Parecía imposible que el fútbol alargara sus límites en su incidencia sobre los mortales. En la semana de la Superliga, en la que el debate sobre la riqueza y la pobreza de este deporte, la dialéctica social, se ha adentrado hasta en la agenda política, el Huesca continúa su desfile mundano hacia el final de temporada con una doble cita madrileña. Como si quisiera ser protagonista invitado de la actualidad, de las elecciones de la comunidad capital y del megaproyecto de los doce, ahora menos, reyes del balompié europeo, del que ayer se descabalgó el Atlético, al que este jueves visita en el Wanda con la intención de agarrar una bola extra en su pugna por la permanencia. El domingo, con camiseta conmemorativa por el Día de San Jorge, llega el Getafe que se mantiene en el filo de caer en la hoguera de la salvación.

Perdida sobre la hora la oportunidad en Mendizorroza, frenado el arreón (dos victorias y un empate) que le ha hecho recuperar el pulso de vida, el partido contra el Atlético se presenta con el mismo discurso que ha entonado Pacheta desde que amarró las riendas de este equipo. Sin excesivos dramatismos ni elogios, el Huesca confía en su idea para sacar algo positivo ante un rival de esos que pretende o pretendía cambiar el escenario del fútbol con esa competición elitista. 

Ese rival es el Atlético de Madrid. Ese rival es el líder, el que está en plena puja por el campeonato con el Madrid (a tres puntos), el Barcelona (a cinco, una Copa más y un partido menos) y el Sevilla (a seis y una Superliga menos), es decir, sin ningún ánimo de dejarse escamotear tesoros de su jardín. Es también ese mismo adversario que viene de golear al Eibar (5-0) sin sus mejores delanteros. Es esa versión original, la patentada por el Cholo Simeone, de ese partido a partido que ahora abandera Pacheta como propio. 

Y con esta descripción volvemos a describir un escenario de noche de Reyes Magos para el Huesca. De sorpresa. De regalo inesperado. Este partido, de convertirse en triunfo forastero, como hubiera ocurrido en el Nou Camp hace algo más de un mes, sería un botín muy valioso porque no muchos lo alcanzan y más cuando estás en medio de una situación tan delicada. 

Hasta el empate, como ocurrió en la ida (0-0), sería bien recibido en medio de una jornada de trascendencia, como todas, porque ya queda menos para el final y porque alguno de los contendientes de la batalla por la permanencia se miden o midieron entre sí. La noche del miércoles no fue mal pese a caer de nuevo a la mazmorra de los tres últimos. El Alavés se relanza definitivamente con Calleja tras superar al Villarreal en Mendizorroza (2-1) y del duelo fratricida entre el Valladolid y el Elche salieron los dos heridos (1-1). El Huesca es antepenúltimo antes de entrar este jueves al césped del estadio de San Blas.

Vuelve Silva

Lo que no puede contemplarse es una goleada como la sufrida por el Eibar. Por estrategia matemática. Salvo el choque ante el Getafe, el Huesca ya ha completado su lista de duelos directos y ha almacenado el beneficio del goalverage particular: Alavés (igualado), Elche (ganado), Valladolid (ganado) y Eibar (igualado). Habría que mirar, en algunos desempates, el general, por lo que no encajar una lluvia de goles se presenta como reto secundario. Por ahora, antes de empezar, sólo el Valladolid (-14), mejora al Huesca (-15), con ventaja sobre el Eibar (-19), Elche (-21) y Alavés (-22).

Desde la estabilidad y la prudencia se deben interpretar los movimientos que Pacheta ha ido ejecutando en la preparación de los partidos. No se ha ahorrado nada y se ha precipitado menos. Así ha conseguido un once más o menos tipo. De este sólo es previsible el cambio de Vavro por Siovas. La cercanía del encuentro del Getafe, en teoría más asequible, pero no en la arenga motivadora del técnico, podría presagiar relevos. Pacheta predijo esta opción en la rueda de prensa “para evitar lesiones”, aunque casi no se han producido en similares circunstancias, al igual que amarillas buscadas para cerrar ciclo. Recordemos que en ese escalón previo a la sanción están Insúa, Seoane, Pulido, Galán, Doumbia y Escriche, más Maffeo, aún lesionado. Volverá a la convocatoria Silva. Las bajas son Ontiveros, Luisinho y Maffeo.

Sin Luis Suárez

El Atlético seguirá sin contar con Luis Suárez, el pichichi de la competición (19). Joao Felix se mantiene como duda, al igual que Lemar. Tal incomodidad no le impidió salir goleador en su último partido tras dos semanas sin ganar. Eliminado de la Champions, los madrileños intentan recuperar el tono competitivo que les ha hecho comandar la Liga en casi todo el curso y no dejarse atrapar por Madrid y Barcelona.