La sialorrea, también denominada ptialismo o hipersalivación, y conocida popularmente como babeo crónico, se caracteriza por niveles abundantes de saliva causados bien por una secreción excesiva, bien por problemas mecánicos como trastornos de la deglución, que impiden la retención de la saliva dentro de la boca y que seamos capaces de tragarla.

Alto impacto clínico y emocional

Y aunque a primera vista pudiera parecer un tema menor, su impacto clínico y emocional es significativo.

Las personas que sufren babeo crónico pueden desarrollar estrés, además de ver muy afectada su calidad de vida a causa de este exceso de saliva.

Sin embargo, la atención sanitaria no siempre confiere la importancia debida a este problema.

Y es que los pacientes lo viven como algo vergonzoso, sienten que «babean» y tienen que llevar un pañuelo en la mano continuamente, lo que provoca en muchas ocasiones que eviten el contacto social.

Un problema que puede afectar al habla

Es otra de las complicaciones psicológicas de esta dolencia, ya que la salivación excesiva interfiere en el habla y eso provoca que muchos de los afectados acaben renunciando a hablar con la gente que les rodea.

Todos estos factores son un riesgo para la aparición de depresión.

Por todo ello, el doctor Andrés Álvarez, presidente de la Federación Española de Parkinson, asegura que:

  • "Es necesario dar visibilidad a un síntoma que padecen personas con párkinson y que es bastante desconocido, así como formar a los profesionales de nuestras asociaciones sobre las posibilidades de tratamiento".

La saliva es esencial para mantener una boca saludable.

Según los datos que ofrecen Merz Therapeutics y la Federación Española de Parkinson:

  • En pacientes con enfermedad de Parkinson, entre el 35-80% sufre trastornos de deglución, mientras que un 40-80% padece sialorrea.

En niños con parálisis cerebral también es un problema común que alcanza hasta el 58%

Y también aparece en casos de Síndrome de Down o Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Causas de la sialorrea

Un ejemplo típico de la hipersalivación son los bebés que comienzan a desarrollar los primeros dientes. Se trata de un fenómeno que se produce antes de los dos años y es completamente normal.

  • Pero cuando el exceso de saliva se extiende más allá de los 4 años es que estamos ante un problema.

Son varias enfermedades las que pueden provocar sialorrea:

  • Enfermedad de Parkinson
  • Ictus
  • Lesiones cerebrales traumáticas
  • Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
  • Parálisis cerebral o parálisis en los nervios faciales
  • Demencia
  • Esclerosis múltiple
  • Accidentes cerebrovasculares y varios trastornos degenerativos cerebrales.
  • Tumores en la zona de la cabeza y cuello y su tratamiento con radioterapia e intervenciones quirúrgicas.
  • Mal alineamiento de la mandíbula o dientes (maloclusión), especialmente en niños.
  • Consecuencia del consumo de determinados medicamentos.

Problemas derivados del exceso de salivación

Si nos centramos en las alteraciones físicas que produce este fenómeno, el exceso de saliva y la incapacidad de tragarla puede provocar

  • Descamación de los labios
  • Dermatitis en el mentón
  • Fatiga muscular facial por esfuerzo al tragar constantemente
  • Alteración del gusto.
  • Despertares nocturnos debido a que el exceso de saliva moja la almohada.
  • Dolor en las comisuras de los labios debido a que están constantemente húmedos, produciéndose llagas y áreas inflamadas alrededor de la boca.

Pero estos problemas pueden complicarse aún más cuando la saliva entra en la vía aérea y de ahí a los pulmones.

  • En estos casos los pacientes pueden llegar incluso a desarrollar una neumonía.

Confirmada la eficacia del primer fármaco que frena los síntomas del alzhéimer.

Tratamiento

Lo primero a la hora de tratar la sialorrea es determinar cuál es la causa. Una vez hecho esto el especialista optará por un tratamiento que podría limitarse a estar centrado en la logopedia, o bien por decisiones que pueden ser tanto farmacológicas como quirúrgicas.

  • Logopedia: 

Ejercicios para fortalecer la musculatura de la boca ayudarán a mejorar el habla, el lenguaje o la deglución, así como a evitar la tan temida neumonía por aspiración.

  • Farmacología.

Si lo que está causando el exceso de saliva es un fármaco, será el especialista el que determine la retirada o sustitución del medicamento.

En el caso de que haya una mala alineación de los dientes y/o de la mandíbula.

  • Tratamiento farmacológico

Destinado a disminuir la secreción de saliva.

• Inyecciones de toxina botulínica en las glándulas salivares.

• Cirugía.

Prevención para casos no neurológicos

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Es cierto que resulta muy complicado evitar la aparición de la sialorrea cuando ésta se debe a enfermedades neurológicas o a la toma de determinados fármacos. Pero desde Merz Therapeutics y la Federación Española de Parkinson ofrecen algunas recomendaciones para minimizar la salivación:

  • Cepillado regular de los dientes.
  • Usar enjuague dental varias veces al día.
  • Beber agua con frecuencia, y a pequeños sorbos.
  • Tener una dieta saludable, en la que se trate de no tomar alimentos ácidos como el azúcar o el café, ni tampoco los que sean ricos en almidón, como la pasta, las patatas o la bollería.
  • Masticar chicle o chupar caramelos, eso sí, siempre sin azúcar, porque facilitarán el tragado del exceso de saliva.
  • Descansar las horas necesarias para favorecer la reducción del flujo salival.