El Huesca se llevó una importante victoria (1-3) en su visita al Girona en un choque en el que el resultado fue engañoso ya que los catalanes merecieron mucho más e incluso llegaron a desdibujar a los hombres de Ambriz durante muchos minutos. Pero en el fútbol los goles mandan y los oscenses acertaron en prácticamente todas sus llegadas a la portería contraria.

El partido comenzó espeso, con los dos equipos tanteándose y corriendo pocos riesgos. Poco a poco el Girona, consciente de su necesidad de puntos, tomó la iniciativa con Samu Saiz moviéndose con mucha libertad e intentado sorprender a las espaldas de la defensa oscense. Hacia el cuarto de hora el Huesca se estiró y con un par de internadas de Buffarini, un centro al corazón del área y un remate desviado, se acercó por primera vez a las inmediaciones de la portería local. Pero fue un espejismo. A mediados de la primera parte el Girona era ya el claro dominador del choque, creando mucho peligro en jugadas a balón parado y con un jugador destacando por encima de todos, Arnau, canterano de los catalanes e internacional español en las categorías inferiores. A él le anularon un gol por fuera de juego tras un gran cabezazo en el minuto 24. El joven volvió loco a Mateu, al que le sacó la amarilla. A la media hora Andrés hizo una gran parada a otro cabezazo de Arnau. El Huesca no era capaz de reaccionar y su único recurso era mandar balones frontales y sin ningún tipo de peligro a un aislado y poco atinado Pitta.

El partido seguía con la misma tónica y de nuevo un fuera de juego volvió a salvar a los hombres de Ambriz. Nahuel Bustos superaba a Andrés en un mano a mano pero el árbitro señaló posición incorrecta. La primera mitad terminó con otra intervención del portero oscense a Bernardo. El Huesca se fue al descanso sin tirar una sola vez a puerta y con la única buena noticia de que el marcador no se había movido y seguían vivos en el partido.

Cosas del fútbol, en la primera jugada del segundo tiempo el Huesca consiguió adelantarse. Joaquín salvó un balón en banda y metió un buen pase a Escriche en el lateral del área. Pitta arrastró a los centrales y apareció Marc Mateu en la frontal para superar al portero local. El gol descolocó al Girona y el partido se embarulló durante unos minutos. Pero rápidamente los de Michel retomaron la senda del primer acto y embotellaron a los aragoneses. En el minuto 62 Andrés hizo una espectacular parada de reflejos a un remate de Nahuel tras un gran pase filtrado de Baena con el exterior. El Girona no cesaba en su empeño y la sensación de peligro era constante en el área oscense. Los entrenadores movieron el banquillo y dieron entrada a Pablo Moreno y Stuani por parte de los locales y Nwakali y Mosquera por los visitantes. Nada más salir, Moreno aprovechó una mala salida de Andrés Fernández, su único error del partido, en el enésimo centro lateral del Girona para igualar el choque con un cabezazo que subió al marcador con suspense tras comprobar de nuevo el VAR si existía fuera de juego.

El tanto dio más alas si cabe al Girona y comenzó un carrusel de ataques que todos acababan del mismo modo, desbaratados por el portero oscense, que terminó con nueve paradas. Ambriz volvió a mover ficha con Ratiu y Gaich y la salida de ambos resultó clave. En una jugada aislada a siete minutos del final un gran centro del rumano fue rematado sin dejarlo botar por Seoane, libre de marca en el punto de penalti. El Huesca se volvía a adelantar en su segundo tiro del partido y ese gol noqueó definitivamente a un Girona que ya no tuvo reacción y no era capaz de entender cómo iba perdiendo. Los últimos minutos fueron los más cómodos del partido para los aragoneses. Gaich pudo sentenciar en una buena jugada personal, y más tarde, cuando el partido agonizaba asistió a Seoane para que certificara la victoria de los de Ambriz.

El Huesca se llevó lo que importa, los puntos, de Montilivi y toma aire en la clasificación, en la que se coloca a tiro de puestos de playoff pero deberá mejorar mucho la imagen mostrada si de verdad quiere aspirar al ascenso.