La llegada del grueso de la tercera marea negra a la Costa de la Muerte desconcertó ayer a expertos y marineros. Apareció de buena mañana, con una intensidad devastadora, en las playas coruñesas de Camelle, Muxía, Carnota y Fisterra sin que barcos o helicópteros la vieran acercarse. La hipótesis más probable es que una parte de la temida oleada haya viajado entre aguas y que se trate de la marea semisumergida sobre la que dos semanas atrás ya alertaron los hombres del mar.

Desconcertado como todos, Javier Sart, el patrón mayor de Muxía, explicó que los marineros de su cofradía llevan dos días saliendo a la mar con ansias de pescar chapapote pero que regresan con las manos vacías: "No lo vemos, pero el fuel sigue llegando a la costa; por tanto, la única explicación que se nos ocurre es que navega entre aguas arrastrado por las corrientes marinas".

FUEL CADA VEZ MAS ESPESO Con el transcurso del tiempo, el fuel es cada vez más espeso. Ha perdido los elementos volátiles y ha absorbido una importante proporción de agua. Su densidad es ya casi idéntica a la del mar y tanto puede hundirse como flotar. Sólo las corrientes lo sacan a flote cuando llega a la costa.

De confirmarse que la marea llega en gran parte sumergida, Galicia podría estar ante una devastadora marea sin final previsible, pero con origen y destino muy claros. Partiría de la zona donde el Prestige vierte diariamente 125 toneladas y acabaría en la Costa de la Muerte.

Es el itinerario marcado por las corrientes submarinas, ajenas a los cambiantes vientos. Se trata del mismo siniestro rumbo que en marzo del año pasado siguieron los cadáveres de cuatro mujeres que cayeron al Duero en el interior de un autocar. Cinco días después, todos los cuerpos aparecieron en la Costa de la Muerte tras recorrer 400 kilómetros.

Sin embargo, no hay garantía de que las Rías Bajas queden indemnes. Fuentes de la Capitanía Marítima de la ría de Muros mostraron ayer su sorpresa por la llegada de "pequeñas bolas" de fuel a las playas marisqueras de la Virgen y Abelleira, que hasta ahora estaban a salvo.