La adrenalina, también llamada epinefrina, es una hormona que, junto con la noradrenalina, pertenece al grupo de las catecolaminas. Estas hormonas son secretadas por la glándula suprarrenal a la circulación sanguínea.

Ese es el motivo por el que ven películas de terror, disfrutan en las atracciones más peligrosas en los parques temáticos o hasta realizan acciones peligrosas y nada recomendables como conducir a gran velocidad o correr por lugares prohibidos, mientras que otras personas apuestan por los deportes extremos, que son aquellos que disparan la secreción de esta hormona.

Cada día más personas necesitan su dosis de adrenalina para romper con la monotonía. Si eres de los que busca la sensación de placer que produce liberarla, te aconsejamos deportes y actividades para vivir al límite.

Todo sobre la adrenalina

Un exceso provoca hipertensión, estrés crónico, cefaleas, ansiedad, náuseas, mareos, insomnio, problemas de visión temporales, irritabilidad, problemas cardiacos si se mantiene el nivel elevado mucho tiempo e incremento de la glucosa.

Se libera en momentos de estrés

Esta hormona y neurotransmisor, que se encuentra clasificada en el grupo de las catecolaminas, se produce en las glándulas suprarrenales o adrenales y se libera principalmente en momentos de estrés, peligro y excitación, por lo que beneficia la activación del cuerpo y ayuda al organismo a nivel físico y psicológico a estar alerta ante cualquier situación.

Por todo esto se puede ver la adrenalina como un medio de supervivencia ante momentos de peligro o estrés. Es en estas situaciones cuando el hipotálamo ordena la secreción de la epinefrina a las glándulas que inmediatamente responden filtrándola en el sistema circulatorio que la reparte por el organismo provocando distintos efectos que unidos todos son los que conllevan lo coloquialmente conocido como «subidón de adrenalina».

Incrementa el ritmo cardiaco y esto provoca que llegue más oxígeno a los músculos con lo que se encuentra en mejores condiciones para trabajar y esforzarse más.

La epinefrina como fármaco se utiliza en modo inyectable, ya sea de manera intramuscular o subcutánea. Tiene diferentes usos: en casos de shock anafiláctico, en situaciones de paro cardiaco para que estimule al corazón y la circulación sanguínea o como ayuda para la anestesia porque alarga su efecto.

EFECTOS EN EL ORGANISMO

La liberación de adrenalina repercute positivamente en el organismo siempre que no se dé en exceso, por eso son tantas las personas que la buscan deliberadamente en sus actividades deportivas. Las principales acciones que produce la epinefrina sobre el cuerpo son las siguientes:

  • Incrementa el ritmo cardiaco. 
  • Esto provoca que llegue más oxígeno a los músculos con lo que se encuentra en mejores condiciones para trabajar y esforzarse más.
  • Descompone el glucógeno. Es la energía almacenada para cuando el organismo necesita un esfuerzo extra que dure más de un minuto.
  • Aumenta la capacidad del sistema respiratorio al relajar los bronquios instantáneamente, permitiendo una mayor entrada de aire.
  • El ritmo de respiración se acelera. De este modo, la sangre moviliza más oxígeno y desecha más dióxido de carbono.
  • Dilatación de las pupilas.  Provoca una mayor recepción de luz, que potencia la capacidad visual de manera momentánea y ayuda a percibir los estímulos del entorno más rápidamente.
  • Expande los vasos sanguíneos directamente vinculados a los órganos vitales para mejorar su rendimiento en estas situaciones. A su vez, ensancha los vasos periféricos que son más finos para evitar que sufran roturas. Esto hace que la presión arterial suba.
  • Facilita el movimiento de información entre células nerviosas por ser un neurotransmisor.
  • Provoca sensaciones derivadas de las reacciones químicas en el cuerpo similares a las de un orgasmo.
  • Ayuda a combatir la depresión, ya que la liberación de adrenalina estimula la creación de dopamina que incrementa el bienestar mental. Genera estados de euforia.

LOS PELIGROS

Un exceso de adrenalina tiene consecuencias desagradables para el organismo. Algunas de ellas son hipertensión, estrés crónico, cefaleas, ansiedad, náuseas, mareos, insomnio, problemas de visión temporales, irritabilidad, problemas cardiacos si se mantiene el nivel elevado mucho tiempo e incremento de la glucosa.

Uno de los principales problemas que tiene la adrenalina es el riesgo de sufrir una adicción a sus subidones, que incluso puede llegar a desembocar en el llamado síndrome de Pontius, que provoca una alteración de la percepción del peligro que implica que se vean como actividades normales muchas situaciones de alto riesgo, incluso para la propia vida.


...  La adrenalina es una hormona con efectos sobre distintos órganos y partes del organismo (corazón, pulmones, metabolismo, ojos, riñones, sistema nervioso central…). También produce una respuesta del organismo encaminada a prepararle para la reacción de huida, lucha, miedo, etc.

 

...  Además de secretarse por el organismo, la adrenalina se puede sintetizar en los laboratorios en forma de fármaco, muy útil fundamentalmente en casos de emergencia médica.

 

...  La toma de adrenalina puede curar ciertas afecciones y problemas respiratorios y en una actividad extrema su secreción produce los mismos efectos de forma natural sin que se administre externamente.

 

...  Adrenalina viene de ‘ad’ y ‘renes’, en latín, que significa a lado del riñón, en clara alusión a la ubicación anatómica de las glándulas suprarrenales que la segregan. Su sinónimo, epinefrina viene del griego, ‘epi’ y ‘nephros’, que quiere decir sobre el riñón.

 

...  La adrenalina es uno de los medicamentos más eficaces en caso de arritmias y paros cardiacos que resultan en una disminución del flujo cardiaco, porque consigue restablecerlo. Si en un quirófano escuchas «epi» que sepas que es la abreviatura médica usada para la epinefrina.

 

...  Hasta 1895 no se obtuvieron extractos suprarrenales con adrenalina. Los consiguió el fisiólogo polaco Napoleón Cybulski y en ellos había tanto adrenalina como otras catecolaminas.

 

...  En 1901 el químico japonés Jokichi Takamine logró aislar la adrenalina y purificarla con éxito desde las glándulas suprarrenales de ovejas y bueyes.

 

...  En 1904  se logró por primera vez sintetizar adrenalina en laboratorio.

 

...  A muchos anestésicos locales se les añade adrenalina porque su efecto vasoconstrictor permite retardar su absorción y prolongar la acción del agente anestésico.

 

...  La adrenalina no bloquea los receptores del dolor, logra que centres tu atención de forma extraordinaria, lo que te permite enfocar toda tu energía y recursos en la huida o la lucha mientras te distraes del posible dolor.

 

...  Diversos estudios médicos han mostrado que la acción de la adrenalina liberada en situaciones placenteras, con leve estrés y con la práctica de ejercicio resultan muy beneficiosas a nivel cerebral.

 

...  La adrenalina influye en la forma en la que el cerebro almacena los recuerdos. Además, una dosis moderada de adrenalina puede ayudar a evitar la depresión y la tristeza.

 

...  Otras investigaciones han evidenciado que cuando se realiza ejercicio físico, la liberación de adrenalina moviliza a un grupo de células (células ‘natural killer’) que se comportan como antitumorales, ya que actúan eliminando las células tumorales