SD HUESCA

El Huesca toma aire tras ganar al Amorebieta

El equipo oscense venció con un gol de penalti de Obeng y Rubén Pulido cayó lesionado

Obeng celebra el gol del Huesca en Lezama contra el Amorebieta. | LALIGA

Obeng celebra el gol del Huesca en Lezama contra el Amorebieta. | LALIGA / EL PERIÓDICO

El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

Amorebieta

El Huesca se dio un respiro en Lezama imponiéndose a un Amorebieta al que hunde un poco más de lo que ya estaba, en un partido entre dos equipos en crisis que decidió una jugada de penalti y expulsión que aprovechó Samu Obeng para sentenciar el encuentro desde los once metros. Fue una victoria merecida de los de Antonio Hidalgo, que hicieron más que los locales y ya marcaron un primer tanto al filo del descanso, también por medio del ariete ghanés, que invalidó el VAR. Aunque si los de Haritz Mujika hubiesen rescatado un punto tampoco hubiese sido inmerecido. La cruz del partido para los aragoneses fue la lesión de Rubén Pulido, que se retiró en el minuto 14 después de hacerse daño en la rodilla. Apunta a lesión importante.

La victoria frena la mala racha del Huesca, seis partidos sin ganar sumando solo dos puntos en ellos, pero no le permite abandonar aún de los puestos de descenso. Se queda ahí el Huesca pero ya por encima del Amorebieta, que alarga su mal momento a ocho encuentros sin ganar logrando también solo dos puntos en ellos.

De salida, ambos entrenadores presentaron tres cambios cada uno respecto a sus últimos partidos ligueros, aunque Antonio Hidalgo tuvo que hacer otro rápido por la lesión de Rubén Pulido en el minuto 14 en una incursión en campo rival. El Amorebieta también estaba castigado ya que al final arrancó con cuatro bajas, todas importantes de habituales titulares, ya que trataba de Xabi Etxeita, Álex Carbonell -aunque sí estaba en el banquillo-, el ariete Eneko Jauregi y Jorg Mier.

La del lateral ovetense le impidió medirse a su hermano gemelo Javier, algo que hubiese hecho mucha ilusión a ambos.

Ya con el balón en juego, el choque respondió en su primera mitad a lo esperado entre dos equipos en crisis y enormes dificultades ya no solo para marcar, sino incluso para generar ocasiones. Así, la única jugada relevante del primer tiempo, aparte de la de la lesión de Rubén Pulido fue la que en principio supuso el primer tanto del partido y que se quedó en la primera tarjeta amarilla.

Porque la intervención del VAR dejó en falta de Obeng el tanto de rebote del ghanés en una disputa con Morán en la que, tras beneficiarse del rebote al salirle el balón hacia portería, pisó al centrocampista local. Fue una buena acción de contraataque de los visitantes nacida un robo de Kento Hashimoto que llevó bien Joaquín Muñoz hasta asistir a Obeng.

Cambiaron las cosas en la segunda mitad, ya con los dos equipos decididos a buscar el área rival ante su delicada situación clasificatoria. En ese nuevo escenario el más incisivo fue el Huesca, que tuvo dos grandes ocasiones, de Obeng a centro de Juanjo y de Javi Martínez en una contra, y abrió el marcador de penalti. Seguín intentó evitar bajo palos un gol despeando con la mano y acabó expulsado. Obeng hizo el 0-1 y el Huesca se impuso por fin.

Tracking Pixel Contents