilas, dificultad para respirar, periodos de calor o frío, nudo en la garganta, adormecimiento y hormigueo en los miembros .

Efectos del estrés en las organizaciones

Absentismo, aumento de incapacidad temporal en los empleados, relaciones laborales pobres, mala productividad, altas tasas de accidentes , antagonismo con el trabajo, mal clima en la organización, falta de satisfacción con el desempeño en el empleo, con altas tasas de fallos y mal rendimiento del mismo.

Características del estrés

Para que una situación genere estrés negativo o distrés, se deben de cumplir al menos dos de estas condiciones: una situación nueva, impredecibilidad, sensación de descontrol o amenaza a la persona .

Herramientas para manejar el estrés

  • Leer: la lectura de libros y periódicos nos ayuda a desconectar y nos aporta conocimientos y aprendizaje .


  • Reilusionarse: es la pieza clave, buscar objetivos a largo plazo e intentar ser positivo y agradecido. Las Empresas deberían de potenciar los departamentos de bienestar y cuidar las emociones de los trabajadores. Está demostrado que en empresas donde el trabajador está contento y con poco nivel de estrés, la productividad crece en la empresa y se reduce el absentismo. En grandes empresas de Suecia y Reino Unidos se han creado departamentos de felicidad y bienestar laboral, se han implantado gimnasios, se fomenta la alimentación saludable gratuita con zumos naturales en horas de trabajo, terapias gratuitas de risoterapia , animalterapia ,bonos de balnearios... Seguros médicos gratuitos, masajes en horas de descanso que fortalecen y mejoran el bienestar de sus trabajadores. En España falta mucho por hacer.


  •  Llevar una dieta saludable: tener una alimentación saludable es una parte importante del cuidado personal. Ten como meta consumir una variedad de frutas, vegetales y cereales integrales.


  •  Evitar hábitos poco saludables: algunas personas lidian con el estrés de las siguientes maneras: toman demasiada cafeína o alcohol, fuman, comen en exceso o consumen sustancias ilegales. Estos hábitos pueden dañar tu salud.


  • Meditar: durante la meditación, enfocas tu atención y acallas la corriente de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente y causando estrés. La meditación puede transmitir una sensación de calma, paz y equilibrio que puede beneficiar tanto tu bienestar emocional como tu salud general. La meditación guiada, las imágenes guiadas, la visualización y otras formas de meditación se pueden practicar en cualquier momento y lugar, mientras sales a caminar, vas al trabajo en autobús o esperas en el consultorio médico. También puedes intentar respirar profundamente en cualquier lugar.


  • Reír más: un buen sentido del humor no puede curar todas las dolencias, pero puede ayudarte a sentirte mejor, incluso si tienes que forzar una risa a través de tu mal humor. Cuando te ríes no solo aligeras tu carga mental, sino que también causas cambios físicos positivos en tu cuerpo. La risa es capaz de mover más de 300 músculos y mejora los ánimos y luego reduce tu respuesta al estrés. Así que lee algunos chistes, mira una comedia o pasa el rato con tus amigos.


  • Conectar con otras personas: cuando estás estresado e irritable, tu instinto puede ser aislarte. En cambio, busca apoyo de tu familia y amigos y trata de establecer conexiones sociales.El contacto social es un buen calmante para el estrés porque puede ofrecer distracción, brindar apoyo y ayudarte a tolerar los altibajos de la vida.


  • Hazte valer: En ocasiones no nos valoramos lo suficiente y eso genera conflictos. Aprender a decir no o estar dispuesto a delegar cosas puede ayudarte a manejar tu lista de tareas pendientes y tu estrés. Decir que sí puede parecer una manera fácil de mantener la paz, evitar conflictos y hacer el trabajo bien. Pero en realidad puede causar un conflicto interno porque tus necesidades y las de tu familia quedan en segundo lugar, lo cual puede producir estrés, ira, resentimiento e incluso deseo de venganza. Y esa no es una reacción muy calma y pacífica.

 

  • Practicar yoga: el yoga, con su serie de posturas y ejercicios de respiración controlada, es un calmante popular para el estrés. El yoga reúne disciplinas físicas y mentales que pueden ayudarte a alcanzar la tranquilidad del cuerpo y de la mente. El yoga puede ayudar a relajarte y controlar el estrés y la ansiedad.

 

  • Descansar y dormir: el estrés puede hacer que tengas problemas para conciliar el sueño. Cuando tienes mucho que hacer y mucho en lo que pensar, tu sueño puede sufrir. Pero el sueño es el momento en que el cerebro y el cuerpo se recargan. Y la calidad y cantidad de sueño que tengas puede afectar tu estado de ánimo, nivel de energía, concentración y funcionamiento general. Si tienes problemas para dormir, asegúrate de tener una rutina tranquila a la hora de acostarte, escucha música relajante, guarda los relojes y mantén un horario constante.


  •  Musicoterapia: escuchar o tocar música es un buen calmante para el estrés porque puede proporcionar una distracción mental, reducir la tensión muscular y disminuir las hormonas del estrés. Sube el volumen y deja que tu mente se deje abrazar por las notas musicales. Si la música no es uno de tus intereses, dirige tu atención a otro pasatiempo que disfrutes, como la jardinería, coser, dibujar. Cualquier actividad que requiera que te concentres en lo que estás haciendo en lugar de lo que crees que deberías estar haciendo.


  • Animales: acaban formando parte de la familia, se convierten casi en confidentes. Numerosos estudios avalan la capacidad de los animales para interactuar con los humanos y poder ayudarles en situaciones de depresión y ansiedad. En algunas residencias y hospitales del mundo se practica la animalterapia como un instrumento útil para fomentar el bienestar físico y mental.


  • Aromaterapia: los aromas, los olores agradables, aportan beneficios a nuestra mente. Son tan antiguos como en el antiguo  Egipto. Encender velas aromáticas en lugares seguros, inciensos o incluso difusores de aromas en casa y en el trabajo, ayudarán a fomentar el bienestar .


  • Ejercicio: prácticamente cualquier clase de actividad física reduce el estrés. Aunque no seas un atleta o estés fuera de forma, aun así, el ejercicio te ayudará a reducir el estrés. La actividad física libera las endorfinas que te hacen sentir bien y otros químicos neuronales naturales que aumentan la sensación de bienestar. El ejercicio también te permite concentrarte en los movimientos del cuerpo, lo que puede mejorar tu estado de ánimo


  • Buscar ayuda: asesoramiento médico y psicológico. Si los nuevos factores de estrés están desafiando tu capacidad de afrontamiento o si las medidas de cuidado personal simplemente no alivian el estrés, es posible que debas buscar ayuda a un profesional médico o psicólogo y contarle la situación. Es mejor coger a tiempo el problema y buscar soluciones. Por muy difíciles que sean siempre existen alternativas.