Una utopía parece la posible escalada de la SD Huesca hasta posiciones de playoff. Sin embargo, todas las declaraciones desde la capital altoaragonesa han apuntado en la dirección de volver a creer en esa posibilidad. Pero, a estas alturas de la temporada, sobran las palabras y hacen falta hechos. Quizá la última opción, si existe, de acercarse a los puestos nobles de la tabla pasa este domingo por La Rosaleda, donde los oscenses se medirán al Málaga (18.15).

Las tornas han cambiado y ahora donde hace muchos partidos que el equipo no logra los tres puntos fuera de El Alcoraz, concretamente desde el 8 de enero ante el Cartagena. Como si de una balanza se tratase, la mejoría en su feudo no se ha visto reforzada con buenas actuaciones a domicilio, lo que ha llevado al conjunto dirigido por Xisco a no saber muy bien por qué pelear. Lo mismo sucede con el estilo del equipo, ya que tampoco queda claro a qué juega el Huesca. De si espera a los rivales o va a por ellos. La valentía, hasta el momento, solo se ha mostrado en la sala de prensa y luego no se ha visto reflejada en el terreno de juego, ya que los planteamientos del entrenador balear han tenido más de conservadores que otra cosa.

Con el descenso prácticamente sentenciado y con poco que perder, parece el momento idóneo para que los aragoneses den un paso adelante y demuestren que todavía quedan este curso cosas por las que pelear. Todo lo que no sea volverse con tres puntos de tierras andaluzas será olvidarse por completo de mirar hacia arriba y a abocar al equipo a un descafeinado final de temporada. Aunque para evitarlo, no se esperan muchos cambios en el once inicial del Huesca. Xisco no es dado a grandes revoluciones, por lo que se espera un equipo parecido al que consiguió la semana pasada la victoria por la mínima ante el Burgos. El balear cuenta con las bajas de Ratiu, concentrado con Rumanía, y de Pulido y Ferreiro, que arrastran molestias. Así pues, parece que se mantendrá la defensa de cuatro hombres. En el centro del campo son fijos Pablo Martínez y Seoane y en los puestos ofensivos, es probable que Joaquín tenga su oportunidad junto a Poveda y Escriche en un partido especial para él, ya que visita su ciudad y se enfrenta al equipo en el que jugó cedido la pasada campaña.

Un rival tocado

Si en la capital oscense no están para tirar cohetes, la situación en Málaga es todavía peor. La llegada de Natxo González al banquillo andaluz no ha supuesto el revulsivo que se esperaba y, aunque todavía tienen un margen con la zona de descenso de seis puntos, solo han ganado uno de los últimos diez partidos y no conocen la victoria en La Rosaleda desde hace cuatro meses. Números que cualquier otro año harían su situación más crítica, por lo que no pueden despistarse más. 

Natxo recupera a Peybernes para el centro de la zaga pero no podrá contar con uno de los mejores jugadores de los malagueños este curso, el lateral Víctor Gómez, que está concentrado con la selección sub-21. El mal momento de los andaluces no debe servir para relajarse a una SD Huesca que todavía tiene el recuerdo de lo sucedido en Alcorcón hace tan solo dos semanas. Ese encuentro debe servir como ejemplo a no seguir si de verdad los oscenses siguen pensando en la promoción y no es solo una cuestión de palabras

La opinión de Xisco

Xisco aseguró en la previa que su equipo llega con «buenas sensaciones» al duelo ante el Málaga tras la victoria contra el Burgos y ahora quiere recuperar el acierto a domicilio. «Estamos siendo mucho más sólidos en casa que fuera y debemos intentar volver a equilibrar esta situación, porque somos el Huesca y fuera también hay que ir a ganar todos los partidos», aseguró el balear, que tiene claro lo que necesita su equipo en La Rosaleda: «Los jugadores se entregan en todos los partidos. A partir de ahí tenemos que ofrecer personalidad, juego y buen trato de balón para sacar un buen resultado». Con respecto al rival, Xisco definió al Málaga como un equipo «en proceso». «Desde la llegada de Natxo están creciendo y están metiendo diferentes situaciones. No va a ser un partido fácil para nosotros, estoy seguro de que saldrán muy fuertes», apuntó.