El Huesca pagó su conservadurismo en el Anxo Carro, donde fue capaz de remontarle al Lugo con dos acciones a balón parado en la primera parte y se replegó en exceso en la segunda, en la que los locales, en una apuesta a todo o nada, lograron darle la vuelta al encuentro en los últimos diez minutos. El recién descendido a LaLiga SmartBank, que había iniciado la temporada con dos victorias, enlazó su tercera derrota, mientras que el Lugo estrenó su casillero de triunfos y sale del descenso.

El Lugo fue un acordeón, replegado en defensa a la espera de cazar un balón para estirarse hacia el área rival. Lo hizo rápido, a los seis minutos. Chris Ramos, muy activo, robó en el centro del campo, asistió a Gerard Valentín y el lateral reconvertido a extremo fue preciso en la resolución ante Andrés Fernández.

Los locales se sintieron cómodos en ese partido con el marcador a favor, agazapados. El Huesca transitaba lento, no encontraba pasillos. Incluso pudieron encajar el segundo con la misma estrategia, un nuevo robo de Chris Ramos que acabó con un disparo centrado de Señé a las manos del guardameta del equipo altoaragonés.

Los del mexicano Nacho Ambriz empezaron a despertar cuando ya habían transcurrido quince minutos, Florian Miguel probó a Whalley en el primer aviso de los altoaragoneses, que cambiaron el rumbo del partido en un abrir y cerrar de ojos.

La estrategia dio sus frutos cuando el descanso ya se acercaba. Primero, al forzar el error de Manu Barreiro, que despejó hacia su portería con un cabezazo imparable; y cuatro minutos más tarde, en un saque de esquina que ejecutó Marc Mateu y remató en el segundo palo Escriche, mucho más listo que Lebedenko en un duelo de baja altura. El ex del Lugo lo festejó.

El delantero del Huesca, que llegó al fútbol profesional de la mano del Lugo, estuvo extramotivado en su regreso al Anxo Carro, con una amarilla que pudo costarle un disgusto.

El Huesca cambió de partitura en el segundo acto, se convirtió en el Lugo del primer tiempo y obligó a los rojiblancos a elaborar. Los de Rubén Albés tardaron en tejer con algo de peligro y los altoaragoneses se la jugaron y les salió caro.

El Lugo asumió riesgos, fue con todo a por el empate, insistió Manu Barreiro y lo encontró a falta de siete minutos en una falta que lanzó Pita, se le escapó a Andrés Fernández y convirtió el delantero gallego.

No echó el freno el equipo local, aprovechó la ola, y en cuatro minutos encontró el tanto de la victoria, anulado por el colegiado por fuera de juego, pero validado por el VAR, en una acción en la que volvió a participar Barreiro para filtrar un pase hacia Chris Ramos que asistió al hispano-boliviano Jaume Cuéllar.

Al Huesca le entraron entonces las prisas y Ambriz, tarde, recurrió a Nkawali casi en el descuento. Pero el Lugo no se iba a dejar sorprender y desbarató todos los balones colgados al área del zaragozano Whalley. Después de haber perdido tanto tiempo especulando con el resultado, el Huesca se quedaba sin nada.