De la dieta mediterránea hemos leído de todo: que controla el colesterol, mantiene un óptimo peso corporal o que previene sufrir hipertensión. Una nueva investigación, la más completa en más de dos décadas, señala todavía más y nuevas bondades de este tipo de alimentación.

Médicos internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han publicado un estudio en la revista científica The Lancet que demuestra que la dieta mediterránea es vital en aquellos pacientes que ya han sufrido una enfermedad cardiovascular. Esto puede ser una cardiopatía, un infarto de miocardio o una insuficiencia cardíaca.

El objetivo de esta investigación, en la que se ha analizado a más de 1.000 personas durante siete años, era demostrar qué tipo de dieta (mediterránea o baja en grasas) era más beneficiosa para evitar sufrir otro episodio coronario. 

La edad media de los participantes era de 59 años, que es precisamente, cuando se produce mayor incidencia coronaria. Y la mayoría de los voluntarios eran hombres (82,5%).

Este ensayo, recalca uno de los autores, el doctor José López Miranda, "es pionero en el mundo".

La dieta mediterránea es clave para evitar sufrir una enfermedad cardiovascular Freepik

"Este estudio evidencia por primera vez que, una vez se ha controlado la enfermedad y sus factores de riesgo, si se sigue una dieta mediterránea la probabilidad de padecer otro evento cardiovascular se reduce drásticamente", señala el jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (HURS) a ‘Guías de Salud’.

Clave para reducir una de cada cuatro casos

Tanto la dieta mediterránea, basada en la cocina tradicional, como la baja en grasas, en la que se prioriza la ingesta de alimentos con reducido contenido de grasas, son cardiosaludables.

Sin embargo, los beneficios de la mediterránea para los pacientes con antecedentes cardiovasculares son "superiores".

“Puede considerarse el único ensayo en los últimos 23 años que evalúa de forma fehaciente el efecto de la dieta mediterránea en prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular”

"Estos pacientes reducen, en unas cifras superiores a un 25%, el riesgo de que vuelvan a tener un nuevo evento cardíaco. Y con la dieta mediterránea, comparando con la baja en grasas, se previene uno de cada cuatro episodios cardiovasculares mayores", especifica. 

Los pacientes de más riesgo (con hipertensión arterial, sobrepeso u obesidad, colesterol o diabetes) son los que más probabilidades tienen de volver a sufrir otra patología cardiovascular. Se estima que es del 25 al 33% en 5-7 años. 

Por ello, si se sigue una dieta mediterránea se evita padecer otra enfermedad cardiovascular, “que puede ser un infarto, un accidente cerebrovascular e incluso muerte súbita”. 

“Pero es complementario al tratamiento que tienen estos enfermos. Si, además, se someten a un modelo de vida mediterránea rico en aceite de oliva virgen extra, se reduce uno de cada cuatro eventos”, señala.

Dieta mediterránea: ¿Por qué es la mejor para cuidar el corazón?

Según recoge The Lancet, el estudio CORDIOPREV (impulsado por el  Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba, el HURS y la Universidad de Córdoba) "puede considerarse el único ensayo en los últimos 23 años que evalúa de forma fehaciente el efecto de la dieta mediterránea en prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular". 

La dieta mediterránea se caracteriza por su variedad y el consumo de grasas monoinsaturadas Freepik

La dieta mediterránea vuelve a ser protagonista por sus beneficios en la salud de las personas. Y, esta vez, lo ha demostrado la evidencia científica.

Se trata de una dieta que destaca por su alto consumo de vegetales (frutas, verduras, legumbres y frutos secos), pan y aceite de oliva. Precisamente, el AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) es el producto que ha marcado la diferencia.

Así lo señala el doctor López Miranda.

  • "Se sustituyen alimentos ricos en hidratos de carbono por otros ricos en grasas monoinsaturadas, es decir, el aceite de oliva virgen extra".

La Fundación Dieta Mediterránea establece un decálogo para seguir una alimentación que nos aleje de las enfermedades:

1. Utilizar aceite de oliva como grasa principal.

2. Consumir alimentos de origen vegetal como frutas y verduras en abundancia.

3. Los alimentos procedentes de cereales, preferiblemente integrales.

4. Optar por productos poco procesados, frescos y de temporada.

5. Consumo diario de lácteos (queso, yogur...).

6. La carne roja, con moderación.

7. Consumo de pescado como mínimo una o dos veces a la semana. Los huevos, tres o cuatro unidades a la semana.

8. El postre ideal: fruta. Los dulces y pasteles, de consumo ocasional.

9. Aunque el vino es un alimento tradicional de la dieta mediterránea, se debe consumir con moderación.

10. Realizar ejercicio físico todos los días.


La dieta mediterránea es muy saludable "por su amplia variedad de alimentos tradicionales, y con un gran componente de cereales, frutas, verduras,  legumbres, pescados, frutos secos”.

Es un modelo rico en grasas “pero no a expensas del modelo occidental, que es de origen animal, sino que proviene del aceite de oliva virgen extra”.

  • "Vivimos en una sociedad marcada por la rapidez y las fast food, que son incompatibles con una dieta rica y saludable. La comida ultraprocesada es un concepto de alimentación totalmente contraria a la alimentación mediterránea".

Primera causa de muerte

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en nuestro país.

La insuficiencia cardíaca es una de las causas más frecuentes de hospitalización INTERMOUNTAIN HEALTHCARE - Archivo

Solo en el año 2020, 119.853 personas murieron por causa cardiovascular. Esto representa el 24,3% de los fallecimientos totales.

También representa la dolencia a la que mayor gasto sanitario se destina, no solo en España, también en Europa.

Durante el primer año de la pandemia, cada día 328 personas perdieron la vida por una enfermedad cardiovascular. No obstante, se puede evitar. 

Tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de los infartos de miocardio y de los accidentes cerebrovasculares son prevenibles con hábitos de vida saludables.

De ahí la importancia de una alimentación variada y equilibrada, practicar ejercicio físico regularmente y evitar hábitos perjudiciales como el alcohol y el tabaco.

Las mujeres continúan siendo las más perjudicadas. Con las cifras del 2020, fallecieron 8.000 mujeres más por causa cardiovascular que hombres. 

De acuerdo a los datos de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la insuficiencia cardíaca es la primera causa de ingreso hospitalario. Esta patología afecta al 1,89% de la población española mayor de 18 años. 

"En España hay más de 750.000 personas mayores con insuficiencia cardíaca, y la prevalencia aumenta discretamente cada año. En mayores de 80 años, puede superar el 9%", apunta el doctor Jesús Casado.