Sandro Ramírez jugará cedido la próxima temporada en el Getafe, en Primera División, tras el acuerdo alcanzado con la Sociedad Deportiva Huesca. El canario ya no se había ejercitado este lunes ante su inminente salida, que se concretó horas después. 

El delantero llegó sobre la bocina en el mercado veraniego del 2020 para terminar de perfilar la punta del ataque del Huesca en la máxima categoría y firmó en propiedad por tres temporadas, contrato que ahora amplía hasta el 2024. Sin embargo, las lesiones lastraron al canario, que solamente jugó 20 partidos de Liga. Aun así, cuando estuvo disponible, fue uno de los futbolistas más determinantes del cuadro azulgrana y finalizó con cinco goles en su cuenta.

Una vez consumado el descenso a Segunda, el jugador estiró la cuerda ya que quería jugar en Primera División, por lo que cumple con su objetivo, y también el club azulgrana tenía la necesidad de darle salida por su elevada ficha y por su buen cartel. La intención del Huesca era venderle, como Álvaro Fernández y Javi Galán, pero finalmente no saldrá traspasado y sí cedido.

Este movimiento acelera la operación salida del cuadro oscense y le permitirá coger impulso en las llegadas. Después de una larga negociación, Javi Galán, uno de los jugadores con cartel de Primera, puso rumbo el pasado sábado al Celta de Vigo a cambio de unos cuatro millones de euros. Ahora se suma la marcha de Sandro, que también descargará la nómina de salarios del Huesca.

Después de las llegadas a comienzo del mercado de Marc Mateu, Enzo Lombardo y Cristian Salvador, el mercado en cuanto a fichajes se había detenido en seco para el Huesca, lo que desatascará de nuevo las llegadas para un conjunto aragonés que tiene que reforzarse, sobre todo, en todos los puestos de la defensa y de la delantera para tener un equipo para volver a luchar por subir.