PODOLOGÍA

¿Tienes pie egipcio, pie cabo, pie romano...? descúbrelo aquí y mira cómo cuidarlo

Los pies nos mantienen erguidos y nos ayudan a mantener el equilibro, por lo que es muy importante saber qué tipo tenemos y cómo cuidarlos

Rafa Sardiña

Rafa Sardiña

Aunque a simple vista puede parecer que todos los pies son físicamente idénticos, no existen dos exactamente iguales

Los pies, formados por 26 huesos, 100 músculos y 33 articulaciones, son muy importantes:

  • Nos mantienen erguidos
  • Nos ayudan a mantener el equilibrio
  • Evitan que nos caigamos
  • Son nuestros amortiguadores
  • Son los primeros en absorber cualquier impacto que llegue del suelo.

Por eso esta parte del cuerpo es una de las más analizadas, y se puede clasificar según su anatomía, morfología o longitud del primer metatarsiano (hueso del pie que se encuentra detrás del dedo gordo), como explican los especialistas del Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha.

Clasificación anatómica

En esta primera clasificación se tiene en cuenta la altura del arco plantar.

Es la estructura que soporta nuestro cuerpo y es de vital importancia, ya que permite saber qué tipo de zapato es mejor.

También es muy útil para prevenir lesiones muy frecuentes, como la fascitis plantar, que es una de las causas más comunes del dolor de talón, sobre todo en corredores y personas con sobrepeso.

Aparece generalmente con los primeros pasos de la mañana, y el dolor va disminuyendo a medida que va avanzando el día. 

Para evitar complicaciones que puedan dificultar las actividades cotidianas, conviene no ignorar los síntomas de esta patología.

Por tanto, según su anatomía, hay diferentes tipos de pie:

  • Pie plano. El arco tiene muy poca o ninguna altura. 
  • Pie cabo. A diferencia del anterior, este pie se caracteriza por una bóveda plantar con mucha altura.
  • Pie normal. La altura del arco plantar es promedio.

Según señalan los podólogos manchegos, “en los dos primeros casos la presión plantar se distribuye de forma diferente, sobrecargando algunas zonas y haciendo que el simple hecho de caminar suponga mucho esfuerzo. El tratamiento suele consistir en la realización de ejercicios, el uso de plantillas personalizadas y, si es necesario, una operación”.

No se debe confundir con la huella plantar, que determina tanto la manera de caminar como la eficiencia de la marcha. Es un factor determinante para conocer la morfología del pie y se distinguen entre correcta, planas (cuando la totalidad del pie contacta con suelo y se carece de arco longitudinal) y cavas (la mayor parte de la carga la sostiene la parte interna del pie). Este tipo de huella plantar tiende a tener una mayor probabilidad de padecer hiperqueratosis, que comúnmente se conoce como dureza en aquellas zonas donde más fuerza se ejerce.

Clasificación morfológica o según la longitud de los dedos y su proporción

  • Pie egipcio. Se llama así al que tiene el dedo gordo, el primer metatarsiano, más largo. Es el más común, ya que está presente entre el 50 y el 60% de la población española. Al ser uno de los más frecuentes, es muy fácil encontrar un calzado que se ajuste a las necesidades de este tipo de pie. La COPCLM explica que “no obstante, como contrapartida, es un factor de riesgo para desarrollar artrosis en el dedo gordo (hallux rigidus). También debes tener cuidado con los zapatos estrechos, ya que es más fácil que te salgan juanetes”.

También debes tener cuidado con los zapatos estrechos, ya que es más fácil que te salgan juanetes

  • Pie griego. El segundo dedo, o Digitus secundus pedis, es más largo que el gordo. "Si la diferencia de longitud entre el primer y segundo dedo es de más de un centímetro, hay un mayor riesgo de tener un dedo en garra al comprimirse contra la punta del zapato por la falta de espacio". Por tal razón, se aconseja utilizar zapatos anchos y evitar aquellos que sean puntiagudos.
  • Pie romano. Tanto el primer y el segundo dedo tienen la misma longitud. No es muy habitual. Las personas que tienen este tipo de pies necesitan llevar hormas anchas para evitar mayor presión en los dedos. "Estos pies suelen ser más anchos, por lo que si es tu caso, elige zapatos de horma ancha".

Clasificación según la longitud del primer metatarsiano

  • Index minus. El primer metatarsiano (dedo gordo del pie) es más corto que el segundo. Las personas con Index minus son propensos a las sobrecargas y los juanetes.

Se pueden desarrollar trastornos como sesamoiditis o Hallux Rigidus, una patología que causa dolor y rigidez

  • Index plus. A diferencia del anterior, el primer metatarsiano es más largo que el segundo. Se pueden desarrollar trastornos como sesamoiditis (dolor en el hueso del primer metatarsiano) o Hallux Rigidus, una patología que causa dolor y rigidez.
  • Index plus minus. Ambos son iguales.

“Esta clasificación se tiene en cuenta sobre todo a nivel podológico, puesto que dependiendo del tamaño de este puede producir sobrecargas y determinadas patologías”, subrayan los expertos.

Por ello, es fundamental conocer nuestro tipo de pie “para evitar posibles patologías” y visitar regularmente a un podólogo colegiado y titulado.