Hasta el momento, Moderna y Pfizer han sido las dos únicas vacunas contra el coronavirus que utilizan la tecnología del ARN mensajero y son las que más se han administrado durante el proceso de vacunación contra el virus en España y en Aragón. Tienen una gran eficacia para lograr proteger contra las complicaciones más severas de la infección por coronavirus.
Gracias a ellas, la octava ola apenas ha experimentado un pico de mortalidad y la presión asistencial en UCI y plantas hospitalarias no ha sido proporcional a la pared vertical de contagios que se ha registrado durante las últimas semanas.
Pese a que ambas tienen efectos secundarios similares, con la puesta en marcha de la tercera dosis de la vacuna y el inicio de la administración en masa de esta dosis de refuerzo son muchos los que miran a Moderna con respeto, e incluso algo de recelo.
Si bien es cierto que las segundas dosis tanto de Pfizer como de Moderna provocaron a algunos pacientes efectos secundarios, lo cierto es que la tercera de Moderna está generando muchas preguntas entre quienes reciben la cita previa para ponérsela. ¿Qué pasa si una persona que se ha inmunizado con Pfizer recibe ahora una tercera dosis con Moderna? ¿Es verdad que provoca más efectos secundarios que las anteriores dosis? ¿Por qué algunas personas experimentan efectos secundarios más graves?
En realidad, el uso de Moderna como dosis de refuerzo y su administración en masa tiene su explicación. Los estudios previos han confirmado que la combinación de Pfizer y Moderna mejora la respuesta inmune entre quienes reciben esta dosis de la misma vacuna que las dos anteriores.
¿Por qué algunas personas padecen más efectos secundarios?
La respuesta es simple: Cada paciente reacciona de una manera distinta ante la vacuna. Algunos pacientes experimentan fiebre, dolor muscular, dolor abdominal o adormecimiento durante las siguientes 24 o 48 horas de la tercera dosis. Los expertos coinciden en que la exposición constante a vacunas puede estar detrás de la aparición de efectos secundarios intensos. Esta reacción puede deberse a que sus sistemas inmunes todavía estaban estimulados por la segunda dosis, según los inmunólogos.
Algunos expertos apuntan a que se trata de pacientes que todavía tenían un reacción inmune significativa tras la pauta completa y al recibir la tercera dosis el sistema inmune se ha sobreestimulado, motivo por el cual, el cuerpo reacciona con fiebre y efectos secundarios intensos durante las primeras 24 o 48 horas.
Sin embargo, esta afirmación no quiere decir que quienes no experimenten estos efectos secundarios tan intensos es que no estén bien inmunizados o que su sistema inmune no hubiera reaccionado correctamente tras la segunda dosis. Los epidemiólogos y vacunólogos subrayan que la forma en la que el paciente experimenta o sufre estos efectos no guarda relación con la forma en la que el sistema inmune reacciona y produce anticuerpos contra la enfermedad. Es decir, una persona que sufra fiebre o dolor muscular tras la tercera dosis de Moderna, o de cualquier otra vacuna, no estará más o menos protegida que otra que apenas tenga síntomas.
¿Solo Moderna provoca efectos secundarios?
No. La acción de las vacunas es acumulativa y, de nuevo, depende de cada paciente y cada cuerpo. Hay pacientes a los que la primera dosis no le produjo casi efectos secundarios pero que con la segunda dosis pueden haber comenzado a experimentar algunos. Sin embargo, es posible que con la tercera la reacción sea más intensa.
